Lucca, definitivamente, me chifla en
The Good Wife. No sólo por cómo viste, también porque es una tía agradable, competente y segura de sí misma. Al principio parecía que sólo iba a ser "la nueva
Kalinda" para
Alicia. De hecho, en el episodio 7x4 acaban en la barra del bar con un
Martini con aceitunas, y pidiendo otra ronda. Nada de esos tequilas que tanto odiaba Alicia pero que bebía por darle el gusto a Kalinda. Aquí hay clase. Poco sabemos de la vida personal de Lucca, pero supongo que nos la irán contando. Lo necesitamos. Pues bien, Alicia le propone al final de Taxed, que Lucca sea su socia, que es como unir a Kalinda y a
Diane en una misma persona: buena para los negocios y genial para irse a tomar unas copas. No sabemos lo que dirá Lucca, espero que los guionistas no nos mareen y se decidan por alguna trama, porque, obviamente, Alicia no es feliz tragando en ese juzgado en el que lo que prima es la rapidez y no la justicia. Me da la sensación de que el caso sobre la muerte asistida, la aeutanasia, no ha sido elegido al azar en el mismo momento en el que Alicia decide resetear de nuevo. Como si la batalla legal de elegir entre una muerte dolorosa o digna fuera en paralelo con la misma destrucción de la justicia, la de aquellos abogados y jueces que están dejando morir la Ley. Alicia puede elegir, pero no lo quiere hacer sola. Como siempre, el pulso entre Eli y Ruth ha sido una delicia, y ese pasado macarrita del buenorro de
Crouse, el gancho perfecto para el que parecía ser el tipo perfecto. Cameo de
Peter Gallagher, codo con codo con Diane.
7x1,
7x2,
7x3
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