25.2.20

Hunters, una Malditos bastardos a la que le sobra el toque X-Men

"La serie cazanazis de Amazon Hunters es BRUTAL. Se hablará mucho de las crueles anécdotas de los campos de concentración y de la venganza tarantiniana de los antifascistas. Una Malditos bastardos a la que le sobra el toque X-Men/comic. Pero muy valiente y loquísima". 

Hunters confirma su segunda temporada.

Hello!
Esto decía yo en Twitter antes de que se emitiese Hunters en Amazon, vistos los primeros episodios. Tras su estreno, se le ha criticado el retrato poco realista que hace del Holocausto. El museo de Auschwitz compartió su malestar a través de sus redes sociales, ya que la serie, dijeron, es una caricatura del horror e inventa hechos que no han pasado en la realidad –como el ajedrez humano del primer episodio– lo que dará pie a futuros negacionistas. Según esta organización hay que preservar la exactitud de los hechos. El creador David Weil, que se basó en los recuerdos de su abuela superviviente en Auschwitz, se defendió argumentando que Hunters no es un documental y que lo que intentó evitar fue mostrar la realidad: lo último que quería era replicar los horrores reales que vivieron los supervivientes.



La serie producida por Jordan Peele (The Twilight Zone, Dejame salir, Nosotros) está protagonizada por Al Pacino que interpreta a un anciano superviviente que forma un escuadrón variopinto de cazanazis a finales de los 70. La trama de la serie es muy sencilla y obviamente ficticia, algo que parece que se nos olvida. Nadie criticó a Tarantino por matar a Hitler en Malditos bastardos. ¿O es que alguien se puede creer algo solo por verlo en una película? En Hunters los nazis quieren formar el Cuarto Reich en Estados Unidos y para ello se están uniendo en secreto, eliminando a viejos judíos. Al igual que The Man in the High Castle, también de Amazon, en el que se muestra cómo los nazis y los japoneses ganaron la II Guerra Mundial, Hunters no pretende mostrar una realidad. Nadie dijo que era una desvergüenza The Man in the High Castle porque ganaba el fascismo y los nazis hacían lo que les daba la gana. Yo no lo leí ni lo escuché.

El grupo de caza nazis un poco WTF.

Hunters sigue los pasos de Jonah Heidelbaum (Logan Lerman, Las ventajas de ser un marginado) nieto de una superviviente del Holocausto. A la abuela la asesinan en su casa y Jonah se quiere vengar. Luego, Meyer Offerman (Pacino), que dirige la organización secreta que persigue nazis, le contacta para que se una a su misión. El arranque es muy parecido al de The Boys

Lo mejor de la serie son los flashbacks del campo de concentración porque sabemos que la realidad supera a la ficción. ¿Un ajedrez humano? Si has leído lo que hicieron los nazis en Auschwitz o en otros campos esto se queda corto. Es un error creer que Hunters, la idea del nieto de una superviviente, vaya en contra del Holocausto. Creo que esta serie remueve conciencias de nuevas generaciones que necesitan un estímulo visual más potente. Un ejemplo del cuidado de la serie está en los asesinatos en sí mismos. El primer episodio no se anda con tonterías, no engaña. Un nazi (Dylan Baker) mata a toda su familia a sangre fría porque solo le habían servido de tapadera. Y a plena luz del día. Esto es Hunters y quien quiera seguir viéndolo ya sabe lo que hay. Han sido tan cuidadosos que la muerte de la abuela, por ejemplo, no se ve, tampoco la de otros judíos. La serie se muestra explícita especialmente con los asesinatos de los nazis, como la anciana que se ducha y muere por el mismo gas que inventó. Ese es el nivel de “realismo” que tiene la serie.

El más cabrón de todos es el más joven.

Lo peor de Hunters, para mí, no es este debate de lo que se puede o no se debe mostrar en una serie de ficción, sino la parte de X-Men que emula a un cómic. La serie comienza, como digo, al estilo visual de The Man in the High Castle mezclado con Malditos bastardos, pero en el segundo episodio, cuando nos presentan al grupo, el enfoque se desmadra. Tenemos a un matrimonio maduro, Mindy y Murray Markowitz (Carol Kanes y Saul Rubinek); a una monja, la hermana Harriet (Kate Mulvany); a una joven sacada de una peli blaxploitation, Roxy Jones (Tiffany Boone); a un maestro del disfraz, Lonny Flash (Josh Radnor, pelín patético tras Cómo conocí a vuestra madre); a un asiático (Louis Ozawa) vietnamita armado. 

La presentación de personajes no me convence, es muy Guy Ritchie, no tienen superpoderes pero como si los tuvieran, simplemente se unen contra el Mal, con mayúsculas, encarnado en La Coronel (Lena Olin, Mindhunter), una mujer madura, también muy arquetípica, con su perro a un lado, organizando a la pandilla sin mancharse las manos. Su joven aliado, el nazi que lleva tatuada una esvástica y que arregla los desaguisados y amenaza sin miramientos (Greg Austin), funciona por lo cabrón que es. Pero es ficción, igual que la detective negra (Jerrika Hinton, Servant) que sigue el rastro de los cazadores, con su jefe –James Le Gros– desconfiando de ella (cualquiera en Hunters que sea blanco puede ser un nazi, a saber). Si alguien critica esta serie que no sea por sus macabras escenas ficcionadas sino porque podría llegar a anquilosarse y mostrar la caza de un nazi por episodio (al estilo procedimental) con el enfrentamiento continuado entre ambos bandos mientras la detective del FBI los intenta desenmascarar. Y por ahí sí que no paso.

Guiño Cócteles fuera de serie, Lena Olin brindando por lo suyo.

Añado como psoible acompañamiento a la serie, el filme El extraño (1946), de Orson Welles, muy hitchcockiana, con Edward G. Robinson y Loretta Young, en la que Welles interpreta a un nazi que ha escapado, se casa con una mujer adinerada (Young) y es perseguido por un agente de la comisión de crímenes de guerra (Robinson).

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