The Walking Dead 5x16 finale

No es de afeitarme a oscuras, es que soy el monstruo de la enana Frankenstein

(opinión con spoilers del episodio 516: Conquer, Conquistar) El actor que interpreta a Rick (Andrew Lincoln) comenta en una entrevista que él no es el protagonista, que es uno más, que es prescindible. Pues a ver si te escucha Robert Kirkman y acaba contigo de una vez. La quinta temporada de The Walking Dead termina con Rick, de nuevo, ensangrentado como al final del episodio 5x15, no por apalizar a un maltratador si no por cargarse a unos cuantos zombies que se cuelan en Alexandria por el cura cobarde (es el peor personaje de la televisión y sigue vivo, alucina). Rick, poli bueno, poli malo, es a los ojos de la jefa enana un tipo peligroso, del que hay que desconfiar, ellos que son una panda de niños resguardados en un parque infantil. Hasta que el maltratador saca la katana (¿cómor?) y deguella a su marido. No hay nada como que te toquen lo tuyo para mover las patas. La enana no mata, es incapaz de hacerlo, tampoco ninguno de los suyos. Nadie en ese grupo de cobardes mueve un dedo para enfrentarse al asesino. La enana lo sabe, lo ha sabido siempre, pero nunca había visto con sus propios ojos la muerte. Y eso que el dolor por la pérdida de su hijo la había dejado tocada. Una tiene un límite, claro, porque la enana se ha quedado sola, amigos, sin familia que valga. Y es cuando, con una mirada de odio infinita, mira a Rick, al perro de presa, y le dice: "¡Ataca!". Rick dispara y mata por venganza, ojo por ojo, la bala más certera de todas. No vemos el tiro de gracia, sólo la cara de Rick, como el doberman que espera a que su dueño grite la orden.

Esta situación recuerda a la vivida entre Rick y la rubia, a lo Lorne Malvo de Fargo, en el episodio anterior. La rubia le daba carta blanca para enfrentarse a su marido, aunque luego se arrepentía. La enana, sin embargo, va a saco. Por eso, realmente, este último episodio de la quinta temporada es como si fuera la segunda parte del anterior, y no hacía falta alargarlo tanto, de hecho creo que podrían haber unido los dos. Mi sensación, y no es nueva, es que The Walking Dead se alarga y se alarga, en cada temporada, una localización, y algunos nuevos personajes que van muriendo. Sabemos que el coreano no iba a morir, ni por supuesto Rick, que se zafa de un zombie estrujando con sus manos su cuello hasta hacerlo estallar (esto es 2much, perdona), ni que fuera el gigante que se enfrenta a Víbora Roja. Y veo The Walking Dead como veo Juego de tronos, porque quiero saber quién sobrevivirá, porque sé que habrá escenas apoteósicas que puedan hacerme olvidar el resto de temporada (joder, que volvió el Gobernador), porque alguien tendrá que conseguir una vacuna/el trono. Las veo por inercia, y como sé que no van a removerme por dentro como sí logran otras series las veo en compañía, comentando las secuencias, riendo y proponiendo escenas alternativas menos absurdas. Porque, por ejemplo, cuando Daryl y el gay son rescatados de los zombies por el black samurai (personaje que, ojalá, tome más peso y se haga líder y acabe con Rick), ¿por qué los dejan dentro de la valla? Si los zombies habían salido de unos extraños contenedores, ¿no pueden pensar que es una zona trampa para alguien que, como ellos, pueda llegar luego? ¿Cómo logra el coreano huir de los zombies y ganar al alexandrino que corría por el bosque?

El black samurai (Morgan Jones) es Rick al inicio de la serie, un tipo con principios que renuncia a matar, que sobrevive con el alma intacta a pesar de haberlo perdido todo. El black samurai sigue manteniendo la fe, la esperanza, recordando a ese Rick Grimes, su ídolo, hasta que lo ve disparar a sangre fría. Así acaba la temporada, con Rick el verdugo, siguiendo las órdenes de otro (la jefa enana), disfrutando de la venganza, mientras su mayor fan descubre la mentira. No es nuevo. Rick vengaba la casi-violación de su hijo al final de la cuarta temporada, y era el propio Carl quien flipaba con la actitud agresiva de su padre (la Terminal y Alexandria son el día y la noche pero acaban siendo espacios donde acampa a sus anchas la violencia). Con esas tiritas en la cara, Rick parece el monstruo de Frankenstein, un buenazo que atemoriza, al que le invade la furia. En fin. Como espectadora no sé hacia dónde irá ahora Rick, si el black samurai se impondrá de alguna manera o intentará cambiarle o reconducirle por otra vía. Alexandria no deja de ser una manada de ovejas, encerradas para evitar a los lobos, esos personajes con la W tatuada en la frente (y cinéfilos, tomageroma) que matan sin razón aparente. Pero es la bondad, o mejor dicho, las personas supuestamente buenas, las que desencadenan las más terribles consecuencias. El black samurai por no matar a los dos tipos tatuados; el cura por dejar abierta la puerta. "No saben con quien se han metido", decía Rick en la cuarta temporada. ¿Su última frase ahora? "La suerte se acaba". Rick se ha convertido en un monstruo y Morgan no le reconoce: ¿Rick?...

Episodio 5x1 y 5x2; 5x9; 5x11; 5x14; 5x15