14.6.15

Crítica Jurassic World (2015), reboot entretenido con el héroe familiar Chris Pratt

El primer fin de semana del estreno de Jurassic World ha obtenido una taquilla mundial de 512 millones de dólares. Es la primera vez que una película lo consigue. En 1993, cuando se estrenó Parque Jurásico existía una auténtica dinomanía. Sólo hizo falta un buen libro, el de Michael Crichton, para enganchar a miles de personas. Spielberg remató la jugada con un peliculón. Yo fui de las que me leí el libro en 1992 y fui a ver la película al cine un año después. Recuerdo la sensación de ansiedad, ¿cómo se las habrían apañado para recrear en imágenes lo que yo me había imaginado? No había visto nada igual en mi vida. Pasé miedo, me reí, me entretuve un montón, nada de la película sobra. 22 años después voy, no con la misma ilusión, pero sí con ganas de que el nuevo parque merezca la pena (para rematar es nuestra última portada de Cinemanía). Michael Crichton murió en 2008, pero Spielberg está detrás aunque la dirección la haya dejado en manos de Colin Trevorrow. Hay tres cosas que me alucinan de Jurassic World: ese gigantesco parque en medio del paraíso, donde el hombre se ha creído Dios y ha fabricado un bicho anómalo, un monstruo, el Indominus Rex, tan inteligente que es incapaz de entenderlo, y ese hombre (Chris Pratt), un tipo campechano y perspicaz que hará lo posible por arreglar el asunto, el domador de las fieras (lo que puede reflejar este actor en la cara sólo con su mirada). Jurassic World parece ser su entrenamiento para lo que le puede esperar como Indiana Jones. La película arranca con la visita de los dos sobrinos de la encargada de la seguridad del recinto (de forma muy parecida a la original, allí los nietos del inventor) y continúa con numerosos guiños a Parque Jurásico, desde la camiseta de Jake Johnson (New Girl) a los todoterrenos con los que huyen campo a través. Es un plus, y me entra la nostalgia, cuando suena por primera, y única vez, la sintonía de la original. Vemos ese parque y se activa la imaginación. No hay nada como que una película te haga sentir niño otra vez. Echo de menos otro tipo de humor, más allá del de la guerra de sexos. Con Vincent D'Onofrio de villano en Daredevil aquí se echa en falta más maldad. Los efectos especiales son lo que tienen que ser, una avalancha de secuencias apabullantes donde casi todo vale. Pero no deja de ser una película familiar y, como tal, se mantiene en sus dos horas muy contenida. Hacerla más sangrienta o mordaz o frenética, hubiera sido otra película. Un elenco multicultural, la crítica a la inconsciencia del hombre (rico) por querer ganar más dinero aunque vaya contra las leyes de la naturaleza, la falta de escrúpulos de unos cuantos que siguen creyendo que en la violencia se encuentra la solución… Lo único que me molesta, y mucho, de Jurassic World es que no han sabido dar con unos personajes femeninos que me interesen. Esta vez son dos niños varones los que van al parque; su madre, rompe a llorar porque los va a dejar de ver una semana; la tía que los espera allí (Bryce Dallas Howard) es una Cleopatra pelirroja que cae mal, por no decir su ayudante, una fiestera inconsciente que acaba como acaba. Tres únicos personajes femeninos (el cuarto es una ayudante que parece pavisosa, Lauren Lapkus, de Orange is the New Black). Esos momentos de acaricio-al-dino-moribundo y lloro, ya lo sabemos, es lo que hay (a mí me sobra). Jurassic World es un reboot muy entretenido para una nueva generación. Yo seguiré prefiriendo aquel filme de los 90 que consiguió recrear en sorprendentes imágenes lo que yo me había imaginado con asombro.

Por supuesto, no faltó el guiño a Jurassic World en la serie de Chris Pratt, Parks and Recreation.

Por cierto, ¿podría ser Chris Pratt aquel niño de la primera parte? Era voluntario del doctor Alan Grant, y éste le inculcó el respeto por los raptores. La teoría surgió de Dan Harmon (creador de Community) es uno de sus podcasts. El director Colin Trevorrow no ha confirmado este dato, pero le parece divertido que siga siendo una teoría.


El actor que interpretó al chaval (Whit Hertford) no tardó en contestar en Twitter
El mejor cosplay de 2015: el señor de las Margaritas de Jurassic World.

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