25.9.17

Piloto. Absentia: Stana Katic lucha por recuperar su vida

Absentia tiene su mayor reclamo en su protagonista, Stana Katic, que se aleja de su personaje en Castle para meterse en la piel de una mujer que, seis años después de ser secuestrada, regresa para enfrentarse a un presente en el que parece no encajar ya.



Su arranque recuerda a series como Blindspot, con una primera secuencia impactante en la que Emily Byrne, una ex agente del FBI, reaparece para sorpresa de todos, incluyendo a su marido, también agente del FBI, casado y al cuidado del que fuera su hijo en común.

Escama un tanto que España (el canal AXN) sea el primer país en el mundo en el que se estrena Absentia, esta noche y en doble episodio. El primero te deja con un giro que lo cambia todo, de ahí que no lo hayan dejado huérfano (este segundo ya no sé cómo se desarrolla).

Según Patrick Heusinger, el actor que interpreta al marido de Stana Katic y que estuvo en Madrid promocionando la serie, el secuestro (y la investigación) es un macguffin para hablar de temas menos tratados en televisión, como el regreso de esos secuestrados que ya no significan lo mismo para los que los perdieron (recuerdo la película La habitación, por ejemplo).

Sin embargo, no queda nada claro viendo el primer episodio (y esto es un poco engañoso para el espectador) si esta mujer es amnésica o una mentirosa. Emily ha pasado seis años a saber haciendo qué, todo parece apuntar a una venganza por algún caso que llevó en el FBI, pero nada está claro. Tampoco sabemos quién es la nueva mujer del marido o cómo han educado a ese niño que al ver a su madre no es capaz de abrazarla.

Lo mejor de Absentia, para mí, es el caso en sí, quién es el secuestrador que se esconde tras la máscara, le conoce ella, por qué la secuestró y, sobre todo, por qué la ha liberado después de seis años. También me interesa saber qué esconde ella, de qué se acuerda o por qué no lo ha contado todo. Sin embargo, si esto es sólo el papel del regalo para hablarnos de un drama como es el de la pérdida de tu vida y no saber cómo recuperarla, no sé si Absentia me va a dar todo lo que le debería exigir (si se toma en serio).

Lo peor de Absentia es que me recuerda demasiado a Blindspot, serie cuyo piloto me impactó, pero no seguí viendo porque sabía a dónde me llevaba. Tampoco es que Stana Katic me flipe, aunque he de reconocer que me gusta en este registro de desesperada, aunque el marido que le han puesto no sea ni chicha ni limoná. Esta serie con dos protagonistas potentes hubiera sido otra cosa. El primer episodio es muy engañoso, pues el personaje que hace de garganta profunda tampoco nos cuentan quién es realmente ni que pinta el hermano de ella, ex alcohólico, ni el jefe ni el personaje de Bruno Bichir, que sigo sin saber quién es.

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