31.5.23

Barry 4x8, ¿ha sido un buen final?

Esta entrada está llena de spoilers. Sobre el episodio final de Barry, creada por Bill Hader, llamado Wow (4x8)


En tiempos de Twitter, descargamos lo que pensamos a golpe de inmediatez. Y el blog, bueno, se queda para lo que siempre sirvió, para analizar más en profundidad lo que hemos visto. El problema es que no tenemos tanto tiempo para comentarlo todo (al menos si se quiere hacer bien). 

En una semana en la que acabó Succession (el mismo día que Barry y en la misma cadena) y (presumiblemente) Ted Lasso (que son las que llevo al día), escribir de todas ellas se me ha hecho imposible. Con Barry, sí que esbocé algunas ideas en un papel mientras veía el último episodio. Ahora toca mirar atrás y entender qué nos ha querido contar Bill Hader con su asesino en proceso de transformación, crónica viviente de un país sumido en la violencia consentida. 

con spoilers a partir de aquí.

EL ORIGEN
Llegué a Barry tarde. Se estrenó en 2018. Bill Hader no me gustaba, no entendía qué hacía un cómico del Saturday Night Live interpretando a un frío asesino. Me pasó como con Bryan Cranston en Breaking Bad. Me provocó rechazo. Pero me obligué porque soy muy de este tipo de comedias negras y me enamoré de su personaje y, sobre todo, de los actores veteranos que le rodeaban y le hacían más grande. Escribí una entrada a la que llamé Barry, un asesino a sueldo con alma de actor. Barry era una mezcla de Dexter (con su código y con el que puedes llegar a empatizar porque se cargaba criminales), Los Soprano (por aquello de que las clases de interpretación sirven a modo de psicólogo para que Barry entienda sus propias contradicciones), El método Kominsky (asistimos a las clases de un veterano retirado) y Killing Eve (el asesino ha sido enseñado y no distingue el bien del mal). Su profesor bien podría ser el padre que nunca tuvo, una buena persona; mientras que el mentor es un canalla que solo le utiliza como máquina de matar, y mantiene con Barry una relación dependiente.

Ambos, Stephen Root y Henry Winkler son para Barry las dos caras de la misma moneda. Uno le hace mal (Fuches) y el otro (Gene Cousineau) le hace bien. Para entender el final de Barry no hay que perder de vista a estos dos, en concreto, a su evolución a lo largo de las cuatro temporadas. Eran tipos de lo más sonrientes hasta que todo se fue poco a poco jodiendo. 



El asesino que quería ser actor se enamoró de Sally, una rubia con inseguridades que le cambiará la forma de ver la vida y que le hará irse alejando poco a poco de Fuches para abrazar lo que significa Cousineau, un futuro diferente. El problema es que Barry se carga a Janice, la novia de Cousineau, a la sazón detective, algo que ya le perseguirá para siempre. Recordemos que Janice descubre que él asesinó al alumno de su reciente pareja. En ese mismo episodio (el séptimo), Barry también se carga a Chris, un antiguo colega de los marines, algo que no cuadra con su supuesta obligación de matar que le impone Fuches. Cuando Barry se siente en peligro, mata. No hay más. 

En el octavo episodio, Fuches se hace pasar por Gene confesando el crimen de Janice. Aunque parece que Fuches encubre a Barry, en realidad lo lía todo más, pues le dice a Gene que Barry es a quien busca. Fuches, que educó a Barry en la sangre, le traiciona. Ojo. También entra en la ecuación NoHo Hank, un mafioso checheno calvo, gay y elegante, otro de esos villanos ambiguos. Barry está lleno de ellos. Se ve obligado a entrenarlo en el desierto. Bill Hader parece decirnos: "Pero ¿quién es más malo aquí?".


