(subida originalmente 9.6.18)
La quinta temporada de Younger, la comedia creada por Darren Star, arranca fuerte, ya que, aunque continúa con su mismo tono de cachondeo generacional que se trae una mujer de 40 años que se hace pasar por una de 20 para conseguir trabajo, las cosas se van haciendo cada vez más evidentes. Comentaré por aquí las claves y curiosidades sobre moda, cócteles y referencias poperas de esta nueva entrega, tal y como hice con la primera temporada; la segunda; la tercera y la cuarta. Por cierto, Younger ha renovado por una sexta temporada.
TNT España emite la quinta temporada de Younger a partir del 15 de octubre.
La quinta temporada de Younger, la comedia creada por Darren Star, arranca fuerte, ya que, aunque continúa con su mismo tono de cachondeo generacional que se trae una mujer de 40 años que se hace pasar por una de 20 para conseguir trabajo, las cosas se van haciendo cada vez más evidentes. Comentaré por aquí las claves y curiosidades sobre moda, cócteles y referencias poperas de esta nueva entrega, tal y como hice con la primera temporada; la segunda; la tercera y la cuarta. Por cierto, Younger ha renovado por una sexta temporada.
TNT España emite la quinta temporada de Younger a partir del 15 de octubre.
(a partir de aquí puede contener spoilers)
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| La falda de rayas de Liza es de Zara. El vestido de Kelsey, de Isabel Marant. Y Diana luce un Antonio Berardi. |
Younger 5x12 Lizability (final de temporada)
Sólo queda una temporada para que acabe Younger, y así están las cosas.
- Ha triunfado el amor entre Liza y Charles. No hay vuelta atrás. Charles dice que es feliz, prefiere dejar la empresa de su familia antes que perder a Liza. Pero la pareja, aunque enamorada, termina el episodio de la mano por el parque con cara de responsabilidad absoluta, de respeto. Además, entre todos, logran que Liza rechace un buen contrato con Plaza, en el que hubiera tenido su propio sello, con el desafortunado nombre de Chick(Y) y con el mismo pollo de Los pollos hermanos como mascota. Saca de sus casillas a Cheryl, claro está.
- Quinn salva la empresa con su pasta ("como hizo Bezos con el Washington Post", en referencia a la inyección de Jeff Bezos, el CEO de Amazon al periódico), y Liza le cuenta la verdad, ya que podría salir a la luz en Page Six que ellos están liados. Sin Charles en la empresa, Liza ya no es una subordinada y puede estar con él. Pero ahora la que manda es Quinn.
- Triunfa también el amor entre Diana y Enzo. Diana comienza riéndose de Enzo porque éste considere una hazaña acabar con lo que llama un "grasoberg (fatberg)", el mayor trozo de mierda del mundo, vaya. Mientras cenan pasta con vino, Enzo le dice que no quiere sentirse mal porque no sea glamuroso, algo que pone en guardia a Diana, que, una vez más, se da cuenta de que es una snob. Mientras le pide a Liza un masaje en Guerlain, choca con la realidad cuando Enzo desaparece. Diana, con temor a perderle, es capaz de ir a buscarle y abrazarle cuando lo rescatan a pesar de estar embadurnado en mierda (y de joderse el trench amarillo de Dries Van Noten). Diana es la única de la empresa que no sabe el secreto de Liza. Para cuando se entere su relación con Enzo la habrá cambiado para mejor (si es que no lo sabe ya por pura intuición). Diana menciona que Joe Biden (vicepresidente con Obama) hacía una fiesta. Curioso que Biden haya estado en boca de todos esta semana por su presencia en el funeral de John McCain.
- Zane deja la empresa. Al igual que Charles, Zane se va. "No puedo trabajar para ti, soy mucho mejor", le dice a Kelsey. Que Millenial sea ahora más importante que Empirical le hace dimitir. Pero se va con una sonrisa, ¿será el nuevo competidor de Kelsey? Zane le deja claro que estaba enamorado de ella y que le ha hecho daño. Como Charles y Liza, Zane y Kelsey tienen todas las papeletas de acabar juntos también.
