17.4.15

Mad Men 7x9 la vida que te mereces

La secretaria bebe Tab (la lata es muy hortera)

(Mad Men 7x9 New Business) review/opinion)
Reviews: 7x1/7x2; 7x3; 7x4; 7x5; 7x6; 7x7; 7x8.
Claves de la séptima temporada.

A partir de aquí, spoilers. 


Peggy y el deseo de gustar
La intensa Pima (Mimi Rogers), que no se pierde nada, se insinúa a Peggy. Ella que se ruboriza, después lo comenta como lo haría cualquier tío. Pero Peggy no soporta que Pimma, bisexual, se haya ligado también al hippie (Stan). Y decide no contratar su trabajo.


Betty, adiós al pasado, a la perfect family
Don prepara batidos, pero no son alcohólicos para una barbacoa, son para sus hijos. Betty está radiante, sus hijos son felices, no hace falta que el marido de Betty le diga que sobra. Don lo sabe. Y se va, mirando atrás, a esa cocina familiar y acogedora con cierta pena. Ojo, que seguimos sin ver a Sally Draper.

La vecina, ex amante
Diana, la camarera, y Don coinciden en el ascensor con el médico (Arnold) y su mujer (Sylvia). El médico hace un comentario despectivo sobre el nuevo ligue de Don (ella va vestida con el uniforme). Luego tiene que irse rápido porque Megan aparecerá por el piso. Diana no se siente a gusto al lado de Don.

Megan, adiós a la segunda oportunidad
Megan y Harry: No me esperaba de Harry su comportamiento machista y vejatorio. Harry viaja a Los Ángeles (la secretaria de Don le dice que tenga cuidado con Charles Manson) para encontrarse con Megan. Con el mismo estatus que Don, cree que Megan se acostará con él por el simple hecho de necesitar trabajo, un agente que la ayude. Megan, inocente, acude a la cita con esperanza. “Eres la fantasía de cualquier hombre. Eres como si Ally McGraw y Brigitte Bardot tuvieran un hijo”. En Mad Men parece que no se salva ni un tío. Mientras vemos a las secretarias currar, ellos se van a jugar al golf. Da igual que Don llegue tarde y sin la ropa adecuada. Don se puede permitir ser quien no es.

Megan y Don: “Quiero que tengas la vida que te mereces”, le dice luego Don a Megan, vestida, pura, con un trench blanco. Lo que parece una broma –un cheque por un millón de dólares– no lo es. El dinero es lo único que le queda a Don para pagar sus deudas. Eso y decirle que lo siente. Megan le ataca por mentiroso, tal vez, doblemente dolida por la actitud de Harry. La madre de Megan (Julia Ormond) se queda en Nueva York, la ciudad que envenena según su hermana, tras liarse con Sterling de una forma más impulsiva que otra cosa (“Aprovéchate de mí”, le dice). De tal palo, tal astilla. Megan dice de su madre que al menos ha tenido la valentía de decidir y romper con todo.


La camarera, adiós al renacer (o a seguir viviendo desgraciado)
Diana se divorcia, llama a Don borracha, él estaba en pijama en la cama. Diana parece Don en sus horas más bajas. Me gusta ese momento en el piso de Don en el que él se le acerca frente a frente y se besan. A Diana el pelo le huele a Avon, pero no todo es tan perfecto. Cuando llegan los hijos de Don, ella le dice que ha mentido. “¿Ya?”, asume con ironía Don. Se abrazan en la habitación de los niños cuando ella le confiesa que su hija se murió. “No quiero sentir nada más”, zanja ella finalmente, lo que, creía, podría acercarle más a Don. Don dice que está preparado para una relación, que no es la primera tras la separación con Megan. Musiquilla hortera para otra despedida. Diana tiene otra hija, que vive con su padre y a la que ella abandonó. Diana no es capaz de perdonarse ni de sentirse con el derecho a ser amada. Don ¿el enamoradizo? vuelve a estar solo. Lo que no se espera es que le hayan vaciado el piso. No le queda nada.

1 comentario:

yramosi dijo...

Harry y Megan se encuentran en New York cuando ella va para recoger sus cosas del piso. Harry representa el estilo de funcionar de los hombres versus las mujeres, lo penoso es cuando va a Don para decirle que Megan esta mal y que puede inventarse cosas sin decirle que chantajea a Megan a cambio de ayudarla con su carrera. Será por eso que Joan le tiene tanta manía a Harry y no quería que le hiciesen socio