Miedo a la cancelación de tu serie favorita

A diferencia del cine, donde, si funciona una película, anuncian en el menor espacio de tiempo su secuela, en televisión que una serie continúe o sea cancelada depende de algunos factores que, como audiencia, se nos escapan.

Gracias a HBO en España, algunos espectadores que no habían podido disfrutar de The Exorcist se han enganchado en el último momento, preguntándose por qué el remake de El exorcista no había anunciado ya su renovación. The Exorcist es de esas series que, aunque no figuren entre lo mejor del año, enganchan.

Lo mismo ha ocurrido esta temporada con otras novedades con bastante potencial como para continuar, como Braindead y American Gothic, o ficciones canceladas que han dejado a sus fans insatisfechos, como Aquarius o Marco Polo. Pero no hace falta irse muy lejos. De las cinco series nominadas (por primera vez se incluye la categoría) a los premios Feroz, tres ya han dejado de emitirse (El caso, Vis a vis y Mar de plástico). Por no hablar de la tercera temporada de El Ministerio del Tiempo cuya renovación mantuvo en vilo a los ministéricos.

Los índices de audiencia no deberían ser ya una excusa. Ahí están los casos flagrantes de Deadwood, Carnivále, Firefly, Pushing Daisies, Dates, Rubicon o Hannibal. Siempre nos quedará la repesca, aunque de poco sirve si el esfuerzo sirve para resucitar presuntos bodrios como Prison Break. ¿Que queremos que funcione Twin Peaks? ¡Claro! Y que el spin-off de The Good Wife sea tan bueno o mejor que el original. Pero, leches, qué estrés innecesario.