- Josh va a ser papá. El personaje de Josh se ha quedado un poco en la cuneta, ya que Liza ha elegido a Charles. Aunque Josh sueña que tiene un hijo con Liza y es feliz imaginándoselo. Para no cargarse al personaje se inventan que su ex está embarazada. Josh pasa de ser un posible donante de semen de la pareja de Maggie a ser papá de rebote. El ritual del cacao al que le somete Lauren es lo más absurdo del episodio.
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| La cerveza no puede faltar en Francfurt. Liza lleva un vestido de Philosophy Di Lorenzo Serafini. |
El grupo se va a una feria en Frankfurt, donde todo parece ir bien porque el mejor libro del año se lo va a llevar la empresa. Sin embargo, Charles le confiesa a Liza que la empresa va tan mal que podría cerrar en tres meses. Ellos siguen a su rollo clandestino, aunque a Liza casi se le escapa su edad con Diana y se reencuentra con Cheryl (Martha Plympton), que, conocedora de su secreto y de que las cosas no van bien, le ofrece trabajar en Plaza. Liza se ríe, pero luego habla con Charles en su habitación del hotel Le Meridien y lo ve como una posible salida antes de que la gente se entere de que ha mentido sobre su edad, y acepta, pero Cheryl también descubre que están enrollados (por cierto, con la tontería del "Fuckfurt" le come la boca a Charles en el bar). Aunque Liza le confirma a Kelsie que deja la empresa, a ver qué ocurre en el último episodio de la temporada realmente. En Fraudlein (juego de palabras con señorita -fraulein- y fraude), hay momentazos cómicos. Diana, Liza y Kelsey se sorprenden con el camel toe de un camarero alemán que lleva salchichas en su bandeja y marca paquete, que ellas dan en llamar Elchknochel o "mooseknuckle" (¿nudillo de alce?). En la rueda de prensa, una espontánea critica a Liza porque parece mayor de edad. Kelsey anda medio pedo con sus vodka con soda y acaba en la habitación de Zane, aunque no pasa nada. Pobre Zane, por la noche le mete un puñetazo a un tipo porque mete mano a Kelsey y resulta ser el escritor que le podría haber hecho famoso editorialista. El puntazo del episodio ha sido ver a Diana y a Cheryl recordando viejos tiempos, bailando Cabaret (Willkommen!) en el Kit Kat Club de la ciudad alemana delante de sus compañeros. Mientras, en Brooklyn, Malkie, la pareja de Maggie estaría dispuesta a tener un bebé con el esperma de Josh. Lo que faltaba. El problema es que Maggie (a la que vemos con un mono vaquero de Givenchy) es de las que piensan que en el barrio en el que lleva 20 años "yonquies, sí; carritos de bebé, no". Sólo queda Diana por saber la verdad sobre la edad de Liza y me da la sensación de que, aunque no lo ha demostrado nunca, podría saberlo de siempre y haberse callado. ¿O no?
