Por fin nos damos una juerga para el cuerpo, el señor Bruque, la fotogénica Diana que sale en todas, Jose (que se deja besar) y yo, ya con muchas ganas de pillarla. Y cuando te puedes gastar la pasta ¿qué es lo mejor que se puede hacer? Pues salir a beber cocktails al Josealfredos, bailar en el Barco y cuando te has recuperado cenar en un japo tan molón (y barato) como el Nagoya. Había nostalgia de nuestro viaje a Japón. Cerveza Sapporo, empanadillas, fideos fritos con pato, sushi (de atun y salmon) y makis variados. De postre, helado de té verde y bolas de arroz con helado. Rico, rico.
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