11.8.13
Crítica Dolor y dinero, de Michael Bay, ambición anabolizante
La realidad supera la ficción y puede dar grandes historias como ésta. A medida que ves Dolor y dinero te preguntas qué límite tiene la ambición humana, máxime cuando ésta se ve perjudicada por los anabolizantes. Tres mazados de gimnasio secuestran a un ricachón para quedarse con su dinero. Lo que parecía una operación sin más complicaciones se les va de las manos. Pero eso no es obstáculo para que ellos sigan adelante. Que el póster en español no te engañe. En Dolor y dinero son tres los protagonistas (ella es una fulana que no viene al caso): Mark Wahlberg, el cabecilla, alguien que quiere conseguir el american dream como sea; La Roca, un tipo religioso que teme por su alma, y Anthony Mackie, el que se deja llevar por estos dos. El secuestrado es Tony Shalhoub, más conocido por ser el prota de Monk. Michael Bay logra desencasillar a estos mazados y nos hace sonreír con lo que en realidad es un absoluto drama. En la narración abundan los toques cómicos (no es para menos) y escuchamos por boca de los involucrados en voz en off cómo vivieron ellos sus historias. Todos están magníficos, y cuando parece que el guión no da para más, entra en acción un detective privado interpretado por Ed Harris. Quédate al final de la película porque aparecen las caras de los verdaderos protagonistas de esta increíble historia, unos inconscientes, devorados por su propia ambición llevada a unos extremos incomprensibles. (Spoiler: ¿por qué se quedaron en Miami, por qué no huyeron con el dinero? Eso demuestra que, además de inconscientes, eran unos pringados. Se creían invencibles, superhéroes).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario