28.4.15

Mad Men 7x11 la Coca-Cola de McCann

El quinteto de la muerte y Don, en el medio

(Mad Men 7x11 Time&Life) review/opinion)
Reviews: 7x1/7x2; 7x3; 7x4; 7x5; 7x6; 7x7; 7x8, 7x9; 7x10.
Claves de la séptima temporada.

A partir de aquí, spoilers.

Peggy, dejad que los niños se acerquen a ella
Don eres un capullo. No eres capaz de decirle a Peggy que os vais a McCann. Peggy se tiene que enterar por Pete (nada menos). Y porque Pete siente lástima de ella. Ve a Peggy abrazando a una de las niñas de un cásting y se lo cuenta. Pete no quiere ir, se enfada. Si en esa mini agencia la sombra de Don es alargada, qué pensar de una multinacional como McCann. Se va a comer los mocos. Peggy también duda, quiere otras ofertas, pero la mejor es McCann, si aspira a ser reconocida. El tema de la martenidad de Peggy vuelve a salir a flote con ese cásting de niños y Peggy, enfadada con una de las madres, le confiesa a Stan su secreto (Stan le había dicho: "Tú odias a los niños"). Esto les une más y se crece al tener cerca a Stan como confidente. Peggy deja claro que no sabe de su hijo, pero que eso no significa que no le importe. "Nadie debería cometer un error y no seguir adelante. Debería poder vivir el resto de su vida como hace un hombre". Cambia ese "nadie" por "una mujer". Eso le anima a querer irse a McCann, junto a él. Peggy no hace piña, pero en McCann no la conocen, podrá abrirse camino si realmente lo desea, ojalá veamos a Peggy pisar fuerte, con esa autoestima que le falta.

Dirige Jared Harris (Lane Pryce)
Peggy y Don no coinciden en este muy interesante episodio, dirigido por Jared Harris. El actor inglés que interpretó a Lane Pryce en Mad Men (a mí me encantaba su personaje y me chifla como actor), debuta en la dirección con Time&Life. Es muy divertido ver cómo en este episodio Pete le mete un puñetazo al director del colegio que ha rechazado a su hija con Trudy (Alison Brie reaparece). Es una rencilla entre familias (los Campbell contra los MacDonalds) que se remonta siglos atrás. Lane Pryce será recordado entre otras cosas por meterle un puñetazo a Pete. Supongo que esta escena es un guiño entre los dos actores (al estilo del que hizo Moltisanti en Los Soprano que recordaba al personaje de Michel Imperioli en Uno de los nuestros).

Joan, se te bajaron los humos
Cuando se siente menospreciada en la reunión en la que se confirma que los cinco socios de la agencia pasan a McCann, Joan llora y llama a su (nuevo) hombre. Éste será su colchón si las cosas salen mal. Joan es tan negativa que hasta Pete le anima. Avon, que era la firma que ella manejaba, deja de llamar a su puerta. ¿Tirará Joan la toalla, se casará y desaparecerá de sus vidas? Piensa que nunca la tomarán en serio y Pete le anima. (Pete ahora el amigo de las mujeres).

Pobre Don, le quitan la gomina y se pierde

Don y Sterling, la extraña pareja
Tras una agridulce conversación, Sterling le da un beso en la mejilla a Don y le dice: "You are ok". La cara de papanatas de Jon Hamm es memorable, con el pelo despeinado y la cara sudorosa. Sterling siente que va a perder su apellido (otra mención al linaje junto a los MacDonalds y los Campbell) si cierra la agencia, así que se da a la bebida y a las mujeres. Cuando Don se entera que Sterling está liado con la madre de Megan se le pone todo el careto de RainMan. ¿No se casó Sterling con una secretaria, tuvo que aguantar sus comentarios, y luego, Don se casó con Megan, su secretaria? Pues, de nuevo, justicia poética. "Por segunda vez, me rindo", asiente Don. Y las que te quedan, guapete. "En otra vida, hubieras sido mi chófer y te hubieras acostado con mi abuela". Sterling, eres un crack. Envidia las ganas de triunfar de Don y Don, le dice, envidia que no le haya hecho falta. Tal para cual.

Don quiere dar en la Diana, pero…
Comentaba yo en mi última columna de Cinemanía (mayo) que en Mad Men hubo un Salvatore Romano que nunca volvió a aparecer. Ni él, ni ningún gay… hasta este episodio. (Rectifico, gracias a Iván que me lo recuerda en los comentarios: olvidé por completo a Bob Benson, del que hablé por aquí). Don recibe una llamada de Diana, la camarera (ese Don al teléfono sentado en el suelo porque no tiene muebles), pero entre unas cosas y otras, no habla con ella. Así que decide ir a buscarla. Diana se ha ido y en su piso vive una pareja de homosexuales, uno de ellos muy celoso del otro, y éste diciéndole a Don que pase y se tome algo. Nos perdemos una posible borrachera de Draper con fiesta del pijama gayer incluida.

¿Y esta pasión por los toros? ¡Don vente para España!

Don no triunfa en el amor, así que se le da bien el trabajo
Cuando los demás tragan con irse a McCann, Don es el único que mueve ficha, se levanta del sofá y propone hacerse con los clientes e intentar continuar de forma codependiente con McCann. Si hay que irse a California, se va, aunque esté allí Megan. A Ted no le hace gracia volver a California donde también está su ex y le reconoce a Don que él debería haber ocupado su puesto. Éste es un episodio de confidencias. Ted ha ligado con una compañera de la Universidad a la que se encontró por la calle. Juntos, con Joan, Sterling y Pete, los cinco aparecen en varias ocasiones solos, como el quinteto de la muerte. Brindan con cerveza por Cooper, maldicen a Lou que se va a Tokio y deciden animar a su gente de la oficina cuando les tienen que comunicar la noticia (le anima a Don su secretaria, y esto pasaba antes y vuelve a pasar ahora, insensibilidad absoluta de los jefes hacia sus empleados). Ted se alegra cuando le dicen que llevará una farmaceutica, su sueño, y a Don se le vuelve a poner cara de alelado cuando Coca-Cola se presenta como su nuevo cliente. "Esto es el principio de todo, no el final". Una última frase que se queda resonando en el aire, optimista, pero poco realista. ¡Don, que te quedan tres episodios, corre!


5 comentarios:

Iván dijo...

Genial post.

Sólo por puntualizar. Sí que ha aparecido un homosexual posteriormente. Bob Benson. Vamos, no le han llamado "gay" a la cara, pero entre su "amigo", que Joan le dice "no estás hecho para las mujeres" y puntos varios creo que no queda duda alguna.

Abrazo.

Mariló García dijo...

Iván, ciertísimo, de hecho le dediqué todo un post al enigmático de Bob Benson que luego resultó ser un bluf importante. No era tan misterioso como pensé y lo borré de mi mente. Y eso que luego seguí viendo la serie de Robin Williams, The Crazy Ones. LO añado. Muchas gracias!

El post: http://yonomeaburro.blogspot.com.es/2013/06/bob-benson-mad-men-es-un-observador-de.html

yramosi dijo...

otro homosexual, en un capitulo en los que salía Bob Benson éste tenia que ir a sacar de la comisaria por conducta escandalosa entre hombres a un directivo creo que de Buick que estava de visita en la ciudad y que le decía algo así como que Bob era muy valiente por mantener relaciones con hombres y no estar casado. Otro homosexual el hijo del propietario de la tabacalera que por su culpa despedieron a Salvatore y que precisamente lo nombraron en anterior capítulo cuando Mattie le dice a Don que el de la tabacalera estava enamorado de Don y que ha llegado a directivo por ser guapo.

Yo creo que Peter no siente pena por Peggie sino por si mismo y necesita que ella tambien tenga pena de si misma y se sienta desgraciada como él.

yramosi dijo...

por cierto me encanta la secretaria de Don como le canta las 40 y eso que al principio parecía una tontaina

Anónimo dijo...

Acabo de ver de una "sentada" este y el siguiente. En fin. Me está gustando como cierran historias poco a poco, aunque todo es, cmo siepre, tan triste

En cuanto a los homosexuales en Mad Men, sí hubo más personajes. El heredero/dueño de Lucky Strike que intentó algo con Don. Creo que hubo una pareja de diseñadores (¿europeos?) que eran gays...y alguno más que ahora no caigo ( y hemos tenido ración lésbica-bisexual con la fotógrafa de hace unos capítulos...)


Ah!! y luego estaba el ordenador que según el "malogrado" Ginsberg inducía a la gente a "cometer actos homosexuales" ja,ja,ja

Un saludo

Jose Gestido