EL NUDO
Ya me puse al día y desde la segunda temporada seguí la emisión del episodio semanal religiosamente. Bill Hader dirigía y protagonizaba episodios entretenidísimos, algunos de ellos, obras maestras. Conociendo ya a los personajes podía regodearse en las tramas y diálogos. Y se marcó aquel episodio, el quinto de la segunda temporada, con Una pelea antológica en un plano secuencia alucinante, que me dejó loca. El detective que le perseguía por la muerte de su compañera le "compra" para que se cargue al nuevo novio de su ex mujer. Lo dicho anteriormente: "Pero, quién es más malo aquí?". Y Fuches le acompaña en el encarguito de marras en el que se ve implicado una niña, que Fuches no duda en intentar eliminar. Fuches impide que el malherido Barry pueda ir a un hospital. Barry sufre alucinaciones, la más importante cuando regresa a casa como un soldado que fue, con todos los honores. En esta odisea, Fuches huye dejándole atrás y se muestra una vez más cómo Barry tiene la suerte de su lado al escapar de la policía (pero no porque le ayude Fuches).

En la tercera entrega, Barry fue capaz de amenazar a Gene matando a su familia (hijo y nieta) si hablaba y es capaz de sobornarle con un papel en la serie de su novia. También de gritarle a Sally cuando esta tiene las manos atadas ante dicha poposición. Hasta ella se vuelve medio loca cuando finalmente pierde su serie. Barry parece infectar con su maldad a los que le rodean. De hecho, Sally acaba matando a un hombre al final de la temporada. En esta entrega, Barry se sincera con ella, y ella se queda. Barry acaba en la cárcel. Escribí en Twitter: Hoy que se ha estrenado el último episodio de la 3T de #Barry solo puedo resumir esta entrega como BRUTAL. Qué bien construye Bill Hader al sociópata, delante y detrás de las cámaras. Historia original, divertida, tierna, cruel, sorprendente, todo bueno. Y vaya cliffhanger.

EL DESENLACE
Es la cuarta (y última) temporada el que actúa de una forma irracional es NoHo Hank, cuando no le importa que maten al amor de su vida, Cristóbal. Barry escapa de la cárcel y todo vuelve a empezar ocho años después. Es un extraño salto en el tiempo que nos confirma que Sally sigue con Barry, pero más bien está atrapada en esa vida (como le ocurría con su novio maltratador). Alcoholizada, trabaja de camarera y tiene un hijo con él al que educa Barry, cegado por el fanatismo religioso.

Es la temporada de los cameos. No me extraña que quiera salir todo el mundo en ella, decía en Twitter. En el tercer episodio se marca un cameo hasta Guillermo del Toro. Su personaje se llama Toro y parece un patriarca gitano. También salía Fred Armisen hablando en español (y explotándole una mano). En el cuarto llega Sian Heder, directora de Coda, haciendo de sí misma y riéndose de las pelis tipo WonderWoman. 

En el quinto episodio se menciona el posible biopic sobre Barry en el que participaría Cousineau. En el sexto, Cousineau suena una frase brillante que dará más sentido al final de la serie. "Estás glorificando a un psicópata". Mientras Fuches sale de la cárcel todo tatuado y con sed de venganza. Barry se convierte aun más en una persecución del perro y del gato. Ya sabemos que con consecuencias irreversibles. Fuches quiere la cabeza de Barry y Cousineau que desaparezca de una vez de su vida. ¿Morirá Barry? Esa era la gran pregunta. Lo cierto es que por mucho que haya intentado ser buena gente, todo se le pone en contra. Sally es infeliz, su hijo vive apartado en medio de la nada, fingen vidas que no son y los dos hombres que le han acompañado en el camino le odian. NoHo Hank secuestra a Sally y al chaval, así es como Barry pierde los papeles. Pero no pasa nada porque en EE UU si vas a comprarte 20 kilos de armas te las venden sin más. 


