6.3.21

Angela Molina, premio de honor Goya 2021

La actriz Angela Molina recogerá esta noche su Goya de Honor 2021, el primer cabezón de su carrera, tras haber recibido cuatro nominaciones a los premios. Publico un semblante en la revista InStyle de marzo.


Angela Molina de Etro Alta Costura en los Goya 2020


Portada de marzo de la revista InStyle con Georgina Rodriguez

Un milagro del cine español 
La descubrió Buñuel, fue chica Almodóvar y la primera española en llevarse el Oscar italiano. A sus 65 años, ÁNGELA MOLINA, cinco veces nominada, recibirá en Málaga el Goya de Honor por “su autenticidad, su indiscutible talento y su especial sensibilidad”. 
“No me esperaba el premio para nada”. Esto es humildad y lo demás son tonterías. Ángela Molina (Madrid, 1955), actriz de raza y “uno de esos milagros que ocurren de vez en cuando en el cine español”, como resumieron con orgullo desde la Academia de Cine, no había ganado nunca el Goya. Hasta ahora había sido “ese oscuro objeto de deseo”, parafraseando el título que la lanzó a la fama en 1977. Qué mejor padrino que Luis Buñuel que ya entonces confesaba embelesado: ‘Molina, la quiero’. Como para no querer a esta mujer capaz de transmitir una serenidad incierta, tal vez reflejo del que vive de forma intensa. El 6 de marzo Ángela Molina recibirá el Goya de Honor en la 35 edición de unos premios que se celebrarán en Málaga, la cuna de sus raíces, de su padre, el mítico cantante y actor Antonio Molina. Un reconocimiento, según el comunicado oficial, en el que se destaca “su autenticidad, su indiscutible talento y su especial sensibilidad”. Este premio que todo actor sueña con llevarse a casa, aunque luego la mayoría lo esconda al fondo de la estantería o lo coloque con sorna en el baño, ha hecho “muy feliz” a la veterana actriz que reconocía que días antes de la noticia había estado en la Academia y al ver el busto gigante del maestro sintió “algo muy familiar… y resulta que me lo voy a encontrar en mi casa dentro de poco”. Cinco veces la suerte le dio la espalda. Creyó triunfar a la primera, con La mitad del cielo (1987), personaje por el que sí se llevó la Concha de Plata en Donosti, y que fue a manos de Amparo Rivelles. La Molina que soñaba pero dejó de fantasear, pensó entonces: “Amparo es mayor, yo tengo tiempo”. Y en efecto, con 65 años, casi cinco décadas de profesión y más de 150 películas a sus espaldas, le ha llegado su momento. “Ahora me toca a mí, que soy mayor. Ha venido cuando tiene que ser, si es que tiene que ser”, insistía sin apearse de la modestia. Había repetido como candidata a mejor actriz protagonista con Luces y sombras (1989) y Las cosas del querer (1990), en la que además interpretó las canciones que para eso es maestra de danza clásica española (hasta grabó en los locos 80 un disco con Georges Moustaki). Siendo chica Almodóvar en Carne trémula (1998) estuvo a punto de lograrlo como actriz de reparto, y la última vez hace ocho años con la insólita Blancanieves. El Goya se le ha resistido, pero lo ha compensado con creces, con el Premio Nacional de Cine, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o la Medalla de Oro de la Academia, entre otros galardones, y puede presumir de haber sido la primera española en conseguir el Oscar italiano, el David di Donatello. Además de trabajar con los mejores, tanto en España, como en Francia, Italia o Argentina, de Bigas Luna a Jaime Chávarri, de Gerardo Vera a Ridley Scott, de Imanol Uribe a Julio Medem… ha compartido escenario con su hija Olivia, continuadora de la saga, primero en teatro (El graduado) y el pasado año en la serie La valla uno de los fenómenos televisivos de la temporada. Incombustible, entre manos tiene un par de estrenos pendientes en salas; el rodaje de la serie Un asunto privado, como madre de Aura Garrido, y un retrato de la sociedad actual con Vera Fogwill. “Amo mi oficio como se ama un misterio”, asegura esta antidiva, una de las actrices más relevantes del cine español. Dónde guardará el Goya, ese sí que es un misterio…


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