En la mente sangrienta de
Sam Raimi (Arrástrame al infierno) Spartacus (que comenzará a emitir Starz el
22 de enero aunque ya se ha filtrado un preview,
web oficial) es un melenudo buenorro (
Andy Whitfield, que espero tenga una laaarga carrera, jeje), mazado como cualquier espartano de
300, fiel a su mujer, que lucha valiente por los suyos (a lo
Gladiator) sin importarle las consecuencias. Esta miniserie, que según he leído ya ha renovado por una segunda temporada, sigue la estela de series como
Roma, pero a lo bestia. Escenas violentas, de lucha cuerpo a cuerpo, con la acción ralentizada, se suceden cada diez minutos. La sangre salpica la cámara, vuelan los miembros, se cortan cabezas, un espectáculo no apto para todos los estómagos. El problema es que una vez vista 300 (que a mí me parece la leche) y pasado el primer cuarto de hora, todo parece lo mismo, demasiada violencia, demasiado sexo explícito, y una historia que no deja lugar a la expectación: lo que te imaginas que va a pasar, pasa.
sexo+
sangre+
un tío bueno = Spartacus
Por cierto, si quereis tener el cuerpo de Spartacus, la revista Men’s Health en su número de febrero se ha sacado de la manga una
tabla de ejercicios. Me parto.
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