5.8.12
Crítica. Prometheus, de Ridley Scott, si Alien levantara la cabeza
JJ Abrams rodó Super 8 como homenaje a Steven Spielberg (el ET del siglo XXI), contando con la ayuda de su admirado director. Demon Lindelof, guionista de Perdidos y amiguete de J.J., no iba a ser menos, y fue a más. Escribir (aunque lo dejen en duda) la precuela de Alien, de Ridley Scott, dirigida por el mismísimo Ridley Scott, Prometheus. Algo tan prometedor desde el mismo título, pero tan peligroso como el atrevimiento, por ejemplo, de Michael Haneke al rodar Funny Games por segunda vez. Que es como intentar hacer exactamente lo mismo pero con más presupuesto. Scott ha contado efectivamente con mucha pasta para contratar a un trío de actores que, de todo el paquete, es lo mejor de Prometheus, aunque no me lleguen a entusiasmar: Michael Fassbender como el androide maquiávelico (¿a lo Blade Runner?); Charlize Theron como fría supervisora de la misión y Noomi Rapace como la nueva Sigourney Weaver, con embarazo incluido, quizás, la mejor escena de este Prometheus (algo gore entre tanta modernez) que se desinfla en cuanto se pone místico (guión, ¿dónde estás?). Yo me esperaba más acción. Hasta una larga primera hora de película no ocurre nada. Me refiero a que parece que va a pasar pero sólo asistimos a una, eso sí, espléndida ambientación de lo que nos espera (el arranque es maravilloso, con ese enigmático semidios, hombre efigie). Esto crea muchas expectativas, así que cuando pasa lo que pasa sabe a poco. ¿Qué pinta la pareja de incautos que se queda fuera de la nave? Su destino es más que obvio. Como ocurría con Super 8, para el que no viviera el visionado de ET como parte de su niñez-adolescencia le parecería una gran película; para los demás, donde me incluyo, me pareció innecesaria y bastante plana. Comparte Super 8 con esta Prometheus que los alienígenas son lo de menos. Pues vale. Si viste Alien, el octavo pasajero (1979), la original, hay escenas que forman parte de la historia del cine. Era una peli sucia, sin pretensiones, con personajes muy bien construidos, donde imperaba la acción, la sorpresa. ¿Para qué volver atrás? El guionista de Alien, Dan O'Bannon, ya había escrito para John Carpenter una peliculilla de serie B, Dark Star, en 1974, de la que surgiría la futura Alien. Ya en Dark Star la máquina se rebelaba contra el hombre y la Bomba, un dispositivo de la nave, se preguntaba sobre el origen del Universo. De la mano del lostiano Lindelof, Scott se deja llevar por las peligrosas aguas de lo metafísico, pero Prometheus no es 2001, de Kubrick, o El árbol de la vida, de Malick, y ése es su mayor desacierto. Si te sentiste estafado por el final de Lost ya sabes a lo que me refiero.
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1 comentario:
Meter al idiota del gafitas (me refiero al guionista), que tiene mas infulas de celebritie (no hay mas que ver las tonterías que hacían los guionistas de Lost fuera de las camaras, para atraer la atención y yendo de nerds guays, con sus post y sus chorrivideos), que de buen guionista ha sido el peor error que podían cometer en esta pelicula, a parte de no respetar la coherencia en la historia.
Me gustan tus analisis porque eres incisiva y no te casas con nadie. De nuevo, tienes toda la razon del mundo. La peli es un truño.
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