Opinión de la película Sting: araña asesina, próximamente en cines.
¿Otra de arañas?, puedes pensar. Lógico. Hace nada vimos
Vermin: la plaga (que me gustó mucho) y en series, lo último de
American Horror Story (ya menos). Estos bichos de ocho patas siguen dando juego, y lo seguirán haciendo mientras la propuesta tenga cierta originalidad. En Sting: araña asesina, es una chavala la que lo inicia todo, alguien que no busca hacer ningún mal ni conoce el alcance de su mala decisión. La susodicha araña es de otro planeta (alienígena pero no tan amigable como la que ve Adam Sandler en
El astronauta), muy pequeñita, pero rápidamente se irá haciendo cada vez más grande. Es algo sobrenatural y como tal hay que tratarla. Pero la chica no lo sabe, solo es su mascota y ella no quiere que nadie se la quite. Puede ocurrir cualquier cosa si viene del espacio exterior, pero ¿da miedo? Poco, la verdad. Eso sí, entretenida es un rato, pues además de la niña y su familia, conocemos a otros vecinos que van a sufrir la presencia del dichoso insecto. El mayor acierto de la película es el juego que se trae con el tiempo. De una forma muy sencilla, arranca y vuelve a atrás para explicarte algunos de los detalles que inicialmente pasaste por alto. Esta peli gana en pantalla grande pero seguramente en una plataforma te apetezca volver para atrás y darle sentido a algunas cosas que te llamaron la atención (o no). La niña tienen parentesco con la mayoría de los personajes, los vamos conociendo poco a poco gracias a las andanzas de la araña, así que Sting se convierte no solo en una peli de terror con mucho suspense sino en un estudio de personajes y determinados comportamientos ante la adversidad y el temor a lo desconocido. De lo mejorcito, la trama de la anciana cuando llama al exterminador de ratas a lo Cazafantasmas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario