22.10.16

Black Mirror, claves y curiosidades de la tercera temporada

(con curiosidades y opinión sin spoilers de los episodios)

La tercera temporada de Black Mirror (tras el episodio especial Blanca Navidad) se estrena el 21 de octubre gracias a Netflix (antes en Channel 4) que, además, ha ampliado el número de episodios a seis (y en preparación otros seis más). Su creador, Charlie Brooker, retoma de nuevo el miedo ante las consecuencias sobre el mal uso de la tecnología, de ese espejo negro que son las pantallas.


Los nombres de los episodios son: 
  1. Nosedive (una sátira social, con protagonista femenina)
  2. Playtest (una historia de terror con prota masculino)
  3. Shut up and Dance (un thriller con protas masculinos)
  4. San Junipero (ambientado en los 80, una dramedia con protas femeninas)
  5. Men Against Fire (acción bélica con prota masculino)
  6. Hated in the Nation (drama criminal a lo escandinavo con protas femeninas). 
Si tuviera que decir cuáles me han gustado más sería: 4 >2 >1 >6 >3 > 5
Mi opinión en general de esta tercera temporada aquí. 
Sobre la segunda temporada de Black Mirror.
El anuncio que vi en Londres de Black Mirror.
Opinión sobre el piloto de Black Mirror.

Lo que ha dicho Charlie Brooker sobre la tercera temporada de Black Mirror.
Por el momento, esta es la información sin spoilers de los episodios, algunos, comentados además por el propio Charlie Brooker, que se ha convertido en todo un gurú de la televisión. Según Brooker ha intentado tocar todos los géneros, Netflix le ha dejado ser igual de ambicioso y juega entre lo deprimente y lo terrorífico. Vamos, como siempre: todo lo que sea perturbador y que nos dé qué pensar. Y más con el mundo que nos está tocando vivir, entre Donald Trump y el calentamiento global. El objetivo continúa siendo la sorpresa en cápsulas pequeñas, que no haya necesidad de estirar el chicle y aburrir. Y, siempre, con un atisbo de esperanza. A Brooker no le importa reconocer su inspiración, como han sido La dimensión desconocida, la Casa de terror de la Hammer, el documental Threads o Tales of the Unexpected (Cuentos de lo inesperado de Roald Dahl), y también como ha comentado en más de una ocasión La cabina, tv movie de Antonio Mercero de los 70 que le impactó cuando era pequeño.

Trailer de la tercera temporada de Black Mirror (Netflix).


San Junipero
California, 1987: San Junipero es un divertido destino vacacional sinónimo de sol, surf y sexo. Para las recién llegadas Yorkie (Mackenzie Davis, Halt and Catch Fire) y Kelly (Gugu Mbatha-Raw, Los hombres libres de Jones), la visita supondrá un gran cambio en sus vidas. Dirige: Owen Harris (Misfits). Guiño Cócteles fuera de serie: las protagonistas beben Bourbon cola en el Tucker's (el otro garito infernal Quagmire, me recuerda a Padre de familia). Vemos películas como Jóvenes ocultos, Scream, Bourne… Es curioso que Mackenzie Davis juegue a las maquinitas del recreativo (se ve el Comecocos!), como hace también, y bastante mejor, en Halt and Catch Fire). Genial toda la moda de los 80s y 90s, especialmente. Música a tope: Bangles, Alexander O'Neal, Living in a Box, INXS, Club Nouveau, Alanis Morissette, Kylie Minogue… Tiene gracia que canten los Smiths: Girlfriend in a coma. Cuando Yorkie se cambia frente al espejo lo hace con los Smiths (Girlfriend in a coma), Simple Minds (Don't You (Forget About me), T'Pau (Heart and Soul), Robert Palmer (Addicted to Love) y Terence Trent D'Arby (Wishing Well).
Opinión: Brillante episodio, comienza con buen rollo, música, nostalgia y pura diversión, y, aunque sabes que algo esconde pues Black Mirror es una serie sobre las consecuencias del mal uso de las tecnologías, lo que te espera es inimaginable, todo un misterio. Un episodio en el que he tenido los sentimientos a flor de piel y en el que te preguntas sobre la vida, la muerte, la eterna juventud, también recordando Blanca Navidad de nuevo. Vuelve a aparecer una madre (esta vez en una foto) y se habla del Alzheimer (como en el 3x2). Hay personas que no están de acuerdo con ciertos avances, como ocurría en el 3x1. También un personaje golpea un espejo, se rompe y luego vuelve a aparecer intacto, como en el 3x2 (o cómo no moverse del sitio para vivir grandes experiencias). Entre canción y canción y saltos en el tiempo, al final el amor lo puede todo y si hay avances tecnológicos de por medio, mejor aún. Este episodio es un canto a la esperanza, pero sigue dando mucho miedo.

Shut up and Dance (Cállate y baila)
Kenny (Alex Lawther, The Imitation Game), un tímido chico de 19 años, se ve obligado a colaborar contra su voluntad con un personaje muy sospechoso, Hector (Jerome Flynn, Juego de tronos) tras caer en una trampa. Ambos quedarán a merced de personas completamente desconocidas. Dirige: James Watkins (La mujer de negro).
Opinión: episodio flojo que me recuerda a aquel de la segunda temporada que era una especie de The Game televisivo. Todo arranca porque la hermana del protagonista ha intentado piratear unas películas en internet, lo que provoca que se active la cámara del portátil. Vaya moralina, amigos. Lo de la cámara yo sí me lo creo, de hecho tengo tapadas las mías, pero todo lo que se va desarrollando posteriormente, no. Este chaval friegaplatos es un buenazo, no sé por qué la historia se la juega de esa manera. Me ha recordado a Mr. Robot, pues los desconocidos que le chantajean persiguen a auténticos cabrones. Hay varios momentazos, pero me quedo con una frase de Jerome Flynn al hablar de masturbación: "Se pajea hasta el Papa". Además de móviles, de virus en internet, de GPS que te localizan aparece también un dron. Como ocurre en Playtest el chaval también recibe una llamada de su madre.
Nosedive (Caida en picado)
Lacie (Bryce Dallas Howard, Jurassic World) es una trabajadora de oficina que vive en un mundo de felicidad, sonrisas y obsesionada con la imagen pública. Su amiga Naomi (Alicia Eve, Star Trek) está muy bien posicionada en la élite social y Lacie parece que ha encontrado una forma de unirse a ella. Escrito por Rashida Jones. Dirige: Joe Wright (Expiación). Con cameos de actores de Episodes, Transparent y Happy Valley. La serie que ve en el cristal del coche es Un chapuzas en casa, con Tim Allen. Guiño a España: Picasso.
Opinión: imagínate que te puntuaran como persona como haces en Wallapop o Yelp. Las redes sociales como sinónimo de alienación y mentira, donde sólo cuenta lo positivamente falso. Los que tienen la peor puntuación son escoria social. El mundo es de color pastel, en el vestuario sólo colores claros. No existe el negro ni lo malo. Sólo los rebeldes (como esa camionera que habla del cáncer de su marido) o los que no aguantan el postureo se salen del juego de las apariencias. El episodio se me hace un pelín largo, pero Bryce Dallas Howard está fantástica como muñequita obsesionada. Me recuerda al episodio de Blanca Navidad el que rechazabas al que no querías ver "apagándolo". Aquí, el que no entra por el aro no existe.

Charlie Brooker y Bryce Dallas Howard comentan Nosedive.
 
Men Against Fire (La ciencia de matar)
Los soldados Stripe (Malachi Kirby, Roots) y Raiman (Madeline Brewer, Hemlock Grove) deben proteger a los habitantes de una aldea de la invasión de mutantes salvajes. Tecnológicamente, tienen ventaja pero, ¿será suficiente para sobrevivir? Dirige: Jakob Verbruggen (La caza). Coinciden en algunas cosas con otros episodios, como esos cafés para mantener una conversación difícil (3x4) o esa ficción a lo Matrix que uno se cree real (3x2). Cameo de Michael Kelly (House of Cards).
Opinión. Éste es, tal vez, el peor de los episodios. Su trama es antibélica y eso siempre es de aplaudir, pero el arranque, aunque nos quieran engañar, es demasiado sencillo y uno pilla rápido el truco. La primera mitad, violenta, como si estuviéramos en un videojuego, me aburre un poco. Cuando llegamos al giro, me gusta más, gana puntos, y, el final, vuelve a ser demoledor.
Hated in the Nation (Odio nacional)
En un Londres del futuro, el detective Karin Parke (Kelly Macdonald, Boardwalk Empire) y su hábil compañera con la tecnología Blue (Faye Marsay, Love, Nina) investigan una serie de misteriosas muertes con una conexión siniestra a las redes sociales. Dirige: James Hawes (Penny Dreadful). Conexiones varias con otros episodios. La prota se mancha la camiseta como le ocurre a la prota del 3x1, y también aparece con un café en la mano en una situación tensa. A diferencia del epi. 3x1 aquí triunfa la impopularidad en internet, pero la obsesión por las redes sociales es la misma. Es otro juego como el que vemos en el episodio 3x2. La periodista asesinada recibe una caja con una tarta dentro, lo que recuerda a la tarta del epi. 3x3 y también al GPS del móvil como geolocalizador primordial para la trama. Es el único con un final abierto y esperanzador de verdad. La detective novata habla de asesinos de niños (podría ser uno de los cabrones del epi. 3x3). También pone en duda trabajar en el entorno virtual y prefiere trabajar en la calle (aunque luego todo le derive a lo virtual de nuevo), como otros personajes de los episodios 3x1 y 3x4. El juego se reinicia a las 12 de la noche, un timing parecido al del episodio 3x4. Como en el episodio 3x5 en parte los problemas vienen por culpa de los experimentos del Gobierno.
Opinión. Procedimental político que engancha, con toques hitchcockianos. El único episodio que es un flashback, en el que se habla de redes sociales, pero también de la extinción. Las abejas me recuerdan a Braindead. "El móvil absorbe quiénes somos, conocen cómo somos". Esto es algo que ya sabemos pero puede ir más allá con una idea como la de tener miles de drones vigilándonos. Lanzan una pregunta: ¿es el odio en Twitter igual que el real?
Playtest (Playtesting)
Cooper (Wyatt Russell, Infiltrados en la universidad), un trotamundos en búsqueda de emociones llega a Gran Bretaña, donde mantendrá una relación con Sonja (Hannan John-Kamen, Killjoys) y probará un videojuego tan avanzado que resultará aterrador. Dirige: Dan Trachtenberg (Calle Cloverfield 10). Otro guiño a España: este viajero solitario ha estado corriendo en Plamplona y le queda una cicatriz en el brazo.
Opinión: que el protagonista lea El cuervo, de Poe, no es casualidad. Gracias a un dispositivo adherido a la nuca puede vivir una realidad aumentada, como si estuviera dentro de una historia de terror. Todo el episodio te mantiene en tensión. Dudas de si saldrá o no de ésta. Es otro personaje feliz que se complica la vida con tal de no enfrentarse a la realidad (hablar con su madre, ya que su padre ha muerto de Alzheimer). La madre del chaval cuando llora comparte el corrimiento de rimel que sufre la protagonista de Caida en picado. Me recuerda a Dead Set por aquello de Gran Hermano dentro de la mansión y también a Blanca Navidad porque tú permaneces quieto mientras todo pasa a tu alrededor. "Te gusta pasar miedo porque no mueres", dice el japonés creador de este experimento peligroso. Este episodio es como una gigantesca alucinación por drogas, me ha puesto mal cuerpo porque yo sufrí parecido mal viaje en Amsterdam con un bizcocho de maría (cuando el cerebro va por su lado y tú no eres capaz de controlarlo).

Charlie Brooker, Wyatt Russell y Hannah John-Kamen hablan de Playtest


¿Qué es Black Mirror?
Una generación creció pasando mucho miedo con las macabras historias de Una dimensión desconocida (The Twilight Zone). Sin una pizca de comedia como aquélla, Black Mirror viene a ser su continuación, navegando entre la ficción y la realidad, pero siempre provocando el debate y creando novedosas pesadillas. En ese espejo negro –que son las pantallas con las que andamos todo el día– nos reflejamos, sin percatarnos de que la tecnología podría superarnos y amargarnos la existencia.

El origen: Dead Set, Gran Hermano Zombie
El creador de Black Mirror, Charlie Brooker, se ha convertido en una especie de gurú televisivo que no para de sorprender. Ya nos puso la piel de gallina con Dead Set, aquella miniserie en la que los concursantes de un hipotético Gran Hermano, encerrados en una casa, eran los únicos supervivientes –sin saberlo– de un Apocalipsis zombie. Brooker lograba que te hicieras mil preguntas (entre otras cosas, por qué nos engancha ver a los demás haciendo el ridículo, sufriendo), pero, sobre todo, destacaba una: ¿qué harías tú en semejante situación al límite?

El ministro y la cerda 
Con esa idea, crearnos desazón con escenarios inimaginables, nació Black Mirror en 2011. Su primer episodio fue desconcertante. El primer ministro británico era obligado a practicar bestialismo con una cerda ante millones de televidentes. Una petición inusual para rescatar a una princesa secuestrada. La que iba a ser, en principio, una miniserie de tres episodios ya puso sobre la mesa algunos temas que serían recurrentes a posteriori: la cara oscura de la televisión y de Internet, la manipulación del espectador, la orgía sin escrúpulos que como televidentes de realities somos capaces de digerir… Y, especialmente, ¿es esto lo que nos espera: un futuro en el que aceptemos las nuevas tecnologías sin pensar en las consecuencias?

Novio virtual
Con actores desconocidos, Black Mirror se convirtió en un bombazo televisivo. Todo el mundo hablaba de esa serie inglesa que creaba estupefacción. Cómo no rodar una segunda temporada. Así fue como, dos años después, se estrenaron tres nuevas historias, con tramas independientes pero el mismo leit motiv: el abuso de las nuevas tecnologías. Destacó en esta hornada, el episodio en el que una joven puede seguir manteniendo una relación con su novio muerto gracias a las redes sociales. ¿Cómo no asustarse?

De Mad Men a una navidad oscura
No era de extrañar que Channel 4 propusiese un episodio especial navideño a algunos actores consagrados. Así fue cómo Jon Hamm, el cínico Don Draper de Mad Men, se convirtió en el reclamo del escalofriante Blanca Navidad, que, más bien, era de un humor negrísimo. Se vendió en 2014 como el primer episodio de la tercera temporada. En esta especie de Matrix televisada, el personaje de Jon Hamm se conecta con otros usuarios a través de un chat en tiempo real para ver qué le sucede a un tipo sin suerte a la hora de ligar. El resultado es dantesco, claro, pero eso es sólo el principio de su pesadilla, pues el episodio acaba hablando de mandos a distancia con los que podremos “borrar” a quien no nos guste o cómo, site declaran culpable, nuestra conciencia podrá ser guardada presa en un dispositivo.

Black Mirror 2016 
El mago del horror televisivo, creador de imágenes imborrables para alegría del voyeur que llevamos dentro, lo ha vuelto a hacer. Netflix rescató la serie y estrena seis episodios el 21 de octubre, protagonizados por caras conocidas, como Mackenzie Davis (Halt and Catch Fire), Jeromy Flynn (Juego de tronos), Kelly Macdonald (Trainspotting) o Alicia Eve (Star Trek), y con directores como Joe Wright (Expiación), Dan Trachtenberg (Calle Cloverfield 10) o James Watkins (La mujer de negro). De entre todas las historias, destaca una, la protagonizada por Bryce Dallas Howard (Jurassic World), en la que una oficinista vive permanentemente sonriendo y siendo la mejor persona porque de ello dependen sus puntuaciones en diferentes páginas webs valorativas. Una crítica a un mundo obsesionado, cada vez más, por la imagen pública.

El miedo a la tecnología, según su creador 
En las historias de Charlie Brooker no hay héroes. Sus personajes sufren tanto como el espectador. “No nos damos cuenta del tiempo que empleamos en usar cualquier aparato con pantalla. La forma en que nos comunicamos con los demás está en constante evolución. Por un lado, es algo fantástico, excitante, pero no somos conscientes de las consecuencias, como especie, de estos cambios tan rápidos y en tan poco tiempo”, declaraba. Y seguimos cambiando, de ahí que sus historias sean terroríficas y deprimentes, aunque con un atisbo de esperanza.

4 comentarios:

sBrox dijo...

Con respecto al episodio Shut up and dance, comentas que no entiendes por qué se ceban tanto con el chaval protagonista si sólo se hizo una paja, por lo que le resta credibilidad. Creo que no entendiste el giro final: el chaval no estaba viendo porno normal, estaba viendo porno INFANTIL. Yo me pasé todo el capítulo pensando "pero tío, que sólo te has hecho una paja, mándalo todo a la mierda y que lo publiquen"; por eso cuando se descubre que realmente es un pederasta (entonces la escena con la niña del principio cobra otro sentido) todo lo anterior cobra sentido. Entiendes su desesperación y como está dispuesto a llegar incluso al suicidio por evitar que salga a la luz lo que ha hecho. Precisamente por esto éste se ha convertido en mi capítulo favorito de la temporada, ha sido el único que me ha impactado realmente en cuanto a no esperar en absoluto el giro final.

Gonzalo Rossello dijo...

Coincido casi en el orden de los favoritos: creo el último es muy bueno - será por qué el tema del social media lo vivimos más cotidianamente- sin dudas el 4 es muy emotivo y el de la conspiración de las "cucarachas" el más flojo.
Aplausos para esta temporada!
Siempre un gusto leerte, por vos vi todo The Americans!

Mariló García dijo...

sBrox, lo añado!

Mariló García dijo...

Gracias Gonzalo! Me alegra que estemos de acuerdo!