Ha regresado Futurama (7x1) con una sorpresa. Bender se convierte en padre de un miniBender gracias a un empujón kamikaze contra una máquina expendedora. ¿Cómo es esto posible? Ni idea. Las leyes de la robótica de Asimov se las pasan por el forro. Las leyes de la robótica en general. Ver al robot canallesco acunando a su hijo ha sido tan raro como imaginarse al Charlie Sheen de Dos hombres y medio dejando la fiesta para calentar un biberón. Grande Futurama. Por cierto, puntazo que el cámping cutre de caravanas se llame "Basura blanca", así en español.
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