3.1.16

Downton Abbey ¿ha sido un buen final?

Pocas veces he hablado de Downton Abbey en el blog. La pillé tarde, las dos primeras temporadas me parecieron geniales. La tercera ganó con Shirley MacLaine, pero luego fue decayendo tanto que hasta me olvidaba de verla. La sexta temporada ha sido la última, con el doble episodio navideño que se emitió hace unos días. En España aún no se ha estrenado esta temporada, pero no os perdéis nada. Cuando pensé en qué echaría de menos de la serie, la verdad es que sólo se me ocurrían cosas chungas (hasta a Violet han acabado por mermarla en importancia).

De ahí que escribiese...
Diez razones por las que no echaremos de menos Downton Abbey.


Visto el último episodio especial de Downton Abbey, los guionistas han reculado en muchas de las decisiones que se habían tomado durante la temporada, como buen culebrón, que para eso se ha quedado Downton Abbey: para darle a todo y a todos el final más feliz posible. Es decir, Downton Abbey se ha despedido con una trama blanca, olvidando todos los sinsabores pasados, dejando al espectador son la sonrisa tonta en unas fechas tan entrañables.

+Homenaje de Los Simpson a Downton Abbey.
+La señora Patmore en Raising Hope.
+Las claves del estilo de Downton Abbey.

Eso no quiere decir que hayamos asistido a una serie de escenas memorables, incluyendo aquéllas que han mostrado incluso una autoparodia de la propia serie. Me ha gustado mucho más este final que la sexta temporada entera.

¡CON SPOILERS!
¿Cuáles han sido los momentazos más delirantes de este episodio especial?
La boda de Edith que su familia no se puede creer
Al inicio del episodio los protagonistas brindan con aquellos cócteles que tanto temía Violet, dicen que podría ser una nueva tradición. No será la última: cuando se entera el patriarca que su hija la fea se casa le dice a su mujer Cora: "Apenas ha tenido un día de felicidad en los últimos 10 años". Tiene memoles que sea Mary la que provoca que la hermana a la que tanto ha puteado toda la vida sea por fin feliz junto al más millonario de todos. "Es extraño, me siento completamente feliz". Pobre Edith. Su familia ha estado a Lexatin todo el día y no respiran tranquilos hasta que no sale de la iglesia ¡por fin! casada.

Isobel también se casa
La cara de perro abandonado de lord Merton, el pretendiente de Isobel, cuando le asegura que le hubiera gustado casarse con ella... ¡madre mía! Una grave enfermedad provoca que Isobel se lo lleve a su casa con la promesa de un matrimonio por sorpresa. En realidad, los guionistas le han hecho la 3-14 a Isobel porque el hombre está como un roble. Situación de felicidad forzada, ¡alerta!

Barrow sustituye a Carson
A Carson le tiembla el pulso, así de pronto, algo que le viene de familia, confiesa ahora. ¿Quién va a sustituir al gran Carson? Efectivamente, el malvado Barrow es ahora EL MEJOR MAYORDOMO. "Todos hemos estado juntos mucho tiempo", decía la señora Patmore ante la marcha de Barrow a otra casa, él que se había intentado suicidar y todo. Luego vuelve, pero nunca veremos cómo manda a todos esos que le tenían tanto asco. Hierba mala nunca muere. Gran villano Barrow reconvertido en extraño héroe.

La mejor pareja de la serie: Spratt y miss Denker
Tardaron en aparecer, pero ha sido de lo mejor de esta temporada. Spratt, el lacayo de Violet se viene arriba como columnista anónimo de la revista de Edith. Cuando miss Denker, siempre puteándole, se lo chiva a Violet, la condesa está encantada con él. Por primera vez, vemos a Violet reír a carcajada limpia con las ocurrencias escritas de Spratt.
Mary, Talbot y el chófer, ¡vaya trío!
Mary es la jefa en muchos aspectos. Pero cuando se trata de su reciente marido Talbot y la amistad de éste con el chófer, raro, raro. Henry Talbot se le queja: "Sólo soy un hombre pobre mantenido por su mujer rica". Pero gracias al chófer, ambos "emprendedores" montan un taller de coches, lo que hace que ambos se sientan más machos y más felices con su independencia. Y, Mary, también: no le queda otra.
Hasta Daisy liga
Mientras la señora Patmore se deja querer por el señor Mason, la pobre de Daisy se queda toda tonta con Andy, justo cuando él parece que pasa de ella. La escena en la que Andy arregla el tejado de Mason y Daisy le mira embobada es para enmarcar. Que le llamase Clara Bow por su nuevo corte de pelo no le hizo tanto tilín como verle sudar la camiseta.
Robert, que no te enteras de nada
Es todo tan guay que hasta Robert, el patriarca, acepta que su mujer Cora trabaje en el hospital. ¡Como si la pobre fuera a un club de striptease! La mira a escondidas y descubre embelesado que su mujer mola mucho. "Si quieres mantenerla, debes dejarla ir", le dice lady Rose. "No soy muy bueno con esos lemas americanos". Volvemos a los cócteles del principio. ¡Si su mujer en yanquie! Robert debería conocerlos ya a estas alturas. Definitivamente ha sido el personaje más moñas de todos.

Bates, vago y redundante
Nunca sabremos qué pintaba Bates en esa casa en las últimas temporadas. Para romper aún más la tradición, Anna, la siempre protagónica doncella (esas nominaciones de la actriz lo valen) se pone de parto y lo hace en la cama de milady. "Soy padre y tengo un hijo", dice con cara de tonto Bates, con una frase redundante donde las haya. Por fin sabemos qué pintaba aquí.

Violet y el fin de las tradiciones
"Es bueno estar enamorado, sea cual sea la edad", le dice Violet a Isobel. What! Nunca sabremos si Violet se recuperó de su historia de amor con el príncipe Kuragin… Estas dos señoras han sido las Statler y Waldorf de los Muppets, aquella pareja de ancianos que se llevaban la contraria. Violet intenta cambiar (acepta que Cora la sustituya en el hospital: ¡boom!) pero sigue siendo ella cuando habla con Isobel del fin de año, la representación de esa Downton Abbey que acabará por desaparecer.

Violet: "Me hace sonreír el modo en que cada año brindamos por el futuro, sea lo que sea lo que nos deparará".
Isobel: "¿Y por qué íbamos a brindar? Avanzamos al futuro, no volvemos al pasado".
Violet: "¡Si al menos pudiéramos elegir!".

2 comentarios:

Marta dijo...

Soy fan de la serie desde su comienzo en 2010, me enamoró su puesta en escena, su vestuario, su trama, su ambientación, sus actuaciones, pero sí te das cuenta con el paso de las temporadas de que parece ir perdiendo su esplendorosidad (si es que existe esta palabra), su grandiosidad del comienzo... Para muestra un botón, este especial que cierra la serie es el claro ejemplo: todos acaban felices y todo es maravilloso...
En cierta forma, fue algo que me decepcionó, pero, por desgracia, no me pilló desprevenida.
Larga vida a las primeras temporadas de la serie y a la genial Condesa Viúda, Violet!

Anónimo dijo...

Pienso exactamente lo mismo