31.3.20

La mansión de los horrores (1959), curiosidades de la película con Vincent Price (y Thriller de Michael Jackson)

Curiosidades de la película La mansión de los horrores (House of Haunted Hill, 1959), de William Castle. Puede contener spoilers.

La vieja del visillo que pudo inspirar a Sam Raimi.

Vincent Price es un millonario que ofrece a cinco extraños 10.000 dólares (de la época, tela de dinero) para que pasen una noche en su mansión encantada. Esta peli de suspense en blanco y negro (la versión que he visto, de las que saco las capturas está coloreada) está llena de momentos estelares, como los fantasmales criados (la vieja de arriba es uno de ellos), el llamativo vestuario de la anfitriona y el final con el esqueleto que cobra vida.


EL VESTUARIO DE LA ANFITRIONA
Frederick Loren como se llama el millonario anfitrión también está por el medio y su mujer, Annabelle (Carol Ohmart). Ambos se tiran a matar, son dañinos el uno con el otro. Ella aparece en la película con varios modelitos alucinantes: antes muerta que sencilla. Y los modela como hacían las rubias de Hitchcock: William Castle tiene muchas cosas del maestro del terror.


Top dorado a juego con la tela interior de una capa morada a juego con el pantalón capri. Ella saca un camisón de la maleta mientras le vacila a su marido.


Luego se cambia a un vestido largo con un fajín que le da un toque dramático al conjunto.



Y al final con un salto de cama extraño pues es una especie de vestido transparente en gasa sobre un bañador con que le deja ver las piernas.




LA VIEJA DEL VISILLO
Momentazo de la joven histérica, que lo pasa francamente mal en el filme, con la criada anciana, que pudo servir de inspiración a Sam Raimi para su película Arrástrame al infierno (2009).

 
La criada, el mayordomo y las cajitas con forma de ataud.



EL ESQUELETO CACHONDO
Debió ser una de las bromas de la película. Al final, Annabelle que ha tomado el pelo a los infelices aspirantes al dinero y a su propio marido, toma dos tazas de su propia medicina, pues cree que el esqueleto es su marido que ha vuelto de la tumba. Grita, se desespera y es patético el momento en el que el esqueleto es capaz de matar a la buena señora. Ver para creer. En los títulos de crédito del filme aparece como Skeleton by Self.



El poster en versión original sufrió la censura al eliminar la cabeza cortada que lleva Vincent Price en la mano y el suicidio de la mujer, cuya cuerda sujeta el famoso esqueleto.

  • El inicio de la película, solo con la pantalla en negro y sonidos extraños, debió de acojonar al público de las salas de cine de la época.
  • La periodista que fuma y bebe whisky es la hermana de Robert Mitchum, Julie Mitchum. Esta fue la última película que hizo. Su anillo aparece en primer plano porque le gustó al director. Lo incluyó en la trama, llevaba escrito en árabe: Dios es el más glorioso.
  • De los ocho protagonistas de esta película, cuatro desaparecieron en los años 70. Carol Ohmart, Annabelle, decidió dejar el cine. Richard Long, que interpreta a su cómplice, murió de un infarto al corazón a los 47 años en 1974. Carolyn Craig, la joven que grita media película, murió en 1970 a los 36 años al suicidarse de un disparo. Leona Anderson, la criada, murió en 1973 a los 88 años; ésta fue la última película que hizo. Además, el director William Castle murió en 1977 a los 63 años de un ataque al corazón. 
  • Alan Marshal, que hace del inglés, tuvo también una extraña muerte: falleció en el escenario interpretando a uno de los maridos de Mae West durante la obra Sextette en 1961 a los 52 años.
  • A la media hora de película, Vincent Price confirma que "Está cerca de la medianoche" porque se supone que hasta esa hora quien quiera puede salir de la casa, luego ya no. Michael Jackson lo usó en el primer verso de la canción Thriller (1987). Vincent Price se prestó a ponerle la voz en off que se escucha cuando pasan al lado del cementerio.
El vídeo de Thriller lo vi por primera vez en TVE sin avisar y casi me cago de miedo. La película que ven Michael y su novia se llama Thriller y en ella decía la marquesina del cine que salía Vincent Price.

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