8.9.10

Mad Men 4x7, el mejor episodio

¿Qué te importa lo que yo piense?, le dice en la barra del bar Don a Peggy. Recapitulemos. El episodio 4x7 de Mad Men viene a convertirse en el punto de inflexión de esta ya, admitámoslo, dramedia, con un Don Draper sombra de lo que fue y una Peggy Olson, el día de su cumpleaños, dispuesta a marcar territorio de una vez por todas (y a pasar página, mejor soltera). A Peggy le importa una mierda la gente, el qué dirán, siempre ha hecho lo que ha querido y en este episodio hasta a su madre le da puerta. El único que realmente le importa es su jefe, Don, y lo que opine de ella más. No sólo es ambiciosa y se siente como una igual cuando está con él, si no que, ella sabe, aunque se pueda sentir atraida por él (y quién no) que ése no es su lugar, que ella no es esa mujer. Que Don la halague y le diga que ella es sexy pero que no van a tener nada porque trabajan juntos, le hace gracia. Lo que a Peggy le importa es que Don llegue a admirarla y, sobre todo, a demostrarle la confianza que puede tener a su lado, tal y como intenta hacer ella. Ella, de hecho, se muestra desconcertada cuando Don "quiere hablar". "Si nunca hablamos", dice ella.

Para mí este es el episodio más importante de Mad Men, porque se muere la persona a la que Don más ha querido, "porque ella era la única que sabía quién soy". Y es Peggy la persona que va a reemplazarla. Peggy es la única de su entorno que ve a Don vomitar y llorar y pegarse por una tía (por ella) con otro tío. Don se muestra vulnerable con Peggy y eso, paradójicamente, le hace más fuerte para sentirse a gusto con ella. Mientras buscan una buena idea para vender una maleta Samsonite y escuchan un combate de boxeo, descubrimos que a estos dos hoy, en este episodio, los han convertido en púgiles, dispuestos a pelear contra las adversidades. Que logren superarlas y levantarse tras el tropiezo, sólo depende de la fuerza que tengan, como esa dureza que pretenden destacar del producto que venden. Difícil episodio éste en el que sólo dos son los personajes principales. Pero no hace falta más. Don y Betty, Betty y Don, dos almas gemelas.

PD: el momento cuasicagada de Duck en el despacho con pedorreta incluida ha sido uno de los momentos más delirantes de la TV. Me he reído a carcajadas y eso lo ha logrado la ganadora a Mejor "Drama" en los Emmy.

1 comentario:

yramosi dijo...

Hola

Lo que Peggy quiere es el reconocimento de Don como iguales ya que ella se considera una creativa y casi desde el principio ella ha querido ser una más del grupo (supongo que por sentirse rebelde respecto a su familia y por querer ser moderna y vivir su vida sin dar explicaciones).

Al final querras decir que sólo hace falta Don y Peggy (y no Betty mujer florero con algún que otro trauma de la infancia)