How to Make it in America 1x2: como seran los vaqueros Crisp y la ¿ayuda? de John Varvatos

El segundo episodio de How to Make it in America tiene moraleja: amigos si quieres conseguir tu sueño hay que sociabilizar (de eso sabe mucho Paris Hilton). Nuestros chicos quieren lanzar su propia línea de vaqueros (eso lo supimos en el piloto) sin tener ni puta idea de cómo funciona el mercado. ¿Recursos? Primero, un fiestón (en el que se le plantea al prota la posibilidad de hacer un trío con una modelo, él, pasa). Entre humo y alcohol surge el nombre de los futuros jeans que los sacarán del anonimato: Crisp. Así se llama el episodio.
Segunda opción: contactar con los que saben, los teóricos que conocen el mercado. Ben acude al Instituto Tecnológico de la Moda de Nueva York, en busca de Fresconi, su antiguo profesor, que es nada menos que Griffin Dunne (Jó, que noche!), al que ví por última vez en Trust Me, una serie sobre una agencia de publicidad en Chicago (Mad Men actual) que no funcionó y fue cancelada (a mí me gustaba, en fin). Fresconi se forró al vender su compañía de moda. No le augura un buen futuro aunque reconoce que Ben tenía talento para diseñar camisetas.
Tercera opción: la familia. El primo de Cam, un gangster de poca monta latino, les presta el dinero para la inversión, pero sin saber de qué va el tinglado. Aunque con respeto, Ben se lo tma a broma: "Con un préstamo así el vaquero tendrá un toque gangsta". Los chicos miran alucinados la furgoneta grafiteada horteril que tiene el pavo en el garage. "Si no me devolveis el dinero tendreis que conducirla". Lo más flipante es que el grafiti es de Lee Quiñones, uno de los artistas más conocidos, pero que también necesita el dinero. Una broma: puedes llegar arriba pero tendrás que mantenerte. Hasta Quiñones necesita mi ayuda. Guau!
Cuarta opción: entrar en la mayor tienda de vaqueros de Nueva York, hacerte el tonto y preguntar. ¿Y dónde dices que se fabrican estos jeans? Porque necesitan una fábrica y resulta que en Nueva York hay como una superproducción de vaqueros. Destino: el Bronx. Ben quiere diseñar unos vaqueros espíritu 70, cuando nació el hip hop y el punk. Un soprano de una tienducha, señalando su bolsillo del culo, le espeta a Cam: "¿Sabes cuál es el secreto para vender unos vaqueros? Bolsillos guay!". Filosofía underground.
Quinta opción: el famoso diseñador de turno. El cameo lo protagoniza John Varvatos, cuya tienda salió de refilón en el primer episodio. ¿Cómo llegan a él? Pues como suele ocurrir por una coincidencia. La modelo del trío los invita a una fiesta de una modelo amiga que ha hecho una campaña para J Crew (¿Lo próximo, el Vogue?, la dicen). En el mismo restaurante está cenando el diseñador, con el que quedan al día siguiente en su estudio. Pero el jarro de agua fría es mortal. No sólo porque los atiende un ayudante sino porque éste les confiesa que no tienen nada que hacer. Que él mismo lleva diez años intentando lanzar su propia marca de jeans sin éxito. El camino no va a ser nada fácil, no.

Y vuelvo a recordar: pedazo de tema en la intro de Aloe Blacc, I Need a Dollar.