Como comentaba cuando hablé de los upfronts de ABC The Neighbors era una de las series que más me apetecía ver. Con caras prácticamente desconocidas y unas fotos de promo y un tráiler que no hacen justicia, esta serie sobre alienígenas no lo tenía todo a su favor. Pero cuando la trama es original (una familia humana se muda a un barrio residencial en el que viven seres extraterrestres) siempre suelo darle una oportunidad al piloto. Me lo he visto un par de veces, porque The Neighbors (que emitirá Fox en España) cuenta en tono de comedia algo que hemos visto en muchas series: cómo se convive en pareja y con los hijos, cómo se interrelaciona uno con sus vecinos y hasta qué punto estamos dispuestos a aceptar lo diferente. He leído que demasiado pronto averigua la familia humana, los Weavers, que sus vecinos, los Zabvronianos, no son de este planeta, pero ésa es la gracia. Ya lo vimos en la burtoniana Mars Attacks! con la diferencia de que estos seres, en principio, no son malvados, sino todo lo contrario: como ET se sienten atrapados en un planeta que no es el suyo, pero son los primeros en amoldarse a las nuevas circunstancias. Lo mejor de The Neighbors es comprobar que todos somos un poquito extraterrestres, raritos. La familia yanquie no es intelectual, todo lo contrario, la vemos tragar con las circunstancias intentando comprender cómo sobrellevar la situación (el padre está empeñado en que sus costumbres por incomprendidas son europeas). También me ha chiflado la forma en que está rodada, como pequeños sketchs con situaciones divertidas, con el uso de la música como una importante herramienta. Unas bromas son mejores que otras, pero todas tienen un tono tan naif (ese padre que no sabe hablar, ese niño listo pero ingenuo, esa madre que realmente es el espejo del padre humano y, en general, el pasmo de la familia humana) que las hace aún más descabelladas. Lo peor podría ser que desaparezca el efecto sorpresa, que no vaya más allá en la historia y que los efectos especiales pues no sean nada del otro mundo. Pero, por el momento, yo la compro (me ha recordado a Cosas de marcianos y eso ya es suficiente).
El dato fashionista: la madre humana crea una línea de bolsos que vende online. Y, por supuesto, todos los polos y camisetas conjuntados que llevan los extraterrestres como si fueran un equipo de golf.
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