Si en televisión Judd Apatow ha confiado en Lena Dunham para darle un palo a los convencionalismos de una generación en Girls, en cine había confiado hasta ahora en su amigo Paul Feig, produciéndole versiones en femenino (leáse La boda de mi mejor amiga) de sus propias películas para tíos. En Y de repente tú, por primera vez, dirige un guión que no es suyo, sino de Amy Schumer, una monologuista que, en poco tiempo, se ha hecho un hueco entre lo más granado de la comedia en EE UU y sin necesidad de formar parte de la cantera SNL. Lo cual ya es un logro. Amy Schumer actuó en Girls, pero también en Louie, Larry David y Rockefeller Plaza. De esta última debió de aprender lo que le funciona a Tina Fey: pelear con sentido común contra esa caricatura constante que se hace de la mujer perfecta, del amor perfecto. Para los que conocen su serie Inside Amy Schumer, cuidado, en Y de repente tú, la actriz ni es tan subversiva ni tan políticamente incorrecta. Esto es cine, no es televisión. Si Louie hiciese una película sobre sí mismo seguro que también se cortaba un pelo. Judd Apatow no es Seth MacFarlane, para entendernos. Tampoco creo que Amy Schumer quisiera poner a la mujer a la altura de sus hombres de Supersalidos. En Y de repente tú hay un análisis de diferentes tipos de mujeres (Amy, su compañera de curro, su jefa, su hermana, las amigas pijas de ésta), como le gusta a Apatow. La hermana de Amy bien podría ser Leslie Mann en Lío embarazoso (pero sin quejarse), por ejemplo. Y aunque, sí, no deja de ser una fábula sobre las relaciones de pareja inesperadas, del amor inesperado, esta comedia contiene algunas secuencias, reflexiones y planteamientos que, tal vez, no sean originales pero resultan descacharrantes. Que Amy no tenga amigos ni amigas; que el amor comience por la amistad; que el sexo sea tan vital como respirar para una mujer; que no ser madre siga suponiendo una rareza… son temas que me interesan mucho. También el acierto a la hora de elegir secundarios que arropen a la actriz, todos, magníficos, especialmente una atractivísima Tilda Swinton (de la que nos gustaría haber sabido más) y ese Bill Hader que personalmente me ha sorprendido mucho. Para los aficionados al basket el plus de contar con un graciosísimo LeBron James y con conocidos cameos como los de Jon Glaser (hace casi el mismo personaje que en Parks and Recreation; esa Amy Poehler también muy presente), Marisa Tomei y Daniel Radcliffe en una peli dentro de la peli; Method Man de refilón; Matthew Broderick, Marv Albert y Chris Evert haciendo de sí mismos; Ezra Miller (Las ventajas de ser un marginado), etc. Y de repente tú es una gran comedia con muchas lágrimas; también el comienzo de Amy Schumer en el cine, dejémosla que avance, que dirija su propia peli o que se ponga en manos de alguien más cañero. Entonces volveremos a hablar de un fenómeno que empieza a despuntar. Lo mejor: las interpretaciones y ese final bailongo que me puso la piel de gallina, identificarme con Amy en casi todo. Lo peor: no estar acostumbrados en comedia a escenas tan largas y más dramáticas que cómicas, los gestos de la actriz que puede caer mal de primeras, estereotipos que pueden cansar (el cachas afeminado). ¿La recomendaría? Sí. Pero luego te ves Inside Amy Schumer porfa.
Y de repente tú: estreno 14 agosto.
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