26.7.17

Entrevista. Titus Burgess, el robaescenas de Unbreakable Kimmy Schmidt

Titus Burgess es un robaescenas de cuidado. Ha ido ganando en cada temporada de Unbreakable Kimmy Schmidt. Rescato esta entrevista a raiz de la segunda entrega (ya se ha emitido la tercera en Netflix).


La Kimmy Schmidt del título (Ellie Kemper) es el cliché más divertido de manic pixie dream girl y Tituss Burgess, que interpreta a su estiloso compañero de piso gay, Titus Andromedon, un robaescenas de cuidado. En la segunda temporada de la disparatada serie de Netflix, más surrealismo non stop (con nuevos temazos musicales incluidos) con este comediante en estado puro que recibe a la prensa en París cual diva de Broadway sentado en un butacón, con los pies descalzos y tapado con una manta.

No hace falta haber pasado 15 años en un búnker como la naíf Kimmy para sentirse atrapado por el pasado. La pesadilla de Titus es su (¡oh sí!) ex mujer (su aparición fue el gran cliffhanger de la primera entrega), a la que abandonó. Superar aquello le llevará a ser otra persona. “Me resultó extraño ver cómo sus sentimientos pasan a un segundo plano”, comenta de su cínico personaje, con el que, confiesa, no podría convivir: “Es lo peor. Aunque sepa que no lleva razón, él continúa haciendo de las suyas, y eso es algo con lo que no puedo”.

¿Y cuál sería su roommate ideal? “Meryl Streep, me encanta que no se tome en serio, le gustan los musicales como a mí”. Porque entre sus hobbies está el coleccionar antologías de musicales. “El amor por el teatro y el sentido del humor es lo que me une a mi personaje, pero yo soy más introvertido que él”. ¿Y cómo es dejarse querer por un obrero de la construcción, todo sentimiento, mostrar por fin vulnerabilidad? “Mi historia de amor da una imagen diferente de Titus. A pesar de que la serie es comedia alocada, le hemos puesto un punto emotivo importante. Él no siempre fue así de insensible”.

Pero no te dejes engañar porque, como el propio actor afirma, esta segunda temporada “es más divertida que la primera”. No sólo su álter ego, Titus, toma más protagonismo, es que regresan sus canciones. Si en la primera entrega lo petó con el videoclip Peeno Noir (“una oda al pene negro”) del sexto episodio (“Peeno noir, you’re a star / listen to Tom Berenger / Roseanne Barr / Peeno noir! / Au revoir”), ahora, como en las películas Disney, Titus canta, nervioso, porque está enamorado. No sólo eso. También dona la ropa que ha dejado de ponerse en un intento por dejar atrás su antigua vida (“Su súperpoder es el sentido que tiene de la moda”).

Si en la ficción sorprende este ingenioso cambio de registro (el sofisticado e impertinente Titus resulta más enigmático cuando nos abre su corazoncito), tampoco se queda atrás el polifacético actor. Fan de Penny Dreadful (quién lo diría), tras el éxito viral de Peeno Noir lanzó su propia marca de vino, Pinot by Tituss. ¿Lo próximo? Le ha puesto voz a Photog, el cerdo fotógrafo de la película Angry Birds.

[Entrevista publicada en Cinemanía, junio 2016]

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