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| El de las salchichas poniendo nerviosas a las chicas con su marcapaquet de toda la vida. |
Episodio algo flojo en el que todo parece que va a salir mal y acaba saliendo bien. El enfado de Diana con la madre de su novio (la mamma le obliga a matar a martillazos a unas anguilas) provoca que éste se vaya a vivir a Manhattan. Punto para ella. Su imagen en el ferry cuando se le vuela el pañuelo me ha recordado a Sexo en Nueva York. Por fin, se deja llevar en un ferry gratuito y no tanto Uber del que recrimina el precio. Intenta colarle como suya a la madre la magnífica lasaña de Maggie. Ésta comparte con Liza y su hija licor de sambuca, con un extraño jersey que parece Freddy Krueger (por muy 3.1 Phillip Lim que sea). Maggie menciona Task Rabbit, que es una web que ofrece al cliente ayuda ante cualquier necesidad. Liza le cuenta la verdad a su hija sobre su edad y, claro, la hija se sorprende que pueda colar que su madre tenga 27 años. El motivo es el nuevo novio de Caitlin, Greg (Josh Cooke, Castle Rock), su profesor, un tipo más mayor, que dura un suspiro, lo justo para que Liza tenga una excusa para contarle la verdad. "Aceptamos el amor que creemos merecer". Como va de legal, Liza le pide a Charles que su relación deje de ser un secreto, no sólo por no ser una hipócrita con su hija si no por temor a que Quinn se lo pudiera levantar, celosa ella. Caitlin provoca el acercamiento entre Liza y Josh, ya que comen todos juntos con Greg. O más bien, beben, en una especie de barra libre de Bloody Marys. Josh, que ha reformado el estudio de tatuaje y le echan piropos en la inauguración (tatuó a Kelly Slater y a Demi Lobato, dicen) se entera del rollo entre Liza y Charles y decide quitarse un tatuaje de dragón que tenía en recuerdo de su relación con Liza. Si Charles no da el paso, Liza volverá a estar sola, y cuando se entere de que Josh ha intentado borrar su pasado juntos le dolerá en el alma.
Lauren quiere meter la cabeza en Empirical y decide encandilar a Diana con sus novedosas estrategias como publicista. Consigue que Kelsey gane un premio Glamour, pero también descubre el pasado como actor porno (y gritón) del novio de Diana. A ella no le importa, todos tenemos un pasado, y a ella le pone como una moto en la cama. Liza sigue disimulando su relación con Charles, lo que le lleva, por un malentendido, a enfrentarse a Kelsey. El episodio habla de la amistad femenina. Liza antepone a Kelsey por delante de Charles, y éste lo comprende. Kelsey asume que el premio no es sólo de ella, y lo comparte con Liza, por mucho que una nueva escritora a la que va a publicar le insinúe que para llegar a lo más alto hay que ser egoísta y luchar por una misma. Según Quinn Tyler (Laura Benanti, Desviados), los hombres están donde están porque sólo piensan en ellos, mientras las mujeres nos quedamos atrás por pensar en los demás. Las mujeres de Younger no son egoístas, se ayudan entre ellas para triunfar. Me ha chiflado el vestido rosa de flecos de Liza firmado por Nina Ricci, aunque le sobra el cinturón. Y vaya decepción que anuncien que Allison Janney le dará el premio a Kelsey, pero luego ná de ná.
Uno de los momentos más esperados de la serie lo vemos al inicio del episodio: ¡Liza y Charles encamados! inspirándose en Un romance peligroso, la peli de George Clooney y Jennifer Lopez. La trama da un salto en el tiempo (10 días) y Charles aparece con barba. Ellos son perfectos en Younger. Charles se afeita por Liza, le hace manitas por debajo de la mesa en una reunión, quiere vivir con ella en una burbuja, que, en realidad, no deja de ser mentira. Una mentira que la ex de Charles, Pauline, está dispuesta a destapar en una secuela de su libro. Así que Charles cede y le da vía libre para que se vaya a otra editorial. Lo que quiere es no poner en evidencia a Liza, pero eso puede pasarle factura a ella. Por eso, Kelsey decide separar trabajo y placer, y dejar al escritor, lo que él se toma a mal y le pide a Charles que le ponga de nuevo a Zane como editor. Pero Zane, que es la releche de bueno, no lo acepta y apoya a Kelsey, aunque ella aún no lo sabe. La relación a escondidas de Liza y Charles no augura nada bueno, habrá más lío, claro, o que los pillen o que el secreto se haga insostenible. Y ahí está Diana para darse cuenta."El amor se alimenta de misterio". A ver qué pasa cuando se acabe, pues recordemos que Josh anda por ahí todavía. Maggie se compromete con una ex. Curioso: Liza y Charles montan en un carrusel de Battery Park llamado Sea Glass que no conozco. Maggie da a entender irónicamente que no abrirán una tienda Duane Reade, que es una cadena de farmacias muy popular en Nueva York. Lauren conoce a la ex de Maggie en una charla con Natalie Portman. Pauline se reúne con Diana y Liza en el Monkey Bar, donde la representante de Reese Whiterspoon dice que para la serie deberían contar con Shailene Woodley (todo queda en Big Little Lies).
