27.11.22

Los churros de Atraco a las tres (1962)

Algunas curiosidades de Atraco a las tres (1962).

Me he visto varias películas de José Luis López Vázquez del tirón. Qué disfrutonas son si te paras a analizar las costumbres de la época. En Atraco a las tres (1962), dirigida por José María Forqué, son los trabajadores de un banco (el Banco de los Previsores del Mañana, se llama con mucha guasa) los que pergeñan un atraco rebotados porque han echado a su benevolente jefe (el nuevo, llamado Prudencio, es un tipo repelente). Esta idea del banquero buitre que no ve con buenos ojos ofrecer préstamos a los pobres ya lo trató Frank Capra en el clásico ¡Qué bello es vivir! (también necesitaban reunir dinero en Plácido, 1961, de Berlanga).

Sin entrar en que el plan, obviamente, no les sale como esperaban, hasta que llega ese momento el grupo debe reunirse para preparar el robo. Y lo hacen de noche, en la calle, con un frío que pela y con una buena ración de churros que comparten entre todos. Esta escena nos demuestra lo simplones que son, o dicho de otro modo, son tan inconscientes que siguen con su vida como si nada y si hay que comerse unos churros calentitos pues por qué se va a privar uno. Los nervios para el día del atraco.

Luego hay otros detalles que sirven para contextualizar la época, por sus carencias y miserias. 

  • Los exteriores del banco están rodados en la calle Marcelo Usera y el banco se sitúa en la esquina con la calle Pilarica.
  • El personaje de Rafaela Aparicio tiene una vaquería, algo que me ha hecho sonreír pues mi bisabuelo también tenía una, y mi abuelo heredaría el oficio con una lechería a la que yo iba de pequeña para ayudarle (más como un juego que como algo serio). Esta mujer ingresa 60.000 pesetas de la época y además le regala al cajero Galindo (López Vázquez) un litro de leche. Galindo la rechaza porque dice le sienta mal a la que la otra, orgullosa, le die que ojo el litro cuesta a seis pesetas, lo que vendría a decir que era muy buena, un regalazo.
  • Si este dinero nos parecía mucho, otra clienta (una cantante de cabaret extranjera) ingresa 600.000 pesetas, que es cuando Galindo se deshace en elogios con ella y López Vázquez suelta su frase más famosa mientras le hace reverencias: "Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo".
  • 20 millones de pesetas es el dinero que pretenden robar.
  • El personaje de Gracita Morales se saca un dinero cobrando a los vecinos por ver la tele. No todo el mundo podía permitirse un televisor, así que ella saca provecho como puede. A uno en silla de ruedas no le cobra la silla, así que a él y a su acompañante les pide dos duros.
  • López Vázquez emula a su ídolo Groucho Marx cuando fuma con boquilla. El actor se preparaba también el look que iba a lucir, como en esta ocasión, dejándose la media que se había puesto en la cabeza debajo del sombrero, con bufanda y un abrigo que parecía estarle grande.
  • López Vázquez cree que ha ligado con la cabaretera. Cuando va a verla al camerino presencia como un tipo la pega. Sacando la valentía de donde no la hay le espeta Galindo que es un cobarde por pegar a las mujeres, "por qué no me pega a mí", para acto seguido esconder el bulto.
  • Bebe champán con la cabaretera mientras baila algo que recuerda a Jack Lemmon en El apartamento.
  • Alfredo Landa hace del compañero del banco más miedoso. Este es su primer papel en el cine. En realidad, Pedro Masó que escribió el guion, quería para este papel a Manolo Gómez Bur pero no estaba disponible.  
  • Pedro Masó se inspiró en Rififí (1955), de Jules Dassin. Dijo que el guion lo escribió en nueve días, "y eso solo se hace por hambre".
  • Está tan mal la cosa que cuando otro de los compañeros (Cassen) es ingresado en un hospital porque le operan de apendicitis, el resto le va a visitar y se come su comida. Hasta el médico que le atiende se lleva una patata frita.
  • Si te fijas en los tranvías aparecen anuncios de Pepsi y de Martini.
  • En 2003 rodarían Atraco a las 3… y media con Iñaki Miramon haciendo de Galindo.

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