Las tortillas gigantes de Casa Santos (Magistral González Francés, 3). En la fachada se puede ver a su dueño con una de estas tortillas que parecen tartas. Hay que hacer cola, frente a la mezquita, y el sitio es muy pequeño, así que o tienes suerte como nosotros y pillas mesa dentro (o trozo de barra) o te sales fuera a tomarte la tapa. Platos y vasos de plástico. Lo más pedido: cerveza (1,50 euros) y trozo de tortilla (2), con picos.
Bodegas Campos (Vinagreros, 2). Tapeamos en la barra, aunque es un restaurante con mesas. Salmorejo (media ración, 6), berenjenas (media, 6,50) y cervezas (2), con pan (1,25). No es nada barato, aunque se come muy bien. La atención es muy buena.
En la misma calle de Bodegas Campos podréis ver una casa que parece okupa (arriba, derecha). No sabemos lo que es, cuando pasamos sonaba música salsa a todo trapo. Enfrente del restaurante está este impresionante altar (izquierda), que se puede ver desde dentro, a través de la ventana. Arriba, izquierda, otro bar llamado El bañista, que llama también la atención por su fachada, con un muñeco en el balcón.
En Córdoba vimos un Belén gigante, el Ayuntamiento con esas columnas espectaculares del Templo romano (info) y muchos de estos patios interiores llenos de macetas en paredes blanquísimas.
Escaparates llenos de recuerdos, como estas tazas en las que se lee la frase de Séneca: "Desde todas las partes hay la misma distancia a las estrellas". Nos habían recomendado también Casa Salinas, pero a las 4 de la tarde ya habían cerrado la cocina. Nos quedamos con las ganas de comer los típicos flamenquines.
Paredes blancas llenas de grafitis tan laaargos como éste (¿Alguna vez te has parado a mirar tus manos? Por mucho que te quiten siempre las tendrás para hacer todo aquello que tú quieras). En una tienda de dulces (con el turolate como lo más, turrón y chocolate) vendían este "licor de la paz" ¿o es marihuana? Ni idea. Este tipo de detalles me recuerdan a Granada.
Raro también verte camisetas de la cerveza de Los Simpson con el logo de Córdoba, como si tuvieran algo que ver, o un anuncio de cigarros de vapor que parece un puticlub.
Acabamos en el Mercado Victoria, cerca de la estación del AVE, donde descubrimos multitud de tiendecitas para comer o comprar comida, cafeterías y un bar con música con mucha marcha. Llovía, y fuera habían instalado un árbol de Navidad ecológico realizaco con cajas de madera.
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