23.12.17

Series que marcaron 2017: las claves de 'Por 13 razones'

¿Una serie juvenil sobre el suicidio, el acoso escolar, con una violación explícita? Por 13 razones nacía con polémica por el tema en sí mismo, pero el libro ya existía, fue Netflix quien la hizo mundialmente popular, quien facilitó su acceso. He de reconocer que la vi prácticamente del tirón, escribiendo anotaciones, reflexiones sobre cómo esta serie made in USA me presentaba ciertas escenas sobre este dolor que se va almacenando y que estalla en forma de suicidio.


Por 13 razones no me decepcionó en cuanto al suspense que propone, que te hace mantenerte enganchado a la evolución de la trama, como si fueras tú el protagonista que sigue las pistas que propone Hannah (Katherine Langford). Pero… no entendí por qué Clay (Dylan Minnette) toma partido antes de escuchar todas las cintas, o por qué Hannah le mira como si él tuviera que defenderla de sus acosadores. Entiendo que la baja autoestima pueda hacerte una persona débil y más siendo una chavala de 17 años, pero, no sé, está bien pedir ayuda o que los demás se den cuenta de tu dolor, pero, debe ser un problema generacional, porque yo nunca pensé que iba a venir nadie a salvarme, es decir, que ante todo estás tú y así será el resto de tu vida de adulto también. De hecho, me siento identificada cuando la periodista pregunta: “¿Eso todavía sigue existiendo?”.

DE LA NOVELA A NETFLIX

13 son las cintas que Hannah de 17 años graba resumiendo por qué decide suicidarse. Esas cintas se las envía a algunos de sus “amigos”, como Clay, que es nuestro guía a través de esta historia juvenil sobre el suicidio, el bullying y la violación. Jay Asher escribió la novela en 2011 y Netflix ha conseguido que fuera una de las ficciones más tuiteadas del año.

Al principio no sabes si Hannah dice la verdad o miente en algunos de sus recuerdos. Y la serie te presenta costumbres sociales normalizadas que, sin embargo, fomentan los micromachismos, como las animadoras que brincan cuando ellos ganan los partidos; los insultos escritos en los baños o el gracioso pellizco en el culo. Algo que sigo sin entender de los más jóvenes, que enarbolan la bandera de la libertad como nunca antes hemos visto, es que se sigan burlando del que es diferente. O que aplaudan las peleas entre los más machitos sin que nadie los separe. O que no hablen más abiertamente de sus sentimientos con aquellos que sí podrían escucharles.

'BIG LITTLE LIES' DE INSTITUTO
La historia habla de una forma transparente de los motivos que pueden llevar a un chaval que lo tiene todo a quitarse la vida. En Por 13 razones, realmente, las causas se resumen en una: la violencia ejercida por el resto de compañeros del instituto. Algunos, violadores; otros, provocando el bullying; la mayoría, silenciando lo ocurrido y mirando para otro lado. La serie pone en evidencia que los adultos no hablan sobre estos temas con los chavales, que les resulta violento, es algo generacional. El adulto castiga a Clay por llegar borracho, pero no habla sobre el tema. Los adultos no tratan por igual a sus hijos, hay una diferencia sobre si son hombres o mujeres.

Duele ver a Hannah sola, llevando su dolor sin que nadie le ayude. Hannah no pide ayuda y sólo transmite su dolor cuando la situación es irreversible, cuando está muerta. Por 13 razones no ayudará a alguien con problemas de este tipo, pero sí abrirá los ojos a aquellos que rodean a estos chavales que se están hundiendo en una depresión silenciosa. Si has tenido a alguien cercano que ha intentado suicidarse la serie sirve de revulsivo, como recordatorio de que algo falla en nuestra sociedad, que el problema sigue sin solucionarse. Por momentos, Por 13 razones es un Big Little Lies de instituto.

