*Viernes tarde en Fitur. Entro acreditada a las 3:30 de la tarde. Salgo a las 7 cuando la feria cierra. Se supone que hoy es sólo día de visitantes profesionales y prensa, pero hay gente de todo tipo. Es decir, está petado. Y eso que el fin de semana se prevé saturación de gente, como todos los años. En vez de recopilar info para visitar países lo que haces básicamente es acercarte a los países a los que sí has ido para ver cómo se lo montan. A esto hay que añadir que dan de comer y de beber de gratis prácticamente en todos stands así que Fitur se transforma en Bebertur. Una cerveza en la República Checa (dicen, la mejor del mundo); una Coronita en México, con sus cactus danzarines y rancheras a toda leche; un pincho de morcilla y queso curado con vino blanco en Burgos; un pelotazo de Brugal con Cola en la República Dominicana (había otra variante, con Cacique, en Cuba, también mojitos); un café en Jamaica (la otra variante era en Colombia); un postre en Brasil y un fino en Antequera. Para cuando llegué a Andalucía (uno de los pabellones más grandes junto a la Comunidad Valenciana) ya cerraban. Me apunté a varios sorteos para viajes y hoteles, pero el más original fue el sorteo de varios salmones ahumados en Noruega. Un punto: busqué Kazajistán, por el rollo Borat, pero sólo encontré Ubejistán, donde daban pasas y bolis de un hotel. En fin, una paliza.
*Sábado mañana poniendo baldas en casa. Por la noche había perdido agua el termo de la cocina de mis vecinos y sale agua de un enchufe. Se va la luz. Vienen los fontaneros de urgencia por la tarde-noche. A la vecina, que le cubre el seguro, le cuesta nada menos que 500 euros la reparación. Lo peor es que el domingo por la mañana hace ruidos extraños, damos el aviso y vuelve el fontanero. El termo tenía un escape porque había acumulado gas, podría haber explotado. Genial. El fontanero nos avisa de que la separación entre nuestras paredes no es legal. Hay tantas cosas no legales en nuestro edificio que no sabríamos por donde empezar para empezar a meter mano.
*La mejor parte es el sábado a la hora de comer. Nos tomamos unas cañas por Lavapiés, qué pena que esté hecho una mierda porque los bares son de lo mejor. Acabamos comiendo en un semi vegetariano de la calle Argumosa. Y está todo buenísimo. Me recuerda a cuando estuve comiendo en Cuba, ese rollo sencillo pero sabroso, y barato. Cus cus, tarta de puerros y tarta de chocolate brutal.
Aquí la sucesión de platos.
Al fondo, setas con patatas, más casero, imposible.
Tarta de puerros.
Solomillo con puré de pera y frambuesa.
Cus-cus
La tarta
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