20.5.24

Mr Bates contra Correos, el peor error de la justicia británica convertido en miniserie

"¿Qué vamos a hacer?" / "Luchar". 

Mr. Bates contra Correos, miniserie de cuatro episodios de ITV que se puede ver en Movistar Plus+ desde el 21 de mayo. Con Toby Jones, Julie Hesmondhalgh, Monica Dolan, Will Mellor, Katherine Kelly, Ian Hart, Shaun Dooley, Adam James, Pip Torrens y Alex Jennings, entre otros. Creada por James Strong (Vigil, Sospechoso, Broadchurch).


Este en un caso real que ocurrió en 1999 cuando un fallo en el nuevo sistema informático llamado Horizon puso en entredicho algunas oficinas de Correos británicas. Ocurrió en pueblos tranquilos, con gente honrada, en la que todos se conocen y confían unos en otros. Mr Bates contra Correos (Mr Bates vs the Post Office) arranca con Alan Bates (Toby Jones) obligado por las autoridades a cerrar su oficina por fraude. Bates asume quedarse en la calle a regañadientes pero sabe que nada malo ha hecho. Tres años después, cuando Bates y su mujer Suzanne (Julie Hesmondhalgh) están intentando rehacer su vida, descubrimos que el problema contable con Horizon ocurre en otras sucursales. En concreto en otras dos, con Jo Hamilton (Monica Dolan), una mujer casada que vive con su madre, y Lee (Will Mellor) un padre de familia. 

Indigna ver cómo los propios teleoperadores de Horizon que sirven de soporte a los trabajadores de estas oficinas les dicen que lo suyo es un caso aislado, que no está ocurriendo en ningún otro lugar. Y esa es la clave de todo: hacerles creer que estaban solos, que ellos se habían equivocado, solo ellos. Nos muestran las tres elecciones posibles, y el espectador se puede identificar con cualquiera. Bates puede empezar de cero y pasa página, pero guarda toda la documentación por si acaso (otra de las claves del caso, que esta gente sí sabía de contabilidad y de hacer números, eran sus oficinas, sus ingresos diarios). Jo está desconsolada, no entiende los descubiertos incomprensibles que surgen sin más en su ordenador. Como no tiene dinero para pagar las sumas indecentes que le piden, contrata a una abogada. Lee está convencido de que algo va mal pero que la culpa no es suya, aunque no sabe a quién acudir e intenta contactar con otros. 

Cuando empiezan a cerrar locales y a detener a falsos culpables, cuando llegan las citaciones por robo y falsedad contable, comprendemos que los trabajadores llevan las de perder porque la denuncia llega a un juzgado propio de Correos, “desde hace 300 años”. Un sistema anquilosado en el pasado incapaz de enfrentarse a un error moderno (y efectivamente, beneficioso solo para una parte, claro, sin la policía de por medio, brutal). La burocracia cual muro en la que se parapetan las instituciones (cómo no vas a empatizar con esta gente si nos pasa a diario). Ese dinero que supuestamente se quedaron no existe, nunca se robó, pero aunque el sistema falla la responsabilidad es de ellos. El Gobierno juega con el miedo de estos inocentes, ya que no solo no tienen dinero para cubrir esas perdidas y pagar a abogados, es que no entienden lo que ocurre y los comentarios de los supuestos expertos a los que se enfrentan en el tribunal van a misa. Por mucho que intenten defenderse poco pueden hacer. 

Trailer

Cuando todo están en su contra, con familias arruinadas y rotas, surge la luz gracias a una periodista que investiga el caso. Emociona cuando la frágil Jo llega al tribunal en 2008 y los asistentes le aplauden. La comunidad le apoya, confía en ella. Pero Jo no es absuelta, el juez le anula la pena de cárcel porque se declara culpable y los testimonios de conocidos abalan su honradez. La periodista contacta con Bates. Hace cinco años fue Alan quien les llamó pero no le hicieron caso. Incluso si ganaba, le dijeron sus abogados que Correos continuaría litigando hasta dejarle sin dinero. Cómo luchar contra un gigante.

Aquí Correos es como los bancos, si pueden exprimirte lo harán, y Horizon parece el maléfico HAL 9000 de 2001. Fue una creación de Fujitsu, la peor opción de todas pero la más barata. Y lo barato les salió caro. Este es el precedente de lo que puede hacer la tecnología en manos de una gran corporación sin escrúpulos. Y aunque hayan pasado dos décadas desde que ocurrió nos siguen aterrorizando las historias tipo Black Mirror. Esta es una de ellas, qué no hará la inteligencia artificial si el ser humano no sabe enfrentarse a un sencillo fallo de software. 

Pero lo mejor de la miniserie de cuatro episodios (que no inventa la rueda en cuanto a estilo pues está narrada para comprensión fácil y su intención es esa, destapar el peor error de la justicia británica) es la pequeña investigación que une a todos ellos, casi 800 gerentes de oficinas, en la lucha por sus derechos. Lejos de rendirse ganaron porque hicieron piña y no perdieron la esperanza. Lógico cuando hablamos de los miles de libras que tuvieron que pagar de sus bolsillos (por no hablar de las penas de cárcel injustas y al menos un suicidio). Correos no contó con Alan Bates que tenía todo el tiempo del mundo para convertirse en una suerte de Sherlock (su mujer fue su Watson), buscando a todos los estafados. Le costó años, pero consiguió reunir a todos estos pobres incautos y en 2019 la mayoría de ellos ganaron un pleito contra la compañía (más de 65 millones de euros en indemnizaciones). Sus casos no eran casos aislados, no. Por eso, ninguno estuvo solo a partir de ese momento. Como en Fuenteovejuna, todos contra Correos.

Más sobre el caso real. En enero, cuando se estrenó la serie en Reino Unido, Rishi Sunak, primer ministro británico, anunció que el Gobierno "introduciría una nueva legislación para garantizar que los condenados como consecuencia del escándalo Horizon sean rápidamente exonerados e indemnizados". En marzo, se anularon las condenas y se confirmó una compensación monetaria a las víctimas sin necesidad de acudir a juicio.

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