Critica. Independence Day: Contraataque: la secuela XXL 20 años después

No es comedia, pero lo parece. La secuela de Independence Day llega 20 años después y a mí me puede la nostalgia. En 1996, cuando los alienígenas aterrizaban en la Tierra teníamos al socarrón Will Smith, ahora Liam Hemsworth (el novio de Miley Cyrus) emula al maestro y no es lo mismo, claro.

Pero mola mucho ver a Bill Pullman, el otrora presidente, barbudo y obsesionado con lo ocurrido. Jeff Goldblum está perfecto en su habitual papel de cínico gracioso y hay otros veteranos secundarios que están ahí para cerrar el círculo (lo mejor: magníficos Judd Hirsch, Brent Spiner). Ahora, Independence Day es todo XXL: alienígenas enormes, naves gigantes, tecnología que abruma. Película palomitera para ver en el cine, Independence Day es una traca monumental de escenas de acción y diálogos que pretenden ser graciosos. Me recordaba por momentos a la última Star Wars y a algún episodio de Expediente X. Hay una subtrama que está bastante bien, porque el ser humano por mucho que quiera no podría competir con tan abrumadora puesta en escena de estos habitantes del espacio exterior. Sin embargo, y por aquello de que todo transcurre en pleno 4 de julio, Independence Day: Contraataque no deja de ser una bravuconada en la que, de nuevo, son los yanquies los salvadores del mundo.
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