10.6.17

Los Soprano: 10 años sin Tony Soprano

Tal día como hoy de 2007, el 10 de junio acababa Los Soprano, mi serie favorita de todos los tiempos. Fue la primera que seguí por televisión, saltando al dvd cuando empezaron a venderse en España y en la última temporada con el ansia viva de internet. Tony Soprano abrió puertas y sorprende seguir leyendo detalles sobre la serie de David Chase poco conocidos.

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Mi columna de opinión de este mes sobre el final de Los Soprano y el inicio de The Wire (también en junio, pero de 2002).
Nunca nos pondremos de acuerdo, pero, si me preguntas, yo siempre seré más de Tony que de McNulty. El 10 de junio de 2007, y tras seis temporadas, acababa la serie que me hizo respetar la televisión, como recuerdo mes a mes en la cabecera de esta columna. Made in America nos despedía de la familia Soprano con uno de los finales más enigmáticos (y más bien traídos) de la ficción televisiva. Hasta para eso, David Chase fue un genio. Ha pasado ya una década, y seguimos esperando ese nuevo proyecto que nunca llega. En 2012, Chase dirigió el filme Not Fade Away sobre un grupo rockero en el Nueva Jersey de los 60, pero poco más. Volvió a llamar a James Gandolfini, su actor fetiche, que, también en junio, pero de 2013, moría en Roma, en una carambola del destino, recordando las raíces del icónico personaje sin el que no existiría Dexter o Walter White. Otro David, Simon, esperó al 2 de junio de 2002, hace ahora 15 años, para adentrarnos en el Baltimore de The Wire, coincidiendo con un parón en Los Soprano. Sin un claro protagonista (¿McNulty, Bunk, la ciudad en sí?), sus cinco temporadas son un análisis inaudito de esa parte del entramado social al que se le suele dar la espalda. Tras hacernos amigos de un mafioso, se nos instaba a empatizar con pandilleros y policías de dudosa catadura moral. Como espectadores ávidos de buen cine televisivo no se podía pedir nada mejor. Si algo nos enseñaron ambos, es que las desgracias de esos villanos con corazón, podían ser también un poco las nuestras.

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