Me encantan estas dos portadas de la revista Entertainment Weekly de su número del 31 de diciembre. James Franco acicalándose para presentar la gala de los Oscar, y Anne Hathaway... ¿eh? ¡Si es Natalie Portman! La actriz de Cisne negro se ha colado en primera plana, tras anunciar su embarazo con el coreógrafo de la peli (¿cómo irá vestida? ¿romperá la maldición de los premios?). Cuando supe que Franco presentaría la gala me quedé en silencio. Pero, tras verle en 127 horas, a más de uno le pasará lo que a mí: James Franco ha ganado muchos puntos gracias a Danny Boyle. Ambas pelis las ví del tirón una mañana y aunque son bien diferentes tienen todas las bazas para seducir al público y a la crítica (cada una con lo suyo).
Cisne negro tiene todo lo que me gusta en una película: intriga, buenas actuaciones y un ritmo trepidante. Puede que a Darren Aronofsky se le vaya la mano en la segunda mitad (la primera es impecable), cuando el personaje de Natalie Portman comienza su personal bajada a los infiernos, pero se le perdona ante todo lo demás. Tiene buenos momentos de terror, y pequeñas pinceladas de gore. La madre de la Portman es nada menos que Barbara Hershey, que parece la Rebeca chunga de Hitchcock. El desdoblamiento de la protagonista (esto se ve en el trailer) le da mucho empaque al personaje de Mila Kunis, como la otra bailarina con mejores dotes (el papel de Winona Ryder es anecdótico, y el elegante Vincent Cassel logra, como siempre, seducir al personal). Esta película de ambición y locura tiene muchas probabilidades de llevarse premio gracias a la actuación de la Portman (aunque está delgadísima), al vestuario de Rodarte (los tutús, la escenografía son geniales) y al maquillaje de MAC (la Portman pintada como un cisne es total). Los efectos especiales son otra de las grandes bazas para dejarte clavado en el asiento. TRAILER.
127 horas sólo tiene un pero: que se ha estrenado tras Buried, de Rodrigo Cortés. Ambas pelis hablan de la superación del prota, de la supervivencia y las ganas de vivir, tras quedar atrapado y aislado, y juega con los elementos que tiene a su alrededor. Si allí era un mechero y un móvil, aquí es una cámara de vídeo y una navaja. Si allí el prota era Ryan Reynolds, aquí lo es James Franco (aunque vemos otros personajes). Buried era una historia de ficción con un final dudoso (sin spoilers, cada uno se montará su propio desenlace), 127 horas está basada en la casi trágica aventura de un excursionista que acabó atrapado en la grieta de una roca, al caerle sobre el brazo una piedra imposible de mover. Este tipo, que luego escribió un libro y da conferencias por medio mundo, está excelentemente interpretado por James Franco, al que te crees de principio a fin (el rollo hippie que lleva es lo que tiene). A mí, lo que más me dejó fría, fue el intento de Danny Boyle, siempre tan buenrollista (Slumdog Millionaire no me gustó tanto por eso mismo), de darle cierto toque cómico al asunto. Me vale que el tío sea optimista, que no se rinda, que tenga ciertas paranoias propias por no comer ni beber, pero me sobra que se le ponga a ello imágenes oníricas y de reality show (esto fue lo que menos me gustó de Precious). Aún así, 127 horas es un digno trabajo de dirección, difícil, y que cae de lleno sobre los hombros de Franco (lo que más me gustó, y eché la lagrimita, fue en su moraleja, muy de Boyle). TRAILER.
3 comentarios:
de acuerdo con los más hot del año :D http://bit.ly/gRqcNm aciertan los de la cosmo
Daniel Radclife? No se lo cree ni él!
La Portman está delgada porque hace de una bailarina pofesional.
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