Younger 5x7 A Christmas Miracle
Hablemos de milagros. A finales de julio, Younger se saca de la manga ¡un episodio navideño! A Diana le encanta que su fontanero le ponga un árbol y se emociona cuando Liza le regala una bufanda hecha a mano. La frase del episodio es suya: "Los collares deben inspirar envidia, no convulsiones". Se lo suelta a Liza cuando ésta flipa con el collar extravagante que le regala. La cosa se complica en la editorial, con Kelsey. A Zane le traen carbón, porque no sólo parecerse quedarse sin su novia (el lo cree así) si no que el escritor lo aparta del proyecto. Supongo que Kelsey volverá con él, a ver. Tampoco le va bien a Maggie, que vende todos sus cuadros, pero se arrepiente cuando descubre que estarán escondidos en un almacén hasta que se revaloricen. Su look le recuerda a Liza a Karl Lagerfeld, y a Josh, a Tilda Swinton. Este es uno de esos episodios memorables por el triángulo Liza-Charles-Josh. La hija de Liza le hace creer a Josh que su madre siente algo por él, al tiempo que Liza y Charles se enrollan bajo la nieve. Hay una cosa que enternece a Charles: ver a Liza con su hija, pasando el tiempo juntas, como una familia. La pilla en la fiesta de su abogado y amigo común (aunque él aún no lo sepa) cantando The Lonely Goatherd, de Sonrisas y lágrimas, como si Liza fuera Julie Andrews. Se veía venir que iban a coincidir en ella, pero ahí no surge nada, tienen que disimular como que no se conocen. Charles, que se iba a esquiar, regresa a por Liza. Escuchar la misma sintonía en el taxi es una señal. Y a la vuelta de las vacaciones navideñas, ¿qué? |
| Liza (con vestido de Marni) y Maggie celebran con champán al mediodía, ellas que desayunan Mimosas. |
Gina Gershon interpreta a una rockera (que quiere publicar un libro) llamada Chrissie Hart, que imita en físico a otra Chrissie, Hynde, cantante de The Pretenders. Esta tipa va de diva (una más a la lista), que quiere montárselo con Charles. En su mansión guarda la calavera de Joey Ramone (de Los Ramones, me parto) y, dice, aunque no se ve, un consolador de 10.000 dólares de la época egipcia. Diana envía a Liza al rescate de Charles, lo que lleva a un acercamiento que se queda en intento (qué morbo, y eso que iban borrachos de absenta). Mientras Josh se pone celoso cuando se entera (Liza siempre entre dos hombres), Kelsey se lo monta con otros dos, pero se siente mal (Lauren le viene a decir que ole su coño). Diana, la collares (qué maravilla el de los flamencos y el de las perlas XXL sobre un traje de Zero+María Cornejo) sigue sin creerse que su fontanero tenga pasta. Diana conoce a su mamma, que la habla en italiano, y descubrimos que Diana también lo habla porque estudió en Florencia. Por primera vez en la serie, Diane coincide con Maggie, ya que ésta expone en la Bienal del museo Whitney. Guiño Cócteles fuera de serie: Maggie y Liza lo celebran con champán. "¿Es temprano para el champán?", dice Maggie. "Las mimosas son el desayuno", le contesta Liza. Además de la absenta, y por temor a ser emborrachados, Liza le recuerda a Charles un truco para no emborracharse que vio en Se ha escrito un crimen: comer mantequilla antes de beber. A lo que Charles, riendo, le contesta: "¿Qué edad tienes?". Para que veamos que, aunque ella no lo sepa, Charles no la odia. Momento fashion: al final del episodio, cuando Liza le tira el libro a Charles, va vestida con un traje de chaqueta de Tom Ford.
