Cuando adelanté que harían la versión televisiva de Un niño grande
comenté, sin ver aún el piloto, sus previsibles peros: que los actores no son los de la película (Hugh Grant, Toni Collette y
Nicholas Hoult) y que no sé cómo alargaran la historia más allá de la estupenda novela de
Nick Hornby.
Lo que más me sorprende, a pesar de que el
piloto es clavado a la comedia de los
hermanos Weitz, es que se me pasa volando, me divierte y me veo haciendo comparaciones mentales con la película (Fiona no toca el piano, si no la guitarra y tontunas así). Han pasado 12 años desde que se estrenara, pero no nos olvidamos de esta tronchante comedia. Y gracias, sobre todo, al personaje de
Hugh Grant, que trabaja creando jingles, siendo el precursor del soltero egoísta de
Dos hombres y medio. Hombres así hay a puñados en prácticamente todas las series y pelis, son el contrapunto ideal para provocar enfrentamientos con el sexo opuesto, nosotras, las mujeres, más controladoras y aburridas... En fin.
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Miedo del brazo de Minnie Driver. |
Lo que hizo Un niño grande fue exagerar ambos puntos:
el tío inmaduro, oportunista y tontuno es capaz de lo que sea con tal de mojar el churro y la madre del niño –que él utiliza para ligar– es una loca vegana, reprimida e histérica. El niño estaba en el medio, aprendiendo que no todo lo que uno ve en casa es necesariamente bueno, sin perder, por ello, el respeto a su madre. Sin embargo, y es algo que me gusta de esta versión, es que la mami no es una feucha que pasa desapercibida.
El piloto de la serie no ofrece nada nuevo, es como ver un tráiler extendido de la película, pero está muy bien hecho. Te pueden gustar más o menos los actores, pero la realización es perfecta. Cuenta lo que tiene que contar, con golpetazos de humor y creando una base para futuras situaciones rocambolescas. En la peli me caía mal
Toni Collette, porque lo hacía de puta madre, y en la serie, Minnie Driver me cae mal de inicio, así que mejor (
aún la recuerdo en The Deep). El niño es absolutamente genial, no sé si se convertirá en otro guaperas como Nicholas Hoult (novio de Jennifer Lawrence), pero no lo tenía fácil y consigue hacerme olvidar al Marcus original.
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Piquetón. |
Y en cuanto a él,
David Walton (New Girl), es como Hugh Grant, un tipo normalucho que se saca el máximo provecho, no tiene la sonrisa pícara insustituible de Hugh Grant, pero lo compensa marcando paquetón exagerado en una escena en calzoncillos.
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La peli original, insuperable. |
Veré el segundo de About a Boy, porque entiendo que es ahí donde la serie tomará cuerpo, alejándose del original y creando un universo propio. Will y Fiona son vecinos, así que no les queda otra que aguantarse. A diferencia de la feúcha Toni Collette (casi que la sacan como en La boda de Muriel), sí me imagino a Will liándose con Fiona, cosa que no vemos en la peli. Y, sobre todo, espero que al ser una serie se atrevan a proponer tramas que no hubiéramos visto de la mano de Hugh Grant (por ejemplo, la broma pseudopedófila), que arriesguen. Pero es lo que hay: todos los personajes irán cambiando porque son casi de ciencia-ficción. Si se vuelve muy moñas o trágica (el creador es productor de
Parenthood) tiraré la toalla. Tampoco me gusta nada el ligue de él, no soporto a
Leslie Bibb. Por cierto, el piloto lo ha dirigido
Jon Favreau (
Iron Man) y uno de los productores es
Robert De Niro.
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