14.6.15

The Missing (BBC), thriller sobre la desaparición de un chaval

Desde hoy tenéis completa la miniserie de ocho episodios de The Missing (no confundir con la otra The Missing, horrorosa, con Ashley Judd) en Movistar Series. The Missing es una de mis series favoritas de 2014, aunque no he hablado de ella en el blog. Este adictivo thriller sigue los pasos de un matrimonio que "pierde" a su hijo (Oliver) durante unas vacaciones en un pueblo francés. La investigación seguirá en el tiempo, durante muchos años, tantos, que la pareja se separa, pero el marido decide continuar (con ayuda de un poli, Tchéky Karyo). Flashbacks, personajes secundarios y un puzle que se va uniendo poco a poco. Enormes Frances O'Connor y James Nesbitt. A pesar de haber otras series similares de investigaciones sobre desaparecidos (Broadchurch, What Remains), The Missing ya está entre las mejores. Eso sí, con el final me quedé un poco WTF! Por cierto, habrá segunda temporada, pero con otro caso diferente.

con spoilers

Cosas que me parecieron que hacína única a The Missing. Que el hotel en el que se hospedan se llama El Edén (paradójciamente). Que cuando el marido pierde al hijo se estén jugando los cuartos de final de un Francia-Brasil (es tal el barullo que es fácil el despiste). Que, como en What Remains, el padre sea ayudado en el futuro por un poli jubilado. Que se alternen los tiempos y vayamos averiguando junto a los protagonistas que le pasó al niño. Que no sepas hasta el final dónde está. Se busca al niño por una bufanda amarilla que llevaba, muy al estilo fotos entre el público de Millenium. Situaciones como el dolor de esa madre que no sabe qué hacer o que al padre injustamente le tomen por sospechoso se sienten como propias. Es algo parecido a lo que vemos en The Affair, cuando un personaje pasa página ante un hecho dramático, y el otro, no. La madre llega a tener una alucinación donde abraza a su hijo en la piscina (para el ránking de alucinaciones). Aparece el libro de Alicia en el País de las Maravillas, un guiño a esa desaparición misteriosa. Tráfico de personas, pederastia, mafias de la droga… se destapa todo un tinglado confuso. "La culpa es como el cáncer: puedes tratar los síntomas pero nunca la causa" (grandes frases). Hay otra subtrama relacionada con la hija drogadicta del jubilado (cada cual tiene sus marrones). También cómo ha sido la relación de la mujer con el policía que llevó el caso y su actual pareja. Un periodista dificultó parte del caso por esconder pruebas. Lo que más me desconcierta es el final. El hijo fue atropellado de forma accidental, le dieron por muerto, pero estaba vivo. Encargaron a un tipo que rematara la faena, pero este tío se lo llevó de allí. El padre intuye que el hijo sigue vive en alguna parte y al final le encuentra. Cuando el chaval, ya adolescente, le abre la puerta de su casa no sabe quién es su padre, ni nada de la historia que ha sufrido (esto lo suponemos). No sabemos si el hijo volverá con él, porque lo que hace es ilegal, pero sí ves cómo el padre se queda tranquilo consigo mismo al poderse demostrar que no estaba loco y que todos esos años en los que luchó por descubrir la verdad no han sido en balde.

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