(con spoilers) La cuarta temporada de The Americans se centra de nuevo en la confianza. Paige ya sabe la verdad sobre sus padres, pero no sabe qué hacer con ella. En realidad, la hija de los Jenning siempre ha sido un poco el leitmotiv de la serie, pues representa el futuro del espionaje ruso en América. ¿Esta nueva generación, que ha nacido y crecido en EE UU, apoyará la lucha de sus padres? Me temo que no.
Recordemos que Paige ya se enfrentó a sus padres en aquel magnífico episodio 2x9 en el que Philip daba miedo, rompiendo la Biblia delante de sus narices. Paige nos caía mal, tal vez, porque era tremendamente religiosa. Pero, poniéndonos en su piel, si te sientes del país en el que has nacido, ¿cómo traicionarlo? Es más, ¿cómo confiar en esos padres que te han mentido?
El episodio 4x1 de The Americans retoma esta historia. Al final de la tercera temporada, Paige se lo contaba a Tim, el cura pesadilla. Gabriel y Claudia insistían en que Paige tenía que sumarse a la causa, algo que preocupaba a Philip y a Elizabeth. ¿Tomarían algún tipo de represalías si Paige se negaba? Philip estaba cansado y Elizabeth anteponía el trabajo al amor. Paige se toma un café con su madre en la cocina mientras charlan sobre las fuentes de los espías. Aparente normalidad, sólo eso, porque Paige sigue flipando y sigue acudiendo a Tim y es incapaz de entrar en clase cuando sus compañeros juran lealtad a su país.
La temporada comienza con uno de esos secretillos en forma de flashback que siempre nos dejan noqueados. El niño Philip mató a pedradas a otro chaval que le hacía bullying. Eso es algo que le atormenta y es una de las cosas (sin contar su desenlace) que comparte en la terapia de grupo a la que acude la ex mujer de su vecino, Beeman. Resulta cuanto menos gracioso que Beeman se mosquee con él porque piense que están liados y que le zarandee justo cuando Philip lleva en el bolsillo de su chaqueta un frasquito en forma de arma de destrucción masiva.
El personaje de Martha me fascina y en este episodio se luce de nuevo. A pesar de saber que "su marido" Philip es un asesino, ella llora y se queja y alucina, pero sigue a su lado. Beeman cada vez se le acerca más, ojalá comience a atar cabos y los veamos a todos enfrentados. El personaje de Nina se me escapa un poco y me aburre todo lo que ocurre del otro lado.
Momento peluca. En este episodio los de peluquería y maquillaje se han salido. Philip aparece con el pelo, bigote y barba rubios, y me acuerdo de la finale de Dexter. Es un cantazo. Es su forma de disimular su encuentro con el tipo que le dará las armas bacteriológicas, interpretado por Dylan Baker, que siempre tiene pinta de villano.
Episodio 4x2
El perfume del hijo de los Jenning. No sé a dónde irá a parar este tema, pero Elizabeth y Philip notan que su hijo se echa tela de colonia. En el episodio 4x2, Beeman también se percata del exceso, cuando el hijo de los Jening le confiesa que está enamorado de su profesora. Así sabemos que usa Ralph Lauren y Beeman le regala un frasco de su hijo.
Tainted Love. La canción de Soft Cell suena mientras Philip con mucha sangre fría estrangula a un segurata que podría poner en peligro una de sus operaciones. Me recordó a aquella famosa escena de Tony Soprano cargándose a uno con sus propias manos en Los Soprano.
+Las claves del vestuario de The Americans.
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