5.1.08

Hacia rutas salvajes (Into The Wild), el hombre contra la naturaleza

Into The Wild (aquí traducida como Hacia rutas salvajes) es el resultado de una lucha personal de Sean Penn por llevar al cine la historia real de Christopher McCandless (alias Alex Supertramp), un joven de familia acomodada, que un día a principios de los 90 decidió dar la espalda a la sociedad (entre otras cosas, donó el dinero para ir a la Universidad a Oxfam), y embarcarse en un viaje en solitario (desde Dakota del Sur a Alaska), con la única finalidad de encontrarse con la naturaleza, con lo salvaje, como reza el título original. La odisea, al final, le costó la vida. Sean Penn se pasó los diez últimos años intentando que la familia del chico aprobara la propuesta. En palabras del propio protagonista, el guapo y encantador Emile Hirsch (22 años), Penn se lo hizo pasar muy duro (en principio iba a ser DiCaprio). No tuvo dobles, así que escala montañas, baja ríos, se enfrenta a un oso... y, lo peor de todo, casi al final de la cinta vemos cómo va adelgazando de forma preocupante, lo cual también es completamente real.

La escena del actor con una manzana, "la mejor manzana que he comido nunca", es una metáfora de toda la película. Improvisada o no (Hirsch parece desvariar), es de las pocas veces que mira a cámara. Que nos mira a nosotros.

En ese viaje inspirador y muy bello (los paisajes son absolutamente fantásticos), y con una banda sonora de voz gastada firmada por Eddie Veder (líder de Pearl Jam), el chico se va encontrando a distintos personajes, y es tan adorable, que todos le quieren adoptar, hacerse sus amigos, pero él se resiste. Es el "rey de la carretera", por ello canta The king of the road, de Roger Miller, mientras va en un tren. Pero no encuentra a su familia en ninguna parte. Sus padres, William Hurt y Marcia Gay Harden, son demasiado estirados, pero ¿y los demás, dónde está el inconveniente? Así que llora en soledad, pero vive con optimismo, rechaza acostarse con una menor, se rige por unos principios nada comprensibles dada su absoluta libertad (no tiene dinero, trabaja en lo que encuentra, come lo que le dan).

Así encuentra a unos hippies (Catherine Keener perdió a su hijo); a un agricultor perseguido por la justicia (Steve Vaughn) y a un anciano (Hal Holbrook) que intenta hacerle comprender lo corto de la vida y lo absurda que es su decisión (toda esta parte es conmovedora, lo mejor de la película). Los demás también tienen sus problemas y siguen viviendo en sociedad. Pero él continua su periplo hacia Alaska. Cuando por fin llega allí se encuentra una caravana (la imagen del cartel), y se queda a vivir allí por dos años, lo que se convertirá finalmente en su ataud. Penn da a entender que el chaval quiso volver, pero la propia naturaleza se lo impidió.

La escena final, con el "rayo luminoso divino", es de las que se quedan grabadas. En una batalla del hombre contra la naturaleza está claro quien tiene las de perder.

Como anécdota, además de Hirsch, habrá que echarle cuenta a la actriz que interpreta a la menor con la que rechaza acostarse y con la que hará buenas migas. Es Kristen Stewart (17 años), la hija de Jodie Foster en La habitación del pánico. Entre ambas fotos han pasado cinco años. Increíble transformación.




Hacia rutas salvajes se estrena el 25 de enero.

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