Son of Zorn, de FOX, podía haber sido una idea brillante entre tanta serie común, al mezclar animación y acción real, con un protagonista que es un guerrero de trazo grueso, tanto como su forma de ser y actuar.
(opinión/recap sin spoilers) Si hablamos del "hijo de Zorn", que así es como se llama la serie, nos quedamos con el típico loser que se averguenza de su progenitor que es un tío que se parece a He-Man (con la voz de Jason Sudeikis). Éste regresa a California, a nuestro mundo real, para intentar crear lazos, pero realmente lo que busca es recuperar a su ex mujer, justo en el momento en el que se entera que está prometida. Vistos los dos primeros episodios me esperaba que este personaje atípico (por ser dibujado, porque la historia es un topicazo donde los haya) cogiera las riendas del show y comenzase a transformar esas cosas que hemos cambiado para mal. Sin embargo, se convierte en una especie de Larry David con pectorales, asqueado de lo que le rodea, ninguneado por ser como es. Muchas de las costumbres que vemos en los personajes de Son of Zorn son típicas de los yanquies amantes del postureo, algo que no se entiende en un país como España en el que, creo, somos más como Zorn, es decir, pasionales, con ganas de vivir la vida a pesar de las responsabilidades, y de disfrutarla con sentido común. Sin embargo, Zorn se enfrenta a una panda que te cae mal lo mires por donde lo mires. Que si el hijo bebe genjibre para acompañar su wrap vegetariano, que si la madre comparte bicicleta con su prometido, que si acercarse a una chica podría suponer acoso… Alangulon, el hijo de Zorn, además, tiene la mitad del cuerpo animado (las piernas, que nunca se ven) como para justificar lo injustificable. No tiene sentido en la historia que una humana haya parido un hijo de un dibujo y lo solucionen a lo salomónico: partiéndolo por la mitad. Si tienes animación puedes hacer virguerías y ser un poco más cañero de lo habitual, eso es lo que me esperaba. Sin embargo, tienden al retrato familiar, a la moralina, y se exceden en ser excesivamente correctos en todo. Intenta Son of Zorn ser tan guay que la madre blanca está prometida con un negro y al hijo le mola una asiática. ¿La peli favorita de ella? Todo en un día. Es que… Para rematar, Zorn tiene una mujer como jefa en su trabajo. No sé si es que yo he mamado los años 80, la libertad y el no tener miedo a ser incorrecto, pero si te vas de la isla de Zephyria para conseguir el desprecio de una panda de pardillos, mejor volverte por donde has venido y seguir cortando cabezas. No me esperaba otra Heavy Metal (ojalá hicieran algo así actualizado), pero a Son of Zorn, demasiado convencional para el tono gamberro que prometía, le falta cachondeo, mala leche y crear incomodidad de verdad.
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