Lo prometido es deuda, y estas son las cosas que a una le alegran el día. Hace unos meses hicimos la Ruta Alcorta, que consistía en irte de vinos y tapear por Madrid. La gracia, además de tapear por locales del centro, probar nuevas cocinas y saborear el vino Alcorta, es que si sellabas tu pasaporte en cuatro de los locales concertados entrabas en el sorteo de 1.000 botellas. Y voilá! una de esas botellas me ha llegado tiempo después. Y lo que más me ha gustado es el detallazo de personalizar la caja: no sólo con mi nombre si no con las fotos de las tapas y los nombres de los cuatro locales en los que estuvimos (Taberna Txacolina, Taberna La Concha, Tapas Sentao y Toma Jamón Almendro). Un lujazo, daba pena abrir y beberse el vino...
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