Curioso que en este episodio que hace un guiño en su título a Big Little Lies, se hable también de El cuento de la criada. Don (el ex de la actriz en la vida real) desvela que Liza tiene 41 años a Vanity Fair. Liza se salva una vez más porque argumenta que ella no tiene edad, que es todo culpa del patriarcado, que lo próximo será que la envíen a El cuento de la criada. Liza utiliza la edad como si fuera una tendencia sexual, por ejemplo. Que una mujer es libre de ser como quiera ser y blablabla. Hay cierta crítica a esa juventud que impone lo que está o no de moda, cuando hasta hace bien poco pedían respeto por ser diferentes. El nuevo ayudante de Lauren en su fiesta de maquillaje comestible (que sabe mal) cree que ella es viejuna por ser millenial y que lo suyo no mola. Este chico, que va de no binario, cae mal porque parece como que huela mal a su alrededor. Es un snob y un maleducado porque cree que lo suyo es lo mejor. Hasta Maggie, la amiga de Liza, lesbiana, flipa cuando hablan de las siglas LGTB y éstas continúan como si no tuvieran final. "Te conviertes en lo que haces", le dice Liza a su hija, que se graba haciendo "breadfacing", es decir, restregando su cara en un pan. No entiendo qué tiene esto de sexy (lo que aprende una con esta serie). Liza imita el orgasmo de Cuando Harry encontró a Sally con un pan para demostrarle a su hija que es gilipollas. Episodio en el que Josh se acerca a Liza, pero en el que no aparece Charles (lloro).
De este episodio me quedo con el momentazo del Ridley del título (Christian Borle, Smash) que interpreta a un periodista venido a menos por las circunstancias, de trabajar para Vanity Fair y Vogue, a escribir artículos online cuya premisa es falsa. Con 20 años, dice, ganaba más que ahora. "Las revistas se mueren más rápido que los libros". Lo más cachondo es que en la vida real Christian Borle y Sutton Foster estuvieron casados hasta 2010. El vestido que lleva Liza en la fiesta (que nos gustan las fiestas) es de Milly. Diana, como hiciera la Miranda de Sexo en Nueva York con el abogado, se enrolla con Enzo, su fontanero (al que vimos en el episodio 3x4), que resulta esconder a un tipo con clase. Como anécdota contar que en Australia los espectadores vieron una versión más corta, sin toda la escena del perrito que se encuentra Josh. La cadena recibió así el episodio de EE UU, y luego lo volvieron a emitir en su versión completa. Raro, raro.
#Younger y el periodismo s.XXI— Yonomeaburro 🦄 (@Yonomeaburro) 29 de junio de 2018
"Las revistas se mueren más rápido que los libros" pic.twitter.com/lfCG8SbA51
Guau Younger. Qué pena que no estén ya todos los episodios. Va a toda pastilla. El cara a cara del final entre Liza y Charles descubriendo su mentira ha sido un sueño cumplido, aunque en plan coitus interruptus. Charles amenaza con no perdonarla y Liza, con irse del curro. Charles cree que ha sido Liza quien ha inventado la mentira de Pauline de seguir vendiendo la moto de su relación de cara a los lectores (en realidad es Diane). Pauline se mosquea por la tensión que hay entre ellos. Pauline que no ha superado su divorcio. Al salir Charles entra de nuevo Josh, claro, que va de flor en flor pero aclara que la mujer de su vida es Liza. Lo que no me creo a estas alturas que buenorros como Zane y Kelsey estén en una app de citas (Yara). Está claro que vamos a ver un nuevo trio entre estos dos (que se han enrollado de nuevo) y un nuevo escritor que los ficha a los dos. Episodio algo flojo. El vestido que lleva Liza que parece que lleve una banda de miss es de Calvin Klein (en la foto).
¿Qué haría Charles cuando supiera que Liza es viejuna como él? Flipo un poco con que no se lo suelte a la cara (va a llorarle a su abogado), pero Charles la quiere, no nos engañemos, y está dolido por la mentira. Al final del episodio le da la enhorabuena a Liza porque ha logrado el éxito, insinuando que para eso le quería a su lado. Charles es sensible, siempre lo ha sido. Cruzaba los dedos porque no lo liaran con Pauline y, thanksgod, no lo hacen. Como Charles no sabe fingir, le dice a su ex que lo suyo se acabó. Se va Pauline de la ecuación (Charles está libre, pero confuso) y entra en la jugada Josh, ya que Josh sí que ha sido utilizado, y para darle más morbo al trío, vuelve a estar soltero y triste. Liza le consuela, pero quien le tiene loca es Charles, que no hace más que evitarla. Liza y Kelsey consiguen un trato gordo con la empresa de Reese Witherspoon. La actriz no sale, pero a saber si no veremos un futuro cameo. Millenial despide a un acosador sexual para abrazar a una nueva generación de mujeres emponderadas como Ada Lovelace, de la que van a sacar un libro (la hija de lord Byron ya apareció en Halt and Catch Fire). La intención de Younger está más que clara: en esta temporada son más feministas que nunca. Cameo de Alanna Masterson (Tara en The Walking Dead) como mano derecha de Reese Witherspoon: le echa el ojo a Zane, pero Kelsey le dice que es gay (vamos, como el perro del hortelano). Y guiño Cócteles fuera de serie en la fiesta de presentación del libro de Pauline. Lauren (que lleva un sujetador con conos al estilo Galliano-Madonna) prepara "Sexo pringoso en la playa" porque son cócteles con vodka de chicle. "Dos de estos y llevarás la falda hawaiana como velo". Diana menciona la película Titanic, como símbolo de que la empresa se pueda ir a pique.
Younger retoma una de las tramas de la segunda temporada, aquella en la que Edward L. L. Moore, un clon del George RR Martin, le tira los tejos a Liza, vestida de amazona para la promoción de su libro. La quinta temporada de Younger arranca con la promoción de la nueva novela del escritor viejo verde, pero la serie (algo que no hizo antes) se posiciona ante el acoso sexual. De ahí, que el episodio se llame #LizaToo en referencia al movimiento #MeToo. Charles, su jefe y amante esquivo, quiere zanjar este tipo de comportamientos, incluso dan una charla sobre lo que es o no es abuso en el entorno laboral. Charles agradece a Liza su sinceridad cuando ella le da a entender que no se arrepiente de haberse enrollado con él, aunque al final del episodio Charles se queda loco cuando descubre la gran mentira de Liza. De sincera, nada. Me quedo flipada con este gran cliffhanger, pues, ¿qué hará ahora Charles? Es el escritor el que le desvela que Liza es de su quinta, tiene una hija y está divorciada.
Liza pregunta si se tiene que poner el bikini de piel, y Zane le asegura que la princesa es una heroína, que representa "el empoderamiento de la mujer", y que nadie critica el bikini de Wonder Woman, a lo que Diana responde que "el bikini es de sus orígenes de esclava".
Zane le suelta sonriendo a Kelsey que su falda no es apropiada para ir al trabajo, a lo que ella le responde: "Puedo ver el contorno de tu amiguito en ese pantalón". Un nuevo chiste de penes para el ránking de escenas de humor con penes.
Reaparece Grant Shaud (Murphy Brown), un amigo de Charles que, casualmente, es el padre de una amiga de la hija de Liza, como el abogado que va a la editorial a darles la charla anti acoso y, claro, Liza se esconde para que no le vea.
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