22.4.11

Goodbye America, Al Lewis, de drácula en La familia Monster a activista político


Había oído hablar de este documental de Sergio Oksman y ahora que me estoy acabando la segunda temporada de La familia Monster he encontrado el momento oportuno para verlo. Primera sorpresa: fue producido por el español Elías Querejeta.
Goodbye América es muy interesante para descubrir la cara oculta de Al Lewis, el abuelo drácula de la serie, un tío liberal, con buena memoria ("mi mayor miedo es la senilidad"), que fue candidato político en Nueva York en 1998 y que, a través de un programa en la radio, dio bastante caña a su Gobierno casi hasta el final de sus días.

Lo mejor de Goodbye América es él, cómo narra sus vivencias y cómo ataca sin morderse la lengua la política yanqui. Lo peor, que son 80 minutos con bastante relleno. He echado en falta saber más datos biográficos contados por él mismo (Al Lewis mintió en algunas cosas que luego se han medio descubierto) y cómo se forjó ese espíritu luchador (habla algo de su madre, su ejemplo en la vida, pero poco más). Una oportunidad única para que lo hubiera contado él de primera mano.

En Goodbye América, mientras es maquillado como el personaje que más fama le dio, el actor va contándole al maquillador algunas anécdotas de su vida. Da cierta pena verle tan mayor y cada vez peor, a medida que le añaden más maquillaje grisáceo, mortecino, en la cara. Comienza contando que tiene 92 años, que nació en 1910 en el peor barrio de Brooklyn, Brownsville, un guetto de judíos. Sin embargo, cuando Al Lewis murió en 2006, tras una larga enfermedad (le tuvieron que cortar una pierna y los dedos de la otra, esto no se ve en el docu), uno de sus hijos (tuvo tres, aunque tampoco habla mucho de ellos), confirmó que su padre no había nacido en 1910 sino en 1923. ¿Por qué se añadió años? Dicen que por la serie. Él interpretaba al padre de Yvonee de Carlo, que en realidad había nacido en 1922, y tendría un año más que él. Lo hizo para darle credibilidad al asunto. Sin embargo, en el docu en todo momento se refiere a sí mismo como un nonagenario.

De raíces polacas y alemanas, según la web oficial del documental, Al Lewis hizo de todo: fue payaso de circo, vendedor, ojeador de baloncesto para la NBA (era un fanático de este deporte), tuvo una agencia de espías y fue dueño del restaurante del Greenwich Village, Grampa's. Hasta dio clases de psicología infantil y escribió un par de libros sobre el tema. Aunque según la Universidad de Columbia, donde dijo haberse sacado el doctorado en 1941, esto no fuera cierto. Antes de convertirse en actor, viajó por todo el mundo y llegó a vivir en Italia.

En la serie Patrulla 54, coincidió con Fred Gwynne (el futuro Herman Monster), y después ambos en La familia Monster, papel que le marcaría de por vida. Tuvo tres hijos de un primer matrimonio (Marge, 1956-77), y se volvió a casar con Karen (desde 96), que sale en el documental. En 1998 se presentó a Governador por el Partido Verde (esto se ve en el docu y tiene su gracia). No nos cuentan, sin embargo, que a pesar de no ganar, obtuvo más de los 50.000 votos que necesitaba para asegurar al partido un puesto durante cuatro años.
Su madre aparece nombrada varias veces, como su referente en la vida, luchadora y tenaz. "No sé de dónde le salía ese espíritu", dice, porque la mujer, explica, lo dio todo por su familia, se trajo a sus padres y a sus hermanas a Nueva York, todo lo ahorró, "nunca fue al cine, nunca vio una película". Me decía siempre: "La mejor almohada es la que está llena de buenos recuerdos". Aunque no profundiza y se queda en la superficie, el documental da algunas pinceladas interesantes.

Al fue bombardeado en la Segunda Guerra Mundial ("eso es miedo. No entiendo por qué la gente quiere pasar miedo"); defendió la libertad política de su amigo, el cantante negro Paul Robeson (interesante personaje también); criticó a Gary Cooper, al que llama estúpido por ser uno de los que declaró en la caza de brujas de Hollywood y la guerra de Vietnam ("el Gobierno mintió, fue una guerra clasista").

Lo mejor: la frase "Me gusta luchar. ¿Irme de mi país? Vaya a donde vaya estaré sometido a la política exterior de Estados Unidos".

Genial: la anécdota con Kissinger, al que se encontró en un avión. Al iba sentado junto a un director de cine y éste le comentó que Kissinger se había sentado delante de el. "¿Quién? ¿Ese asesino?", exclamó el actor. Dice que el director no sabía dónde meterse...

Al final, ya maquillado, sonríe, se mete en el papel y le dice al maquillador. "Nada de política. Han crecido con el abuelo Monster, no con el abuelo activista".

Recomendable, y la serie La familia Monster (The Munsters, web oficial), también.

+¿Habrá remake de Los Munsters de Bryan Singer? Link.

1 comentario:

marguis dijo...

Así como lo recomiendas dan ganas de verlo, estos días estoy decidiendome si ir a ver The Inside Job o no... será la semana de denuncia activista?
Saludos