15.10.11

Crítica. Contagio, don't touch this


Lo que da de sí la canción de MC Hammer, Can't Touch This. Cuidadito con lo que tocas. Contagio, en la que Steven Soderbergh cuenta cómo se propaga a nivel mundial una epidemia desde el paciente cero, me ha gustado: tiene un ritmo trepidante, un estupendazo elenco de actores (hasta Matt Damon está bien, Bryan Cranston de militar me parece flojo) y unas cuantas escenas inolvidables (la autopsia a Gwyneth Paltrow, por ejemplo, y no es un spoiler porque es la paciente cero que sale nada más empezar la peli). Lo único que se le puede echar en cara es cierta frialdad, pero al fin y al cabo, los humanos, en un caos de esas proporciones, no somos más que números, números con mayor o menor suerte de una lotería. Un aviso: si vas al cine y se te sienta al lado alguien con costipado, que tosa, sufrirás. Y para los aprensivos: vereis por todos lados, en el metro, sobre todo, en el restaurante, en el baño, detalles que te harán recordar la película. El director consigue transmitir nuestra vulnerabilidad, no somos nada y dependemos de las bacterias, de nuestras defensas y, sobre todo, de científicos inteligentes. Luego, está la política, las grandes empresas, las corporaciones, la burocracia, y toda esa mierda, claro. Pero, en el fondo de todo esto, siempre habrá acciones (casi siempre ocurren de forma individual) que nos sigan demostrando que la raza humana merece sobrevivir. Por cierto, lo mejor, para mí, llega al final. Al fin y al cabo, Contagio es un thriller con su desenlace y moralina.

No hay comentarios: