12.4.15

The Slap (NBC), una bofetada a la sociedad USA

(subido originalmente el 15.02.2015, comento todos los episodios incluido el final)

Decía en Twitter, resumiendo, que The Slap es para fans de The Affair, la música jazz y los repartos corales (y teatrales). Y Uma Thurman, bien maquillada. The Slap es el remake de una serie australiana de 2011 que no he visto. Que sea "otra versión" nunca me echa para atrás. The Killing, The Bridge y hasta Wilfred son remakes y son de las series que más me han gustado. No siempre pasa así, pero, repito, no es un obstáculo. Basada en la novela de Cristos Tsiolkas, que explora qué ocurre cuando un hombre abofetea a un niño que no es su hijo, la The Slap de NBC es una miniserie de ocho episodios, cada uno de ellos con el nombre de uno de los involucrados en la barbacoa donde arranca la historia. La música jazz obliga casi al espectador a estar un tanto alterado porque impregna por completo el piloto, como si estuviéramos abocados a la imprevisibilidad.



El punto débil de The Slap es que te conozcas la historia, obviamente. Y, supongo, que las comparaciones con la australiana serán odiosas. Su punto fuerte es el elenco, un reparto coral con nombres conocidos, encerrado en una casa, al estilo de otras pelis que hemos visto recientemente como Agosto, con Meryl Streep, y Ahí os quedáis, con Jason Bateman. El detonante de la trama no es la muerte de nadie, como en estos casos, si no esa bofetada a un niño que no para quieto, como el jazz. Se parece más bien al arranque de Un dios salvaje, con la que comparte que se hable del efecto que producen los padres en sus hijos. Un tortazo que es una metáfora, el freno que se obliga el protagonista, Hector, ante ciertos cambios en su vida, tras tener un affair con Connie (18 años) , y perder un ascenso en el trabajo ("por una latina").



El piloto se centra en Hector, interpretado por Peter Sarsgaard (marido de Maggie Gyllenhaal), actor que me gusta mucho, aquí me recuerda a Colin Firth, cabizbajo y dubitativo. De ascendencia griega, son sus padres (Manolis -Brian Cox- y Koula -Maria Tucciuno-) uno de los grandes pilares en su vida. La madre habla en griego, como impone también la abuela de Jane the Virgin, en español, aunque aquí lo hace adrede para que no le entiendan. Hector está casado con Thandie Newton (Aisha), y tiene dos hijos mulatos. Aisha se ve (exageradamente) superada por las labores del hogar, es un poco plasta. En su 40 cumpleaños, Hector celebra, sin mucha gana, una barbacoa en su casa, reuniendo a sus amigos y familiares. Este arranque me recuerda al cumpleaños de Walter White en el piloto de Breaking Bad.

Su violento primo, Zachary Quinto, que va de snob y megaprotector, y su mujer, Sandi (Marin Ireland), con un hijo. La cougar Anouk (Uma Thurman) con su último ligue, el yogurín Jamie (Penn Badgley, Gossip Girl), sin hijos. La niñera, y ayudante de Aisha, Connie (Makenzie Leigh) y un amigo fotógrafo (Richie, Lucas Hedges), que lo ha fotografiado todo. Y la pareja odiosa (para mi gusto): Rosie (Melissa George) y Gary (Thomas Sadoski, The Newsroom), que consienten al niño abofeteado (Hugo), al que no ponen freno (ella le da de amamantar como si eso fuera una solución).

Al niño dan ganas de abofetearle, la verdad, pero la culpa es de los propios padres. "¿También pegas a tu mujer?", replican los invitados tras el tortazo. Invita a reflexionar, aunque TODO es como muy exagerado y alarmante. La madre griega (la mirada europea, la nuestra, ésa que dice: "tampoco es para tanto") ataca a la propia sociedad USA: hay mucha condescendencia y… bebida. La casa es el escenario, muy teatral, los diálogos se cruzan, exaspera el tono, la música, pero supongo que de eso se trata. Una voz en off (la de Victor Garber) nos va relatando la historia de Hector como si de un cuento se tratase. Veremos cómo se desarrollan los próximos episodios, con Harry (2), Anouk (3), Manolis (4), Connie (5), Aisha (6), Rosie (7) y Richie (8) como protagonistas. Dirige Lisa Cholodenko (Los chicos están bien).

"No toques lo que ya existe. Toca lo que no existe", Miles Davis. 



Blythe Danner (madre de Gwyneth Paltrow) interpreta a la madre snob de Uma Thurman. Aquí con la maleta Louis Vuitton que le regala su hija, pedazo publi para la marca.


(con spoilers)
Episodio 1x3: la madre de Anouk padece un cáncer, pero se lo ha ocultado a su hija. Anouk le regala un pedazo maleta vintage de Louis Vuitton, que ella, tan snob e intelectual, admira. Ésa es la maleta con la que emprenderá un viaje, tal vez, sin vuelta. Por cierto, Jaime come regaliz, lo que a ojos de Anouk le representa como lo que es, un joven inmaduro para ser padre (otra escena para el ránking de series con regaliz).
Episodio 1x4: cameo de Michael Nouri como abogado de Manolis.
Episodio 1x5: me emociona la historia del padre músico de Connie, que la joven desconoce, un rebelde que dejó a su novio por su madre y que acabó muriendo joven.
Episodio 1x6: la estricta Aisha resulta esconder un pasado fiestero, al que renunció gracias a la "decencia" de su marido que le llevó por el buen camino. Tiene la oportunidad de ponerle los cuernos con Ajay (Omar Metwally), colega y ex amante más sexy que su marido, pero no lo hace cuando descubre que él está casado (esta escena es very sexy). Richie habla en español al decirle a Hugo, "vamos a coger las paletas y las cervezas", pero no sé a qué se refiere. Harry y Manolis beben Ouzo, un licor griego como el anís.
Episodio 1x7: mira que Melissa George no es santo de mi devoción, pero hace un papelón en este episodio, sobre todo, durante el juicio. Llora hasta Zachary Quinto.
Episodio 1x8: remate fantástico, con el protagonismo de Ritchie, un chaval que sufrió bullying en el pasado, gay, que intentó suicidarse y que acaba siendo la víctima real de todo este tinglado porque se airea ese pasado desconocido. Sobrevive a su intento de suicidio y declara durante el juicio, pero no vuelve a huir, lo hace Connie, que se va de viaje, suponemos, en busca de aventuras con gente de su edad. El bebé de Anouk reúne de nuevo a la familia, también a Rosie, su marido Gary y el pequeño de la bofetada. Se respira cierta tensión, pero la familia es la familia. El pequeño coge en brazos al bebé de Anouk, con cuidado. "No se va a romper", le dice ella. Ojalá todos los juicios fueran así de normalizados, de comprensibles. La jueza imparte justicia, declara culpable a Harry, que ya ha pasado tiempo suficiente en el calabozo y se libra de la cárcel porque "no te va a hacer arrepentirte más de lo que ya lo estás" y avisa a los padres, para que atiendan en condiciones a su hijo, otra igual que ésa y ellos serían los responsables. Demoledor, cuando la jueza da carpetazo comentando que le esperan otros casos, como la violación de una niña, y no esta tontería tan grande que casi acaba con un adolescente. The Slap estará entre mis series favoritas de 2015. 

1 comentario:

MAR dijo...

A mi también me gustó esta serie y tengo en lista de espera a la versión australiana para ver.