¡Por fin se estrenó la cuarta temporada de Betty! Nada menos que 1 hora y media de regreso. Y ha dado mucho de sí, aunque la idea principal es que ésta es la temporada de la metamorfosis, o al menos, de ciertos cambios en todos los personajes. Betty regresa a su revi pero Daniel ya no es su jefe. Pasan a la siguiente etapa: ahora son amigos. Ella cambia de gafas (oye, algo es algo) y él se deja barba (tendrá que superar la muerte de su novia).
Cameo excepcional.
Lynn Redgrave como una diseñadora de joyas que tiene en su casa mariposas sueltas, metáfora del cambio que experimenta (y experimentará Betty) en esta temporada. La ctriz se conserva genial. Ha sido un gustazo volver a verla en activo.
Matt es el rencoroso ex de Betty, su nuevo jefe. Se ha cortado el pelo y parece dispuesto a fastidiarle el editorial. Pero vemos cambios en el horizonte… ¿Tendrá celos de Daniel?
Marc no habla a Betty porque le ha quitado el puesto, pero se hace coleguilla de su sobri porque comparten experiencias bullying (Justin comienza en el siniestro insti nada fashion). Y su sempiterna ladilla, Amanda, descubre que lo de ser recepcionista como que ya huele…
De lo mejor, lo superior. La hija de Willhelmina ha matado a un tipo a lo Dexter (vemos cómo las dos limpian el lugar de crimen que es un yate, como en el que navega el serial killer más famoso de la TV). Lo más intrigante es que la actriz (arriba),
YaYa Dacosta, no es la misma, que me la han cambiado. Sustituye a
Jowharah Jones, que apareció en la anterior temporada. Y como no se parecen en nada, la coña de Marc: ¿te has operado la nariz?
¡Por fin se estrenó la cuarta temporada de Betty! Nada menos que 1 hora y media de regreso. Y ha dado mucho de sí, aunque la idea principal es que ésta es la temporada de la metamorfosis, o al menos, de ciertos cambios en todos los personajes. Betty regresa a su revi pero Daniel ya no es su jefe. Pasan a la siguiente etapa: ahora son amigos. Ella cambia de gafas (oye, algo es algo) y él se deja barba (tendrá que superar la muerte de su novia).
Cameo excepcional. Lynn Redgrave como una diseñadora de joyas que tiene en su casa mariposas sueltas, metáfora del cambio que experimenta (y experimentará Betty) en esta temporada. La ctriz se conserva genial. Ha sido un gustazo volver a verla en activo.
Matt es el rencoroso ex de Betty, su nuevo jefe. Se ha cortado el pelo y parece dispuesto a fastidiarle el editorial. Pero vemos cambios en el horizonte… ¿Tendrá celos de Daniel?
Marc no habla a Betty porque le ha quitado el puesto, pero se hace coleguilla de su sobri porque comparten experiencias bullying (Justin comienza en el siniestro insti nada fashion). Y su sempiterna ladilla, Amanda, descubre que lo de ser recepcionista como que ya huele…
De lo mejor, lo superior. La hija de Willhelmina ha matado a un tipo a lo Dexter (vemos cómo las dos limpian el lugar de crimen que es un yate, como en el que navega el serial killer más famoso de la TV). Lo más intrigante es que la actriz (arriba), YaYa Dacosta, no es la misma, que me la han cambiado. Sustituye a Jowharah Jones, que apareció en la anterior temporada. Y como no se parecen en nada, la coña de Marc: ¿te has operado la nariz?
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