Halle Berry es madre de dos chavales mellizos que son lo mejor de este filme de terror dulcificado. Uno de ellos da más miedo que cualquiera de los posibles villanos que pudieran hacerle frente. La mayor parte del filme se la pasan los tres atados a una cuerda para adentrarse en el bosque porque no pueden estar sin ese vínculo, deben permanecer como un cordón umbilical atados a la cabaña donde viven de forma lamentable, sin apenas comida, sin hacer nada. Como ocurre en la serie From, ellos ven a personas que deambulan cerca de la casa. Estos fantasmas son peligrosos. Si les tocan, morirán. El suspense, más que en estos seres, está en comprender a esta madre. ¿Lo que hace tiene sentido o ha perdido la cabeza? ¿En qué mundo viven que no pueden alejarse de la casa más que lo que mide una cuerda? Me gusta ver a Halle Berry sin maquillaje, con la mirada vacía al estilo Zendaya, intentando convencer a esos hijos que comienzan a desconfiar de su madre, a preguntarse. ¿Y si se quitan la cuerda e intentan salir de la cueva? Porque al final es de lo que se trata. De sobrevivir sin perder la cabeza. Qué hacer contra el miedo, contra un miedo que no comprendemos, más allá de que sea real o no. Es una muy buena idea para un corto, pero para una película hay momentos que se alargan para crearnos la falsa sensación de que el hambre, la enfermedad, la necesidad es lo único que moverá a estos chavales a salir del gueto. Lo único que sabemos es que la madre no va a cambiar su opinión. Ella por lo que sea… lo sabe. Nunca se explica bien. Hay algo maligno que ha acabado con la humanidad, menos con ellos. No vemos a nadie más. Todo se reduce a este pequeño núcleo familiar y resulta claustrofóbico en muchas ocasiones, sobre todo cuando hablan refugiados en el interior de la casa. Y luego, bueno, llega la última parte de la película en la que todo se precipita, claro. Y me interesa algo más. Pero hasta llegar ahí hay mucha filosofía, mucho darle vueltas a la fe, a la esperanza, a la decisión del individuo frente al grupo, al miedo ancestral, a la confianza genuina (la de un hijo hacía su madre, hacía su hermano, hacía su sangre). Alexandre Aja ha querido hacer su propia A ciegas (Bird Box), en la que Sandra Bullock sobrevive con sus dos hijos a los que intenta salvar de una presencia sobrenatural. O Un lugar tranquilo, donde el ruido atrae al monstruo. Pero le ha salido una fábula Aliexpress: aquí el ruido es la separación y la gran incógnita –y no debería haberse sujetado tanto a esa premisa para desarrollar el resto de la historia– es saber quién es en realidad el monstruo.
Nunca te sueltes se estrena en España el viernes 15 de noviembre.
El poster de debajo promete más de lo que da, ojo.
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