28.3.17

Fortitude (2x9): Vladek, el impredecible chamán, uno de los personajes de 2017

Vladek es uno de los personajes seriéfilos del año. El chamán de la segunda temporada de Fortitude es impredecible y, por eso, mola tanto. No sabemos si tiene poderes cósmicos, pero de lo que estamos seguros es de que no le importa quedarse en pelotas con la madre naturaleza a la primera de cambio.


(con spoilers de la segunda temporada de Fortitude, hasta el episodio 9 incluido)


Vladek cree ciegamente es que es un salvador. Y si tiene que matar o torturar o, incluso, automutilarse, lo hace. Hasta hace unas semanas, pensaba que había protagonizado una de las escenas del año, aquélla en la que, desnudo, entra sigilosamente en una ducha donde mata a Tomak, un asesino. Esta secuencia larga se regodea en cómo Vladek se desviste y entra como un gato silencioso a la ducha, mientras su víctima ni se entera. Vlaked no sólo le apuñala, cuerpo con cuerpo, en una imagen que recuerda a la de Viggo Mortensen en Una historia de violencia. También se las apaña para sacarle el corazón al muerto y llevárselo consigo.




Imagen via.

Robert Sheehan (el guaperas de Misfits) es Vlaked con su cuerpo fibroso. Vuelve a demostrar que no te puedes fiar de haberlo visto todo. En el episodio de esta semana de Fortitude hay una escena tremenda, que tiene lugar también en la misma ducha y que supera a la anterior.


Vladek, que acaba de apuntalar a un palo a Dan como si fuera Cristo, regresa donde mató al tipo. La sangre sigue estando allí, no había presu para darle una limpiada. Vladek vuelve a despelotarse y se sienta en el suelo. Y cuando creemos que NO es posible, sí, sí que lo es. Vladek decide cortarse el pito. Tal cual. Primero se inyecta algo que le duerma (y que roba del hospital cuando lleva hasta allí a Freya, interpretada por nada menos que Michelle Fairley, que sufre lo mismo que en Juego de tronos pero más lentamente) y luego se lo sutura sin desmayarse. Es un crack. Y en el suelo, efectivamente, vemos su pene cangrenado. No queda ahí la cosa, que el tío se va tan pancho andando.


Pasan tantas cosas en Fortitude que es imposible hacer un recap de todo. La segunda temporada es un cometarros importante, pero es adictiva como ella sola y tiene a un Dennis Quaid que, en ocasiones, parece Chucky de lo hinchada que tiene la cara. Lo malo es que Veronica Echegui no tiene tanto papel como en la primera entrega y me molaba más el "forastero tocapelotas" Stanley Tucci que éste con la nariz gorda interpretado por Ken Stott. Los muertos no están tan muertos y hay adioses que no nos esperábamos (como el de Hildur).

Como nunca había hablado de Fortitude en el blog, os dejo algunas de mis impresiones que he ido subiendo a Twitter.







1 comentario:

Juanmita dijo...

Que temporada mas raruna. La escena de la autocastración me hizo retorcerme en el sofá.