La khaleesi de Cristal Oscuro. |
CARNIVAL ROW
Un detective humano (Orlando Bloom) y un hada (Cara Delevingne) se enamoran. La serie comienza cuando ambos están separados: ella cree que él murió. Pero hay más en Carnival Row, el nombre del local donde van los puteros a montárselo con las hadas (ojo al momento levitación, muy The Magicians, gracias a las alas de una de ellas). La miniserie, muy acorde a los tiempos que vivimos, está llena de simbolismo: las hadas y el resto de monstruos son refugiados que llegan en barcos al Burgo, lo que podría ser una Londres victoriana. Son acogidos por unos (el hada asiste como criada, el detective los defiende) y rechazados por otros que los acosan e, incluso, intentan aniquilar. A lo Jack el destripador, el detective quiere atrapar a un asesino racista, y esta parte del thriller me interesa un poco más, porque la fantasía no es que sea uno de mis géneros favoritos. Escuchar "por la gracia de Titania" o pretender que sea estética la cabeza de una mujer con unos cuernos de carnero no es lo mío. Cara Delevingne defiende otro personaje empoderado, una especie de Campanilla intrépida, que ayuda a los suyos y que aletea sus alas para poder escapar. Pena que una piense en la Defred de El cuento de la criada cuando se une a la resistencia. Orlando Bloom va de Sherlock Holmes, gesticula como nunca antes, intentando darle una mayor madurez a su personaje, con un bombín un tanto ridículo que me recuerda a uno de los gemelos de Tintín, algo le falta que no me llega a interesar nunca. Se la ve una serie ambiciosa, pero que mezcla demasiadas cosas. También incluye a Jared Harris (que siempre me gusta) como un político atacado por varios frentes y a la familia que acoge al hada cuyo nuevo vecino es un fauno con pasta, algo que les hace enfrentarse a sus propios tabúes. No llega a engancharme, a pesar de que tiene momentos interesantes, y sin saber mucho más no sé por qué todo (incluido al asesino) me recuerda a otra serie: El alienista (ésta sí la recomiendo).
CRISTAL OSCURO: LA ERA DE LA RESISTENCIA
Hablar de Cristal Oscuro es abrir un importante melón. También cuenta con un hada, Brea, que en una de las primeras escenas del primer episodio "entresueña" con su novio y recuerda cómo ella fue quien le plantó el primer beso. Vamos, que es otra Campanilla aguerrida y feminista (además de que físicamente se parece a la khaleesi de Juego de tronos). Bien. Para los que no vieseis en su momento la mítica Cristal Oscuro, solo deciros que fue un auténtico pepinazo. Nos gustaban las marionetas, Barrio Sésamo, La Bola de Cristal. Fuimos una generación que atendía a peluches que hablaban y nos parecía de lo más normal. Jim Henson y Frank Oz crearon en 1982 esta fantasía que nos dejó alucinados (yo tenía 11 años cuando la vi). Mi problema es que su secuela no me provoca nostalgia alguna. De pensar que son 10 episodios se me pone el pelo de punta: no aguanto ni el primero. A mí me chifla la animación para adultos, pero el rollo Pinocho veo que ya menos. Los muñecos casi no han cambiado, y son muchos, muchos los seres que pueblan el planeta Thra (me quedo con los gusanos que se hacen bola y funcionan como ruedas de los coches). La historia es bien sencilla, el bien contra el mal. Los skeksis son los malos, esos buitres carroñeros dueños del cristal y un grupo de gelflings lucharán por hacerse con el cristal que han corrompido (si quieres saber más escribí una entrada hablando de la serie). En definitiva, sí que tengo otras películas o series que me producen nostalgia, pero veo que en concreto Cristal Oscuro la he enterrado pero bien en el fondo en mis recuerdos.
1 comentario:
Quizás deberías ver los diez capítulos de de Cristal Oscuro, antes de emitir una crítica. Carnival Row será una mierda decadente como a la que nos tienen acostumbrados, pero Cristal Oscuro es una obra maestra llena de mitos modernos y educación en valores. El trabajo brutal con las marionetas es el lo mejor que se ha hecho nunca y tanto la trama como la ambientación son impresionantes. La serie es dinámica y alegre, llena de emoción y pensamientos positivos. Es una crítica brutal al totalitarismo, el machismo, el capitalismo y formas de gobierno parasitarias como la monarquías, muy cercano a Rebelión en la Granja o 1984 de Orwell. Un mundo donde las protagonistas son mujeres, como dirigentes, líderes, guerreras o sabias y el papel de los hombres es mucho más simple y modesto. Cruel y despiadada, pero sincera, racional y positiva. Está llena de referencias y comentarios para superar las adversidades y darse cuenta de las injusticias para actuar de forma cooperativa, dejando de lado las mentiras de los medios de comunicación, las diferencias raciales o incluso nuestros prejuicios. Es sencillamente una obra maestra. Como detalle os diré que os fijéis en por que los buenos gelflings cogen la espada con la mano izquierda y los malos Skeksils con la derecha. Curioso, pero no casual. Un saludo
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