28.11.14

Piloto State of Affairs (Asuntos de Estado) Katherine Heigl a lo Homeland

Katherine Heigl no bebe tequila como Carrie, lo suyo son los Martinis
A la ya larga y manida lista de mujeres independientes, seguras de sí mismas pero con trauma a sus espaldas, se une Katherine Heigl en State of Affairs (NBC) que Calle 13 estrena el 9 de enero en España como Asuntos de Estado. La Heigl se pone a tono en los bares a base de Martinis, se acuesta con desconocidos, sale en bragas entre las sombras y se desahoga con su psiquiatra en plan Amazonas (esos vestidos falda pincel marcando tetamen). El asunto es éste: no me gusta la actriz conocida por ser la novata blandita de Anatomía de Grey y por chuscarse en una noche de borrachera a Seth Rogen y quedarse embarazada en Lío embarazoso. Es un prejuicio, i know it, así que me olvido de la actriz e intento ver al personaje, una analista de la CIA, acostumbrada a lidiar con jefazos machos alfa y con un equipo que la apoya, aunque en el momento en que la vemos en acción la acaban de endiñar a un nuevo colega que, según ella, se cree Tom Clancy (y al que le dice en toda la cara que es un viejuno). Lo peor no es que State of Affairs quiera sumarse al carro de series como Homeland o The Honourable Woman o incluso Madam Secretary ni que la susodicha, en efecto, parezca una superwoman un pelín increíble, no, lo tremendamente alucinante es que esta analista haya perdido a su prometido en una refriega bélica en Afganistán y que éste fuese el hijo de la presidenta de Estados Unidos, sí, una mujer negra (Alfre Woodard), que para eso, ya puestos, somos todos más chulos que un ocho (El Ala Oeste de la Casa Blanca megaguay). Es llevar un pasito más el rollo Scandal, añadiéndole a la política el morbo de la cama. Porque en el piloto descubrimos un montón de cosas que nos llevan a pensar (rápidamente) que a) el prometido no está muerto b) el 'asesinato' parece haberlo cometido el propio gobierno USA y c) Charlie, como la llaman sus coleguillas, ha 'olvidado' realmente lo que pasó durante ese tiroteo en el que también se encontraban ella y la madre-presidenta. Pero aún hay más. Cuando pienso que estas dos mujeres (la prometida y la presi) por ser mujeres son las que toman, al final, las decisiones más sensatas (frente a esa 'tribu' de tíos brabucones) me encuentro con una promesa que rezuma más venganza que Stallone en Acorralado. La analista viene a decir que no va a parar hasta encontrar y acabar con todos los que tuvieron que ver con la muerte de su chico. A lo que la presi (que unos minutos antes había alabado la música de Coltrane en el funeral-aniversario de su hijo) contesta: "Ésa es mi chica". Como quien habla de su doberman. Tomageroma. Para más inri (el piloto da mucho de sí y me da la sensación de que va a ser lo mejor de esta serie) hay alguien que envía a Charlie mensajes al móvil (como "vas muy very punk chic con esa cazadora", ¿perdón?), dándole a entender que sabe lo que ocurrió realmente. Charlie también cuenta con una especie de Saul como en Homeland, que no es otro que el padre de Dexter (James Remar). Cuando pensamos que no hay nadie más en la ecuación, aparece un tipo estilo MacGyver en casa de Charlie, con el que se bebe "su Scotch", que nos cuenta cómo en efecto ellos dos saben la verdad de aquel día, sólo ellos. ¿Quién más lo sabe entonces? ¿Cómo puede confiar la presidenta en semejante pájara? ¿Qué recuerda de aquel incidente la propia presi? ¿Si el novio está vivo porque no se acuerda de nada? ¿Quién gana y qué con este complot? A pesar de lo que pueda dar de sí, no puedo con Katherine Heigl, es muy mala actriz y no tiene nada que hacer al lado de Claire Danes o Maggie Gyllenhaal.

State of Affairs ha sido cancelada.



+Katherine Heigl sale en todas sus películas COMIENDO.

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