16.10.15

Crítica. La cumbre escarlata, Guillermo del Toro firma un relato clásico de fantasmas con una ambientación apabullante

Fui a un pase para blogueros, sin muchas expectativas. Había leído que era una película de fantasmas, con una mansión encantada, con Mia Wasikowska, la Alicia de Tim Burton. ¿Me recordaría a su cine? De hecho, a la salida más de uno salía enfurecido de la sala diciendo: vaya mierda. Sin embargo, para mi sorpresa, me metí de lleno en esta historia aparentemente dulce (por la rubia protagonista), pero retorcida y ambigua. No es una película que dé miedo, de hecho, la historia no es original en absoluto, es una peli de fantasmas de las de toda la vida, esas almas en pena que abren puertas e incordian, pero que no llegan a acojonar. La película de Guillermo del Toro huye del suspense para abrazar el terror gótico, novelesco. Compensa lo previsible del argumento (una mujer es advertida por un fantasma, es seducida por un tipo que no es de fiar), algunas escenas, pelín gore, bastante crudas, en las que se muestra el asesinato sin contemplaciones. Lo más interesante de La cumbra escarlata es su espectacular ambientación, el vestuario, magnífico, todo está pensado al detalle. Es una auténtica gozada disfrutar de cada secuencia, desde el principio mismo del filme, hasta que llegan a la famosa casa que da título a la película (en inglés, Crimson Peak, como si se tratara de la mansión Manderley de Rebeca), que, siendo puntillosa, me va gustando menos. Es decir, me interesa más todo el proceso hasta que llegan a la casa, que el desenlace mismo del filme. Gran parte de la primera hora habla también de un romance, claro, uno de esos amores que supones trágicos, pero que sientes como puros, muy metafórico y literario. De hecho, hay un guiño en la película sobre el manido uso del género, cuando la protagonista, Edith, escribe un relato de fantasmas al que aconsejan añadir la susodicha trama amorosa, que le hará tener cierto tirón. Y, sí, me gusta mucho esta historia de amor a lo Jane Austen, combinada con el terror más clásico. En cuanto a los actores, me quedo con Tom Hiddleston, como marido raruno, y su hermana, Jessica Chastain, en un registro sorprendente (esta tía puede hacer lo que quiera). Al principio se hace difícil juntar al actor con Mia Wasikowska, pero acabas enamorándote de la pareja. Un par de peros: Charlie Hunnam no pega ni con cola como pretendiente flojito de la prota y la apariencia de los fantasmas podían habérsela currado más, inventando algún efecto, aunque, insisto, lo compensan unas cuantas escenas que no ves venir y que nada tienen que ver con los fantasmas. Fans de The Strain, también de Guillermo del Toro, sale Jonathan Hyde (Eldritch Palmer) casi irreconocible.

La cumbre escarlata se estrena en España el viernes 16 de octubre. 

2 comentarios:

Kaoru dijo...

A mí como peli me pareció flojilla. Los actores me encantan y la ambientación es sensacional. La historia es clásica y podría haber funcionado perfectamente, pero para mí todo es muy previsible desde el principio y hay momentos muy repetitivos en la trama, además de que los personajes no avanzan.

Ari dijo...

Más aburrida que ver un documental de La 2... Eso sí, Del Toro debería ser decorador de interiores: la película luce como una postal. Ahorraos el dinero y no vayáis a ver The Crimson Peak. Alquilad una peli de la Hammer, que viene a ser lo mismo.