Vilma y Los señores en La pequeña Betty. Chueca, cada vez mas peligrosa

Chueca ha cambiado. Cenamos rápido en el siciliano para llevar de Pelayo y vemos cómo dos rumanos intentan robarle el móvil a una chica que esperaba en la cola. Uno de los rumanos nos pide silencio con mímica, buscando complicidad, y nosotras avisamos a la chica, que llama a la policía. Los rumanos se nos enfrentan a toda la tienda que está llena de gente. La policía no viene y la chica tiene que irse a casa escoltada por dos desconocidos porque teme que la esperen en la esquina. Pasamos cerca de la plaza de Chueca y otro rumano se enfrenta a alguien de una terraza con una botella de cristal. Huimos.

Vamos a ver a mi amiga Gema, ex profe de yoga, que ha visto su sueño cumplido. Al frente de Vilma y Los señores tocaron anoche en La pequeña Betty, un pequeño garito en Madrid (Reina, 4). La entrada costaba 6 euros (las anteriores veces que había ido a verlos fue gratuíto) con derecho a consumición (la copa costaba 3 euros más, pelín caro, pero un día es un día). Vilma sube al escenario vestida de negro, sexy, con unos botines negros brillantes como si fuera la Dorothy moderna del mago de Oz. Su guitarra, gris brillante, la acompaña en la mayoría de las canciones. Cuando no toca se expresa más, mueve la cabeza, mira fijamente a los que los escuchamos, interioriza las letras de desamor y desgarro, como una Julieta Venegas que se encontrase con Chavela Vargas.



Entre los hitazos: Llegaste al final y Sangre en la pared que puedes escuchar en su MySpace, aqui. La acompaña David Gwynn a la guitarra y su marido, Ricardo Moreno a la batería (anoche añadió una marimba) ex batera de Los Ronaldos, habitual colaborador de Mastretta. Hace fotos Chris Koo, que la enseñó a tocar la guitarra eléctrica, bajo de Fangoria. Por allí también aparecen Nacho Canut, mitad de Fangoria con Alaska; la mitad femenina de BabyHorror; Ordovás, el jefe radiofónico; Víctor Coyote y su sombrero (le digo que le recuerdo cuando dibujaba para Rolling); Lorbada, jefe de SolMúsica y Mar, superdesign al frente de Marlota (me explica que vende lo suyo en Japón, me recuerda a la serie Lipstick Jungle).