Al final, pareciera que Barry se podrá ir de rositas. Como siempre. Se llega a la conclusión de que Cousineau manipuló a Barry para matar a Janice (su padre ha sido también una mosca cojonera en la ecuación, persiguiendo a Barry por su cuenta). Sally le cuenta al hijo que ambos son asesinos. Que merece lo que le pase. Pero claro al niño, no. Fuches y Hank se enfrentan en dos grupos. Su paso por la cárcel le hace ver que no tenía corazón, dice Fuches. Maquiavélico, le pide a Hank que admita que mató a Cristobal. Y Hank llora. El checheno no quiere que a Barry le pase nada, así que aparta al niño y le manda a la mierda. Fuches le dispara y acaban todos matándose entre ellos. Fuches se escapa con el niño. Hank muere y nos da mucha pena.

Y llega uno de los grandes momentos de la serie. El cara a cara de Barry con Fuches. Silencio, miradas… pero Fuches huye y Barry le mira sin hacer nada. Fuches siempre fue un cobarde. La cárcel y los tatuajes eran una fachada. Barry piensa que se ha redmido porque Fuches le ha perdonado la vida. Podría ser. ¿Cómo iba a matar un padre a su hijo? Tal vez Fuches no fuera tan malo como creía. Pero es Sally la que le pone los pies en la tierra. Tal vez para deshacerse de Barry de una vez. Le dice que no se ha redimido y que se tiene que entregar a la policía. 

Barry acude a casa de Cousineau, el otro cara a cara que esperamos con expectación. El agente de Cousineau, que está allí, le dice que debe hacer lo correcto porque van a acusar a Cousineau de todo lo que ha hecho Barry. Mientras, atemorizado, Cousineau se ha encerrado con un arma. Barry asume su culpa de una vez y dice que se va a entregar. Entonces se oye un disparo. No es Cousineau suicidándose, sino Cousineau disparándole y rematándole con un tiro en la cabeza. Y ahí llega la policía que no le ha salvado por segundos. Resulta que se intercambian los papeles: al final quien le hace bien es Fuches (o al menos no le hace daño) y es el otro, el bueno, Cousineau, el que acaba haciendo el mal, ya desesperado. Barry muere sin apenas darse cuenta a manos de Cousineau. Antes decía que Barry mataba cuando se sentía en peligro, como un animal. Ante Cousineau, sentado en un sofá, Barry baja la guardia, y eso le cuesta la vida. Se sorprende tanto como el espectador.

EL OTRO DESENLACE (MORALEJA)
Me encanta porque en la película, a Bill Hader le interpreta nada menos que Jim Cummings, actor y director de las divertidas y originales Thunder Road o El lobo de Snow Hollow.

Sin Barry, ¿qué más puede pasar en una serie que acaba y que se llama Barry? Bill Hader se saca otro salto en el tiempo para mostrarnos qué fue de Sally y, sobre todo, de su hijo John. Sally disfruta por fin del éxito teatral que tanto ansiaba. Un profesor se le acerca para ligar con ella, pero vemos que Sally está tocada y pasa de los hombres. El hijo de Barry, John, es ahora físicamente como Jaeden Martell, un adolescente retraído. Un amigo le anima a ver por fin el biopic que se hizo de su padre. En la película, como vaticinaba Cousineau, se ensalza al asesino Barry, ya que se afirma que Cousineau (que está en la cárcel por el asesinato de Barry) fue quien mató a la detective y Barry fue enterrado como buen soldado en Arlington. Vemos en la ficción cómo Cousineau dispara varias veces a Barry, cebándose. Nada se sabe ni se dice de Fuches porque en esa narrativa no existe. Así que tanto en la vida real como en la ficción, el creador del monstruo, Fuches es el único que se salva. 

El hijo sonríe en la última escena, orgulloso de su padre. Parece haber olvidado lo que le contó su madre de pequeño, que ambos habían matado, su verdadera naturaleza. Y esa película quedará como la única verdad para este crío. Al final Barry es una autoparodia que crítica a un país que prefiere inventarse héroes y creer en la ficción para huir de la realidad. Es una reflexión sobre el perdón, la redención y el amor. Un seriote. Y como decía en Twitter, dan ganas de verla desde el principio. Vaya viaje de serie.

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