14.3.17

American Crime, tercera temporada: el muro de las lamentaciones

American Crime me sigue sorprendiendo. Tercera entrega de la antología a la que regresan Regina King (dos Emmy ya con la serie), Felicity Huffman, Connor Jessup, Richard Cabral y Benito Martinez (Lily Tylor y Timothy Hutton no aparecen en este episodio), con nuevos fichajes (vaya equipazo), como Sandra Oh (Anatomía de Grey), Dallas Roberts (The Good Wife), Tim DeKay (Ladrón de guante blanco) y Cherry Jones (Transparent).


Esta vez, temas como la inmigración ilegal y la prostitución juvenil como ejes para hablar del trabajo precario y la falsa ilusión de obtener dinero fácil por la vía rápida. El episodio 3x1 es más denso y pesimista que en anteriores temporadas, con personajes enfrentados a problemas de difícil solución. La gran incógnita es saber cómo confluirán las subtramas que protagonizan Felicity Huffman (inmigración) y Regina King (prostitución). Leer más.

Opinión con spoilers del final de la tercera temporada de American Crime
No me ha enganchado como con otras temporadas. Felicity Huffman, esta vez, no ha hecho de mala, algo que me resultaba interesante, pero las tramas se han vuelto a centrar en temas ya muy manidos. Una chica que pasa de prostituirse físicamente con su chulo a hacerlo online porque necesita el dinero ya que está embarazada y acaba asesinada por otra chica por una pelea absurda. Un padre que mata al asesino de su hijo, inmigrante envuelto en un trabajo mafioso por el que pagaba para trabajar (ambos cuerpos acaban en el mismo río). Una familia que calla los tejemanejes que sufren estos inmigrantes con tal de ganar más dinero. Una mujer que quiere quedarse embarazada y ayuda a otros chavales desde la legalidad, aunque se ve envuelta sin quererlo en un fraude. En momentos puntuales, American Crime ha tenido grandes momentazos, de esos que te sorprenden, pero, en general, ha contado con un nutrido grupo de actores de primera línea (también secundarios) en muchos casos meros satélites de las tramas principales y poco aprovechados, con historias con las que ha sido más difícil empatizar (y eso que están todas, relacionadas con mujeres), aunque sean problemas derivados de la globalización.

Esta tercera temporada acaba confluyendo en varios juicios. El más insólito, el de esa madre (Lily Tylor) con pasta que contrata a una chica negra francesa a la que maltrata sin que sepamos nada hasta el final. Tal vez, ésta haya sido la historia mejor planteada de todas pues expone dos ideas. Por un lado, la chica francesa tuvo un hijo al que no hizo caso porque tenía que trabajar para sacarlo adelante. Por otro, tenemos a esa madre inseminada artificialmente cuyo hijo al marido (Timothy Hutton) le resbala, lo que provoca un matrimonio roto y que ella sea una mujer frustrada y enloquezca.

Mientras la chica prostituta es asesinada estando embarazada, la mujer que intentó ayudarla (Regina King) y que no puede tener hijos, acepta un fraude por el dinero con el que poder invertir en otra inseminación. En un principio, crees que la solución es que esta mujer se quede con el hijo de la prostituta, pero no se van a lo fácil. Para tener un hijo si estás soltera necesitas pasta. Esa pasta la tiene el personaje de Lily Tylor que, sin embargo, está zumbada. En este caso va a juicio el chaval que presenció la muerte de la prostituta y que es el que da el soplo de lo ocurrido al personaje de Regina. Sin emabargo, los verdaderos culpables no se sientan en el banquillo.

Por último, tenemos a Felicity Huffman, que intenta ayudar a los inmigrantes, pero su acto bondadoso la lleva a ser rechazada por la familia de su marido y por él mismo. Sola, ayuda a su hermana, que es una yonquie con dos hijas. Felicity no tiene hijos y cuando vuelven a encerrar a su hermana por temas de drogas sólo le queda volver al redil y tragar con la mierda de su familia política. No es una mujer libre, calla y con el dinero puede seguir tirando para adelante criando de sus sobrinas como si fueran sus hijas. El juicio es al hermano, cabeza de turco de las denuncias a la empresa.


Lo peor de todo es ese final en el que, dentro de una sala del juicio, vemos a los tres asesinados en la temporada, de pie, como buscando justicia. El chaval mexicano, el que lo asesinó y la chica prostituta. Algo que no entiendo porque el chaval y la prostituta, murieron siendo inocentes, mientras que el asesino del chaval no deja de ser un cabronazo, aunque su motivación sea seguir las normas en el trabajo.

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