EL SUSPENSE Y EL SEXO
Además del drama, Por 13 razones cuenta con una trama de suspense que te mantiene atento a los vaivenes de la historia. Qué le pasó a Hannah, qué hizo (o no hizo) Clay para recibir las cintas, qué sabe el resto de compañeros, cómo reaccionaron los adultos a los primeros signos de alarma. En realidad, uno de los temas más obvios del comportamiento de estos chavales es que no saben cómo enfrentarse al sexo. A ellos los muestran deseosos de dejar de ser vírgenes. Cuando no lo consiguen se vengan de la chica de turno, creando una bola de nieve, que va afectando a todos los que los rodean. Si el chico no folla, miente o, lo que es peor, hará todo lo posible por violar a la más débil. Es como la teoría del casos más básica, un efecto mariposa con consecuencias irreversibles.

LA POLÉMICA Y SELENA GÓMEZ
La serie fue polémica porque 1) hablar de suicidio incita al suicidio y 2) se muestran dos violaciones de forma explícita, sobre todo la segunda. Cuando ves esta última escena, el voyeur que todos llevamos dentro se rebela, nos produce asco la situación, nos irrita y cabrea. ¿Por qué suceden cosas así, por qué un tío se cree con el derecho de abusar de una tía, qué lleva a un hombre a ser así? Las preguntas se acumulan y el espectador se siente tan vulnerable como Hannah.

A diferencia del libro, donde no existen las redes sociales, la serie de Netflix está trufada de guiños al acoso por internet, algo que dio como resultado millones de tuits sobre la serie. Por 13 razones ha hecho más por el tema de las violaciones que cualquier documental. El apoyo de la cantante Selena Gómez hizo el resto.

SOBRE LA SEGUNDA TEMPORADA DE 'POR 13 RAZONES'
La segunda temporada se alejará del libro. Jay Asher ya no tendrá que ver creativamente con la historia. Espero que la serie se moje más. Por 13 razones me plantea muchas dudas a medida que la voy viendo. Ellos, por ejemplo, se hacen pajas, pero no hablan de la masturbación femenina. No me puedo creer que Clay no viese a nadie escuchando las cintas ni se enterase, tan tonto no es. Fuera del instituto, parece que no hay vida, no hay hermanos mayores que ayuden, es todo demasiado endogámico, no hay otros amigos fuera de ese instituto, sólo trabajan los protagonistas, pero no conocen a nadie más en el cine.

El rollo éste del Romeo y Julieta del bullying es lo que peor he llevado, como si él tuviera la culpa de todo lo que le ocurre a ella. O las actividades del instituto, como “las bolsas de cumplidos”. Vale que es algo que fomente la desigualdad, pero todos tragan con la tontería. Al final Por 13 razones es en realidad 13 razones para odiarte. “Si hubieran sido sus amigos, Hannah seguiría viva”. Bueno, esto tampoco lo sabemos. Hay personas autodestructivas que por mucho que intentes ayudarlas siguen de cabeza al abismo. “El control no es más que una ilusión”, sorprende que la serie se ponga al estilo Mr. Robot.

(son spoilers del final de Por 13 razones)
Nadie denuncia la violación de Bryce, sólo Clay la graba. Pero no sé por qué acuden a un orientador, esta panda de chavales necesitan a un policía y a un psicólogo que les ponga las cosas en su sitio. “Le costé la vida a una chica porque tuve miedo de quererla”. Buf, no sé, esta moralina me supera. Clay es la razón número 11, no lo veo tan importante. Al final Alex (Miles Heizer) se pega un tiro; los padres escuchan las cintas (y querrán encontrar al culpable); Bryce (Justin Prentice), el violador, es descubierto; habrá que ver qué pasa con Jessica (Alisha Boe) y cómo tratan su violación; y el fotógrafo ha hecho fotos de todos, no sé si por ahí vendrá la segunda entrega (en vez de cintas de cassette, fotos). La voz en off ya no será la de Hannah, aunque su personaje seguirá presente. Se baraja la opción de que nos lo cuente otro suicida como Alex.

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